Capítulo 19

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"¡Bienvenido a casa! Eres un idiota."

Esas fueron las primeras frases que, de una u otra manera, Ashton se acostumbró a escuchar durante varios días. Y siempre hacía lo mismo, saludaba y luego le restaba importancia, poniendo en blanco los ojos.

Nadie lo entendía. Y él no necesitaba que lo hicieran. Era su vida, eran sus decisiones y... si llegara a ser el caso, serían sus errores y sería él quien viviría con las consecuencias de ello.

Así que, se obligaba a sonreír como un idiota y a dejarlo pasar. Tarde o temprano, todos aceptarían que había pasado. Por supuesto que lo entendía, él también le tenía cariño a Eilidh, pero eso no significaba que quisiera pasar el resto de su vida con ella.

Ni aun si eso hacía felices a cada persona del reino. Era egoísta, quizá, pero su vida y lo que sentía era más importante. Tuvo la oportunidad y la había tomado. Eso era todo.

–¿Te marchas? –preguntó con incredulidad Heath, mirándolo fijamente– ¿y no planeabas despedirte?

–Iba a hacerlo, todavía sigo aquí ¿no? –respondió Ashton.

–Empacando.

–Iré a visitar a Colin –dijo, encogiéndose de hombros– al menos allá, nadie más que él sabrá lo sucedido.

–Y su esposa –apuntó Heath.

–A la que apenas conocemos, así que...

–No se atreverá a cuestionarte.

–Es mi esperanza.

–Dioses, lo siento Ashton, sé que...

–No, Heath, no lo sabes. Tú llegaste con tu nueva esposa, que no era tu prometida, y todo estuvo bien. Nadie lo cuestionó ni...

–Padre lo hizo –musitó Heath.

–Y, si hubiera seguido vivo, habría hecho más que cuestionar esto así que te lo agradezco. Por lo que hiciste.

–No hice nada.

–Pudiste oponerte al rompimiento.

–No. Es tu vida. Y eres mi hermano. Si puedo hacer algo por ti... lo haré.

–Y eso es lo que te hace diferente, tan diferente a nuestro padre –Ashton medio sonrió– gracias, Heath.

–¿Volverás?

–Sólo si no soy llamado antes. Ya sabes, ser parte de la guardia real y todo eso...

–Ahora lo eres. Oficialmente, un guerrero del rey. Dioses.

–Sí, lo soy.

–Pero también eres un Drummond, no lo olvides.

–No lo haré –Ashton miró a su hermano– y volveré.

–Procura hacerlo. Mantenerte a salvo... y volver.

Se despidieron con un breve abrazo y, cuando Heath salió, Ashton supo que pasaría un largo tiempo antes de que volviera a ver sus aposentos en el castillo Drummond. A su hogar.

Podía sentirlo. Y... francamente, no le importaba demasiado.

Era libre. Y eso era lo que importaba. Lo que siempre importaría.


***


–¡No puedes estar hablando en serio! –repitió Ashton, siguiendo de cerca a Kyan– dime que... ¡dioses!

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Solo una promesa (Drummond #5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora