Capítulo 3:"La Cena"

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Lilith no podía conciliar el sueño. El sueño perturbador y el encuentro con el hombre misterioso la tenían en vilo. Decidió salir de su casa y regresar al lugar donde había chocado con él. Quizás recordando el momento, podría desentrañar el misterio.

Llegó a la plaza y se detuvo en el punto exacto donde se habían encontrado. Cerró los ojos, intentando revivir la escena. De repente, escuchó pasos detrás de ella.

Se dio la vuelta y vio al hombre de ojos celestes acercarse. Era moreno, de unos 30 años, con una constitución atlética y una sonrisa enigmática.

Lilith se sintió nerviosa y decidió evitarlo, pero el hombre se acercó demasiado rápido.

-Lilith, por favor, escúchame -dijo, con una voz suave y persuasiva.

-No necesito escuchar nada -respondió Lilith, intentando alejarse.

-Tu rostro se ve diferente -comentó el hombre, deteniéndola-. Pero tus ojos son los mismos.

Lilith se sintió asustada, pero también curiosa.

-¿Qué quieres de mí? -preguntó, intentando mantener la distancia.

-Quiero explicarte quién soy y por qué te conozco -respondió el hombre, con una mirada intensa.

Lilith dudó un momento. ¿Debía confiar en él? Pero su determinación de saber la verdad prevaleció.

-Vamos a cenar -dijo abruptamente-. Habla allí.

El hombre sonrió y asintió.

-Me llamo Alessandro -dijo, mientras caminaban hacia un restaurante cercano.

Lilith se sentó frente a él, intentando leer su expresión.

-Comienza -dijo, con una voz firme.

Alessandro respiró hondo y comenzó a hablar.

-Nuestros caminos se cruzaron hace mucho tiempo, Lilith. En un lugar que no puedes recordar.

Lilith se inclinó hacia adelante, ansiosa por escuchar la verdad.

-¿Qué lugar? -preguntó, su corazón latiendo con anticipación.

Alessandro sonrió, como si supiera que estaba a punto de revelar un secreto que cambiaría todo.

Del amanecer al ocaso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora