-NARA DEAN-
-Vete al baño, me da vergüenza-dije.
-Vete tú al baño.
-No, no tengo ganas ni de moverme.
-Pues yo menos, y de todas formas te voy a ver luego desnudo.
-Pero no ahora, gírate al menos.
Se giró, me quité los calzoncillos sucios y cogí los limpios de Roman, pero en ese momento se dio la vuelta y me vio desnudo. Me tapé.
-Eso no vale, eres una pornosa-me sonrojé.
Ella se mordió el labio y sonrió, estaba muy sexy así. Se acercó a mí lentamente y juntó sus labios con los míos. Me quedé quieto y en un principio pensé en apartarla, y no precisamente de forma suave, pero escuché una puerta abrirse y las voces de Roman y Renee discutiendo en el pasillo. Quizá no debería rechazarla, podía utilizarla para dar celos a Renee, y si lo pensaba bien Elisabeth era la única que había estado ahí cuando la necesitaba, sin ella probablemente estaría muerto. Por todo esto continué con su beso; al principio me dio bastante asco y hasta ganas de vomitar, pensando en todo lo que me había hecho no sólo a mi, sino también a mis amigos; pero un minuto después noté como una electricidad que me unía a ella con cada roce y me hacía desear más y más. Le quité la camiseta y ya no era yo, sino un poseso de su cuerpo. No sé exactamente qué paso después, oía voces en el exterior que rápidamente reconocí como las de Renee y Roman, estaban a punto de entrar en la habitación, por fin podría darle celos, eso me hizo sonreír.
La puerta se abrió y una exclamación de sorpresa inundó la habitación. La cara de mi hermano y mi ex-novia era un poema, me contuve la risa. Un momento, ¿por qué tenía el tanga de Elisabeth en la boca? Rápidamente lo escupí con asco.
-¿Vosotros dos no sabéis lo que es llamar a la puerta?-preguntó Elisabeth, que estaba claramente molesta.
-Esta es mi habitación. ¿Y tú qué estás haciendo, Dean?
-¿Acaso no puedo? Al contrario que tú yo estoy soltero.
-Ya... Lo de Renee fue un error, no sé como llegó a pasar, estábamos pasados de copas. Pero no entiendo lo de Elisabeth, ella te ha hecho la vida imposible.
-En realidad ella ha estado ahí cuando necesitaba apoyo, no como vosotros.
Observé la expresión de Renee, tenía los ojos rojos y húmedos, y pronto comenzó a llorar.
-¿Y tú por qué lloras? ¿No tienes suficiente con follarte a tu "super-hombre" que ahora también quieres al mío? Pues vete olvidando de Dean, zorra, porque él es mío, ¿entiendes? Así que ya os estáis marchando los dos de aquí-dijo desafiante.
-¡Cállate! A ti no te quiere, sólo te está utilizando.
Elisabeth se acercó a Renee y le dio tal torta que se le quedaron los dedos bien marcados, una vez la rubia estaba en el suelo empezó a darle una patada tras otra. Roman intentó contenerla, pero ella también le tiró al suelo de forma que cayó sobre su herida. Me acerqué lentamente a ella.
-Cariño, déjalos ya y sigamos con lo nuestro-la besé.
Cerramos la puerta y me lanzó a la cama, se colocó sobre mí y seguimos con lo que hacíamos hace unos cinco minutos. Estaba distraída besando mi cuello, la solté de ahí un momento y aproveché para hacerle un candado a sus piernas. Ella chillaba como nunca antes le había oído.
-¿Qué haces, estúpido? ¡Suéltame!
-¿En serio creías que te besaba porque me gustas? Todo ha sido un truco para poner celosa a Renee y vengarme por irse con Roman.
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Obsesión (Dean Ambrose Fanfic)
FanficDean Ambrose es un famoso luchador de la WWE, es impredecible, hace lo que quiere y no le tiene miedo a nada, al menos hasta que conoce a Elisabeth, una fan de la lucha libre tremendamente obsesionada con él y casi tan lunática e inestable como el p...