luchando contra los mas fuertes

Prologo

El dia era de lo mas tranquilo, las nubes paseaban suabemente sobre mi cabeza mientras tenia en mis manos una pila de heno listo para amontonarlo en alguna parte, mi vista estaba fija mas alla del cielo, no se como, pero desde hace un tiempo que este malestar me invade y no tengo idea de porque, si bien me he metido en problemas por aqui y halla nunca fue a este grado donde siento que todo al mi alrededor no es seguro, pense un rato en lo que podria ser pero nada se me vino a la mente, suspire resignado, solo podia rogar a mis adentros que no fuera nada malo, antes de que pudiera dar un paso escuche a alguien llamando

¿ya terminaste ahi?

me gire viendo un hombre con un sombrero de campesino, lo mismo para el resto de sus ropas ademas de que amontonaba el resto del heno mientras fumaba su cigarro, usaba unos anteojos, aparte de ser algo bajo y rechonco, el hombre estaba abanicandose con su mano antes de que posara su atención en mi

uh, en realidad aun tengo algo de trabajo por aqui, solo me tomara unos minutos y ya acabo

el señor solo asintio antes de apoyarse contra el rastrillo y mirar el progreso ya hecho, mi atención regreso a lo que estaba haciendo, ambos logramos terminar esto en poco tiempo, luego de haber terminado la mayor parte, ambos nos sentamos contra la camioneta, esperando a relajar aunque sea un poco nuestros cuerpos

el hombre saco una botella de agua y empezo a tomar un sorbo, yo por mi parte me maldije al no haber traido aunque sea una lata de refresco, me vendria bien en este momento, pero mi frustración duro solo unos segundos al recordar que no tenia dinero para comprar uno, si, tal como lo oyes, a acausas de ciertos acontecimientos no tengo ni siquiera para una simple lata, asi de mal estoy, pero no es la gran cosa, es solo uno de esos dias donde todo me salio mal y termino asi, quizas me vuelva a recuperar como varias veces en el pasado

suspire y recoste la parte inferior de mi cabeza contra el vehiculo, los recuerdos de como llegue a este prado en solitario aun me eran fresco y subreales para la mayoria, ni el granjero que esta a mi lado me creyo cuando le conte lo que ocurrio para que acabara en medio de la nada 

repase el escenario que me trajo aqui para matar el tiempo, yo normalmente vivo en la ciudad que esta a kilometros de aqui, se requeriria de horas como minimo para recorrer la tremenda distancia, bueno, mi suerte jugo en mi contra, eso es lo que puedo decir, estaba por ahi tratando de hallar un trabajo onrado como todos los demas, ya habia echado a perder un sin fin de ellos, asi que el conseguir uno era tarea imposible cuando mi reputación ahi estaba por los suelos gracias a mi racha de infortunios estaba en lo mas alto, al haber fracasado en mi busqueda trate de reflexionar sobre mis incidentes en mi apartamento, solo queria comer algo de ramen instantaneo, pero todo se fue al traste cuando sin querer me resbale o tropeze contra la pata de la mesa, que, convenientemente estaba a unos pocos pasos del balcon, y bueno, me cai desde una vuena altura, y por gracia del destino termine cayendo sobre un camion cuya carga era escombros de una construción, decir que fue doloroso era quedarse corto, trate de bajar pero mi pie se atoro, lo unico que pude hacer fue gritar al conductor que se detuviera, pero no me escucho, no ayudo que tuviera la ventana cerrada y la musica a alto volumen, cuando me libere cai en medio de la carretera, creo que perdi el conocimiento o algo hasi, porque al segundo el camión estaba a unos metros de distancia y luego ya no habia rastro de él, mi orientación quedo echo un desastre, no sabia donde era donde lo cual me llevo a caminar sin rumbo hasta que este amable señor me ofrecio a llevarme de regreso, si el mismo granjero

pero aqui es donde las cosas que ponen complicadas, nunca fui bueno recordando el nombre de los lugares, asi que estaba mas perdido que niño en el centro de la ciudad, por lo que llegamos a un acuerdo, yo terminaria ayudandole el restp del dio y él se tomaria la molestias de llevarme a la ciudad y recorrer cada calle hasta hallar donde vivia y asi nos hubicamos ahora