El Gran Vacío - Terumob

Capítulo 6

El hombre entra a trompicones en la oficina, con los ojos saltones y calvo, y se le atragantan las palabras. Las bolsas de color marrón oscuro bajo sus ojos están casi increíblemente hinchadas, y su piel envejecida tiene el aspecto de cuero viejo y agrietado.

Mob está preparando un aromático chocolate caliente Keurig en la trastienda, y Teru no quiere molestarle. Reigen y Serizawa han desaparecido en alguna parte. Teru y Tome son los únicos que quedan en el vestíbulo, y Tome tiene los pies apoyados en el sofá, hojeando un artículo sobre el monstruo de Flatwoods sin levantar la vista. Teru se queda para hacer el triaje.

"Hola", dice Teru, "bienvenido a Espíritus y Demás, ¿puedo ofrecerte algo?".

"¿Somos un restaurante?" dispara Tome desde el sofá. Teru suspira por dentro.

Hombre: "Podrías traerme a mi esposa".

Teru: "¿Tu esposa?"

Hombre: "Sí".

Teru: "¿Tiene teléfono?"

Hombre: "No".

Teru: "¿Tu esposa no tiene teléfono?"

Hombre: "No."

Teru: "¿Dónde está ahora? ¿Está en el trabajo?"

Hombre: "Está muerta".

Teru: "Ah."

Pasa un momento en el que Teru se pregunta cuál es la mejor manera de dar el pésame, lo que hace que Teru no diga nada más. Mob, el amado de Teru, vuelve a entrar con cacao, y Teru le mira y sonríe. Mob le devuelve la sonrisa. "Hola", le dice a su invitado. "¿Quieres chocolate caliente?". Tome se levanta y camina distraídamente hacia el armario de suministros, todavía mirando la pantalla de su teléfono.

"Vi un esqueleto gigante en el bosque Seminosubara", dice el hombre.

Teru parpadea. "¿No me digas?"

Un zumbido cacofónico anula toda conversación posterior. Tome entra con la aspiradora.

"Oye, ¿podrías no pasar la aspiradora?". Dice Teru. "Tenemos un cliente aquí".

Tome le mira y arranca el cable de la aspiradora de la pared, sin dejar de mirar a Teru.

"¿Este sitio está dirigido por niños?", pregunta el tipo.

"No, no, tenemos adultos", dice Tome. "¿Dónde están Reigen-san y Serizawa-san?".

Teru no está seguro de adónde van cuando desaparecen así. ¿El coche de Reigen, tal vez? Pero si se están besando en el coche de Reigen, debe ser incómodo. Ya es muy estrecho. Teru se encoge de hombros.

"Iré a buscarlos", dice Mob.

"No deberías hacer eso", dice Teru.

Los tres chicos están debatiendo qué hacer cuando, como si nada, Reigen y Serizawa vuelven a entrar en la oficina por la puerta trasera, tomados de la mano. Reigen lleva la corbata suelta alrededor del cuello, los dos botones superiores de la camisa desabrochados, el cuello arrugado y Serizawa acaba de decir algo que le ha hecho reír.

"Oh, cielos", dice Reigen, involuntariamente, al ver al cliente. Se lleva las manos a la nuca. "Hola, bienvenido a Espíritus y Demás, ¿en qué podemos ayudarle?".

De seguro estaban en el auto, piensa Teru.

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"¿Un esqueleto gigante? ¿Como un gashadokuro?", pregunta Hoyuelo, rascándose la barbilla. "En realidad son las almas de varias personas fusionadas en un solo espíritu. Son espíritus malignos que aparecen donde ha habido un gran derramamiento de sangre, o donde hay una fosa común, o cuando la gente muere sin ser enterrada, o cuando la gente muere de hambre. Empezaron a aparecer en los años sesenta, cuando la gente empezó a contar historias sobre ellos; nacieron de la creencia de la gente, como las leyendas urbanas. Son bastante poderosos y peligrosos".