Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)

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Autora pov:

Yuki estaba listo para la "estúpida" fiesta de Kenzo, Moa por poco y le había insistido en ir al ponerle caritas y decirle que no quería estar sola, llegó a entender bastante como la omega se las arreglaba para manejar hasta a su prima, una Alfa de muy mal carácter.

-¿Estás listo?- Moa apareció por la puerta; llevaba unos shorts de tiro alto y botitas verde militar, camisa sin mangas blanca y un chaleco, básicamente estaba hermosa -¿Hola? Tierra llamando a Yuki- sonrió levemente y le pasó la mano por la cara.

-Si, si, si, el tema es que no encuentro mi celular- Yuki miró alrededor, lo había estado buscando un buen rato -Y yo recuerdo haberlo traído y tenido encima todo el día- trató de ocultar su nerviosismo, ahí había cosas importantes que no debía ver nadie más que él.

-Tal vez se cayó cuando te acostaste- la omega se agachó y movió varias cosas que ya habían debajo de la cama -¿Buscaste aquí?-

-No, la verdad no- se rascó la nuca, no encontró motivos para buscar ahí, después de todo lo habría visto fácil.

-Aquí- se levantó y le entregó el aparato -Estaba detrás de tus zapatillas deportivas-

-Gracias Moa, eres un sol- dijo con verdadero sentimiento, sin poder evitarlo le sonrió.

-¿Nos vamos? Kenzo quiere hacer una entrada espectacular- la omega gesticuló con las manos -Un poco más y dice que somos las celebridades del momento el idiota ese- rodó los ojos.

-Bueno- asintió algo aburrido, ¿tantos aspavientos por una fiesta estúpida?.

-¡¡Mamá, mira que bonita me puso mami!!- la pequeña, ¿Maya, Naya, Yara, Ana? Ni recordaba el nombre de la pequeña rata tonta.

-Estás como una princesa de cuento- Moa sonrió de forma maternal y le acarició la barbilla -¿Y tu hermano amor?- miró el pasillo, no había rastro de la otra rata.

-No se quiere ver bonito- la niña rodó los ojos, igual a su madre en cada aspecto -¿Por qué los niños son tan tontos mamá?-

-¿Y yo soy tonto pequeña?- Yuki fingió un puchero, los niños a veces eran idiotas -Soy niño también-

-No tito Yuki- la niña sonrió, sus hoyuelos resaltando en sus mejillas regordetas -Eres genial- le abrazó las piernas con amor.

-Que pequeña tan dulce- le acarició la espalda con falsa ternura, sonriendo levemente.

-Voy a ver al pequeño bribón, te queda con el tío Yuki mientras tanto y te portas bien- besó la frente de la pequeña y desapareció por el pasillo.

-Si mamá- dijo la cachorrita sonriente.

La mirada de Yuki se tensó, ¿si estaban peleadas por qué iría a ayudarla con el niño, no debería dejarla encargarse sola de su hijo? No entendía a esas dos la verdad.

De lo que él no se había dado cuenta era que la niña ahora lo miraba con ¿miedo?, pudo notar como los ojos de su tío se oscurecían y su cara bonachona se tornaba fría y dura. Su pequeño cuerpito temblaba, nunca lo había visto así, pero Mayu se quedó quieta donde estaba, le había prometido a su mamá que se quedaría con su tito Yuki a esperarlos, debían irse juntos a gran fiesta del tío Oso Kenzo.

Moa pov:

Fui hasta la habitación de Kenji y cuando abrí la puerta me tuve que aguantar la risa ante la escena que se desarrollaba frente a mí, parecía una de esas películas de comedia.

-Por favor Ken, ni tu hermana hizo tanto lío para cambiarse- Suzuka se acercaba irritada a nuestro hijo con pantalones en mano, tratando de acorralarlo.