- Hermanita, no me toques las narices y pon firme de una vez a tus empleadas de la tienda. A penas venden y además se pasan el día de risitas dando muy mala imagen. Si no lo haces tú lo haré yo, y créeme que no te gustarán mis métodos.
- La tienda es mi territorio, lo sabes bien. Carmen y Claudia son excelentes trabajadoras no entiendo por qué hoy te has levantado de tan mal humor. Disfrutas molestándome y te informo de que estás perdiendo el tiempo.
Marta no soportaba los constantes pulsos que su hermano Jesús le lanzaba. Para ser tenida en cuenta en las decisiones ella tenía que demostrar más capacidad, más trabajo y más compromiso por la empresa que los hombres de su familia. Jesús se empeñaba en llevarla al límite incluso durante el desayuno.
- Buenos días, hijos – El patriarca hizo acto de presencia y suavizó el enfrentamiento entre hermanos. – Tengo muy buenas noticias, acabo de recibir el correo y entre las cartas había una de vuestro hermano Andrés. Nos ha escrito para avisarnos que regresa hoy mismo a casa desde Jaca.
- Aquí no se le ha perdido nada, lleva años sin aparecer por aquí y nos hemos apañado muy bien sin él – El rostro de Jesús no mostraba ningún tipo de ilusión por la vuelta de su hermano.
- Qué buena noticia, padre, no haga caso a Jesús, hoy tiene un mal día. – Marta dibujó una mueca de burla hacia su hermano mayor –
- Parece que llegará por la tarde, celebraremos esta noche una cena en familia para darle la bienvenida como se merece.
- Justo hoy tengo que viajar a Madrid, me esperan en la tienda de Arenal y no puedo aplazarlo. Llegaré directamente para la cena, no se preocupe, padre. De hecho, debería irme ya o llegaré tarde a mis reuniones, tengo que pasar primero por la fábrica para recoger unos albaranes.
- De acuerdo, hija, nos vemos en la cena.
Marta estaba encantada con sus pequeños viajes de negocios tanto a Toledo como a Madrid, ya que le permitían salir del ambiente tóxico que se había creado con su hermano Jesús desde que ella empezó a tomar responsabilidades en el negocio familiar. El mayor de los de la Reina no veía con buenos ojos que su hermana, mujer, ganara peso en la empresa y se encargaba de recordárselo constantemente. En sus viajes Marta podía respirar y, aunque no pudiera reconocerlo públicamente por su condición de mujer, disfrutaba mucho conduciendo el automóvil familiar hasta su destino.
Fue precisamente mientras conducía cuando se le ocurrió la idea: aprovechar que se encontraba en Madrid para darle una sorpresa a su hermano y recogerle en la estación de autobuses. Conocía bien el itinerario habitual de Andrés de sus anteriores visitas y sabía que el autobús de Jaca le dejaba en la capital y él continuaba hasta Toledo en el autobús de línea. Se moría de ganas por verlo, su relación con Andrés era muy diferente a su relación con Jesús y estaba convencida que su hermano pequeño conseguiría devolverle la alegría que hacía tiempo que había perdido.
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Toledo - París - Toledo
Fanfiction¿Y si Fina se hubiera marchado con Esther a París la primera vez que esta se lo propuso? Este fanfic explora la vuelta a Toledo de una Fina Valero sofisticada que ha estado viviendo en París los últimos tres años. ¿Lograrán Fina y Marta enamorarse e...