ESPERO QUE TENGAMOS UN BEBE!

PORCHAY THEERAPANYAKUL

Kim y yo llevamos seis meses intentando tener un cachorro.

Después de consultar a un especialista en fertilidad, me sentí más tranquila. Me aseguró que mi sistema reproductivo no se vio completamente afectado por el uso continuo de anticonceptivos, y que existe la posibilidad de que tenga un embarazo saludable. Me dio una serie de requisitos a seguir, como: una dieta más equilibrada, rica en proteínas y nutrientes; una dosis constante de alfa feromonas, dormir bien, evitar el estrés y no tomar ningún otro tipo de medicación, a menos que sea una emergencia. En lo que respecta al sexo, nos aconsejó a Kim y a mí que disfrutáramos más del momento y no nos dejáramos atrapar por la idea de que conducirá a algo. "Que suceda de forma natural" "la naturaleza hará su parte".

- Es tarde - murmuro, casi ronroneando por el cariño de Kim.

Debería ser el apogeo de mi período de celo, pero hasta ahora, no hay señales de que esté entrando en celo. Kim incluso me pidió unos días libres para pasarlos conmigo, asegurándose de que no pase por lo que pasé en mi última serie.

Cuatro días - susurra, alejándose. ¿Podría ser que...?

He estado más cansado, pero ese es un síntoma que no tomo mucho en consideración.

- Me sentí mareado esta mañana - comento recordando lo sucedido.

- ¿Quieres hacer una prueba?

Me acurruco en el sofá. Desde que empezamos a intentar tener un cachorro, ha habido cuatro pruebas negativas.

- No quiero volver a decepcionarme- confieso, mi voz casi un susurro.
Kim se sienta a mi lado, me toma la mano con fuerza y sus ojos están llenos de amor y comprensión.

- Lo se mi amor. Pero tal vez esta vez sea diferente. Y si no es así, lo seguiremos intentando juntos.

Se levanta y va a buscar la bolsa que guarda en el armario de la cocina. Sus movimientos son cuidadosos, casi reverentes, como si cualquier sonido pudiera hacer añicos la tenue esperanza a la que nos aferramos. Regresa, tendiéndome la prueba, con los ojos llenos de una mezcla de aprensión y afecto.

Respiro profundamente y tomo la prueba de sus manos. El camino hasta el baño parece más largo que nunca. Cada paso es una batalla contra el miedo y la ansiedad. Entro, cierro la puerta y sigo las instrucciones, esperando los minutos más largos de mi vida.

Cuando finalmente miro la prueba, mi corazón casi se detiene. Dos líneas. Positivo.

Salgo del baño sosteniendo la prueba temblorosamente. Kim está en la sala de estar, con los ojos fijos en la puerta. Se levanta en el momento en que me ve.

- ¿Y luego? - pregunta, su voz es un hilo de esperanza.

- Positivo - digo, apenas creyendo las palabras que salen de mi boca.

Los ojos de Kim se llenan de lágrimas y me abraza con fuerza. Siento que el peso de meses de incertidumbre y miedo se disuelve en ese momento.

- Tendremos un cachorro - susurra, con la voz ahogada por la emoción.

Apoyo mi cabeza sobre su pecho, escuchando el rápido latido de su corazón. Por fin, después de tanta espera, tenemos nuestra respuesta. Kim me frota la espalda con manos firmes y reconfortantes.

- ¿Estamos realmente embarazados?

- Sí, lo estamos.

Kim se aleja sólo para arrodillarse y besar mi vientre plano. Sonrío, acariciando su cabello. Las lágrimas corren por mi rostro. El amor y la felicidad que siento es abrumador. Kim abraza mi cintura y sus propias lágrimas mojan la camisa que llevo.

De repente, se levanta, sus ojos brillan con una mezcla de emoción y nerviosismo.

- ¡Está bien, está bien, tenemos que prepararnos! - Comienza a caminar de un lado a otro por la habitación. - Necesitamos una cuna, un cochecito, ropita de bebé... ¡Ah, y la lista de nombres! ¡Tenemos que empezar a pensar en nombres!

Me río, tratando de calmarlo.

-Kim, cálmate. Tenemos tiempo. Son sólo tres semanas.

Se detiene de repente y me mira con los ojos muy abiertos.]

- ¡Tres semanas! ¡Ya llevamos tres semanas! Eso significa que sólo tenemos... empieza a contar con los dedos, pero pronto desiste, exasperado. ¡Oh, no importa, tenemos que darnos prisa!

- Kim, amor, está bien. Tenemos tiempo para organizarlo todo. - Acaricio su rostro, intentando traerlo de vuelta a la tierra.

Pero ya está de nuevo en modo de planificación frenética.

- Bien, bien. Empecemos por lo esencial. Mañana vamos al médico para asegurarnos de que todo está bien. Luego podremos hacer una lista de todo lo que necesitamos. Y quizás podamos empezar a pensar en decorar la habitación del bebé...

Me río de nuevo, abrazándolo.

- Kim, lo vamos a lograr. Y hagámoslo juntos. Disfrutemos este momento, ¿vale?