En un mundo donde las palabras tenían tanto poder y las calorías tanto peso, el amor se convierte en una batalla constante.
•Créditos de los personajes a Haruichi Furudate.
•Idea completamente mía, puedes inspirarte en ella pero no toleraré plagio.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cada día, Kozume sentía el peso de la mirada ajena, incluso cuando nadie lo observaba. El espejo se había convertido en su peor enemigo, reflejando una imagen distorsionada de quien realmente era. Delgado y frágil, se sentía atrapado en una lucha interna constante. La escuela no era un refugio; las burlas por su apariencia y su comportamiento afeminado eran constantes, convirtiéndolo en un blanco fácil para los comentarios hirientes, más ahora que por fin se habia separado de Tetsuro, su compañero de vida.
Un día, entre la monotonía de su rutina y el esfuerzo por pasar desapercibido, apareció Shoyo. Era imposible ignorarlo: con su risa contagiosa y su energía desbordante, llenaba cada espacio que ocupaba. A diferencia de Kenma, Hinata irradiaba una confianza natural, acercándose a todos con la misma facilidad, como si cada persona mereciera su atención y afecto. Kozume, que siempre había creído que la invisibilidad era su única protección, se sorprendió cuando Shoyo se acerco y comenzó a hablarle, primero con bromas casuales y luego con una amabilidad genuina que no parecía tener segundas intenciones.
Al principio, Kenma se mostró distante, incapaz de comprender qué podría ver alguien como elpelinaranja en él. Pero poco a poco, las defensas que había construido empezaron a tambalearse ante la persistente calidez de Shoyo. Había algo en su sonrisa, en la manera despreocupada con la que enfrentaba la vida, que hacía que Kenma deseara, por primera vez en mucho tiempo, dejar de esconderse. Aun así, el miedo y prejuicio seguían allí, como una sombra que no lo abandonaba.
Mientras sus caminos se cruzaban más a menudo, Kenma no pudo evitar preguntarse qué vería Hinata en él, qué lo impulsaba a acercarse una y otra vez. Quizás, pensaba, solo era una broma más del destino, o tal vez, aunque le costara creerlo, Shoyo veía en algo que ni siquiera Kenma mismo era capaz de percibir. El inicio de una repentina relacion se convertiría en un catalizador para ambos, llevándolos a explorar sus propias inseguridades y a enfrentar sus miedos más profundos. Una historia que prometía, de una u otra forma, cambiar sus vidas para siempre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
