Primer paso: Entrar a Ludvig Kahlen y actuar normal.
Entré con el vestido que había comprado, tenía destellos plateados y era corto. Odiaba admitir que Melvin tenía la razón, pero era cierto que este atuendo era muchísimo mas apropiado para un ambiente así que el que yo iba a usar.
Actuar normal. Me acerqué a la barra y pedí el primer trago que leí en la carta, ni siquiera sabía si iba a gustarme. El bartender asintió y en menos de tres minutos puso el vaso delante mío. Era un asco. Evité hacer una mueca de desagrado en el acto.
Sabía que Melvin estaba merodeando por la zona, lo cual me dejaba tranquila. Solo tenía que concentrarme en hacer bien mi parte.
Segundo paso: Ubicar a George Ripley.
Mis ojos se dirigieron directamente hacia la zona VIP. En el centro había una gran mesa de Póquer y recordé las palabras de Melvin: "Ya sé dónde va a estar hoy, tiene una partida de póquer.".
En la mesa había cinco hombres que bebian y fumaban puros, pero entre ellos ni señal de George. Fruncí el ceño. Frente a la zona VIP había una mujer supervisando que nadie entre, me acerqué a ella con una sonrisa amable.
- ¿Hay alguna forma de entrar ahí? - pregunté sonando casual.
Frunció el ceño mirándome de arriba a abajo - ¿Estás con alguien que esté adentro?
- No realmente... - tragué saliva - pensaba hacerle compañía al señor Ripley.
- El señor Ripley todavía no llegó. Y aunque haya llegado - miró la lista - Estoy segura que usted no está en la lista, ¿Su nombre?
- Hanne... Hanne Nichols.
Leyó la lista por segunda vez y sonrió con sorna.
- No, no está en la lista. El señor Ripley es muy selectivo en ese aspecto, lo lamento señorita pero no puede entrar.
Maldita sea. Iba a decir algo más, quejarme pero una presencia detrás de mí me interrumpió. La mujer rápidamente se puso seria y abrió la cinta para que esa persona pueda pasar.
Segundo paso completado. Miré la figura prepotente de George, tenía un vaso en sus manos y estaba por entrar al vip.
- Gracias, Janice - le habló a la mujer y esta asintió, pasiva - ¿Ya están todos para jugar?
- Todos, señor.
Él asintió y su mirada recayó por un momento en mí.
- ¿Quién eres tú? - preguntó con una frialdad que me hizo estremecer.
En papel, Beth. En papel.
- Soy Hanne, señor Ripley, esperaba poder hacerle compañía esta noche. - hablé con voz "seductora" y una sonrisa.
Esto apestaba. Más vale que después de todo, Chris al menos nos crea.
George me miró de arriba a abajo con una media sonrisa - Si... - se acercó levemente a mi - Eso no va a pasat.
No tuve tiempo a reaccionar, él ya había entrado y se había unido a los demás en la mesa de Póquer. Esperen...¿Esto era parte del plan?
George Ripley había actualmente rechazado mi compañía y a pesar de que la situación era desagradable no podía evitar sentir ese simple gesto como un golpe a mi ego.
- Pero...
- Ya lo escuchaste - habló Janice. - Mejor alejate de la entrada del VIP, no queremos problemas.
Resoplé - Muy amable, Janice.
Volví hacia mi lugar en la barra, el horrible trago me esperaba. Suspiré y tomé mi celular para escribirle a Melvin.
"Tenemos Plan B?"
No habíamos pensado en eso, en nuestro, o mejor dicho, su plan, no había margen de error y probablemente ese era el mayor error.
- ¿Puedo invitarte un trago, linda?
Levanté la vista encontrándome con un tipo, que parecía tener unos tragos de mas.
- No estoy de humor, gracias.
- Vamos, no seas así. - su sucia mano acarició mi muslo. - un trago, parece que el que tienes ahí no te gustó tanto. No te culpo, a mí tampoco me gusta el Gin.
Respira Beth, respira.
La situación no ayudaba y me encontraba más irritable que nunca. Lo ignoré mirando mi celular y esperando que Melvin de señales de linda.
- No me hagas rogarte, muñeca - insistió - No puede ser tan difícil meterse entre tus piernas.
Mis ojos se abrieron de par en par.
- ¿Qué te crees? - dije parandome de mi asiento.
- Difícil, así me gustan.
Oh no. Elegiste el día incorrecto. Tomé el vaso de Gin y lo tiré sobre su perfecta camisa blanca "accidentalmente".
- ¿¡Qué te pasa?! ¿Estás loca?
De pronto todo el antro estaba atento a nuestro pequeño entredicho.
- Tal vez. Imbécil. - suspiré - Me largo de aquí.
Empecé a caminar hacia la salida. No iba a ser el conejillo de indias de ningún plan. Si Chris quería ahogarse en la miseria de los Ripley, que lo haga. Si Melvin quería encontrar a alguien para rescatar a su amigo, que busque a otra persona.
Estaba abriendo la puerta cuando una mano tocó mi hombro. Era Janice, la mujer de seguridad del VIP.
- El señor Ripley quiere verla - habló, rodando los ojos.
- Ya me estoy yendo, no voy a causar más problemas.
- Acompáñame.
Con el ceño fruncido caminé lentamente detrás de ella. Lo impensado sucedió y en un abrir y cerrar de ojos entré al vip y me posicioné al lado de George, que estaba sentado mirando las piezas del póquer.
- ¿Qué? - pregunté fría.
Alejó la mirada de las piezas para mirarme a mi.
- ¿Armaste un espectáculo ahí afuera, hmm?
- Lo lamento - dije, odiando tener que disculparme con este sujeto - Ya me iba, no quería manchar la ""intachable"" reputación de su bar. - en mi voz había una pizca de ironía.
- Tranquila, rojita. - suspiró y sin despegar la mirada de las fichas palmeó su regazo - Está bien, lograste llamar mi atención.
Lo miré con los ojos abiertos. ¿Tercer paso completado?
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Somebody to love 🫀
Romance↬Secuela de Rhode Island y Daylight. En el corazón de la sociedad americana, el apellido Ripley es un susurro de terror, un nombre que evoca miedo y sumisión. Melvin Grace ha descubierto el oscuro secreto que se esconde detrás de esa familia, una ve...