Museo Guggenheim Ciudad de
Nueva York.Quince años después...
WEDNESDAY
Esta mierda nunca era fácil.
Mientras estaba detrás de las
escenas de mi exposición,
escuchando cientos de voces en el
otro lado de la pared, mi corazón se
aceleró.El director del museo estaba allí
ahora, dándole a la multitud su
charla presentando mi exposición. Después de años de hacer esto no se
me habían quitado los nervios de
la noche de la presentación y mi
aprensión sobre cómo sería recibida la muestra. Cerré los ojos y respiré profundo.Justo en ese momento, una mano
familiar acarició mi espalda,
el aroma de jazmín llenó el
espacio alrededor. Mis hombros
inmediatamente perdieron su
tensión y exhalaron en relieve.-Enid -Exhalé con un suspiro.
Cuando abrí los ojos, vi que mi bella
esposa se había trasladado hasta
estar delante de mí, vestida con un
largo vestido rojo ajustado, su largo
cabello cayendo sobre su hombro.Puso sus manos en mi cara.
-Respira, cielo. La gente las adora.
La mayoría están demasiado ciegos
por las lágrimas al hablar incluso.Envolviendo mis brazos alrededor
de su cintura, la atraje hacia mi
pecho y presioné mis labios contra
los suyos. Enid se fundió en mis
brazos y sus dedos recorrieron mi
cabello largo.Tirando hacia atrás, su mirada clara encontró la mía y las lágrimas llenaron sus ojos.
-Estoy muy orgullosa de ti -me
susurró y presionó suavemente su
frente en la mía-. Una exposición
permanente en el Guggenheim.
Wednesday. Es el sueño de toda artista contemporánea. No hay mayor honor.Asentí y deje escapar un largo
suspiro.-Lo sé-dije y di un codazo con
mi barbilla en dirección a la galería- ¿Está lleno? ¿Consiguieron la participación que querían?-Lleno-respondió con
entusiasmo.Justo en ese momento, se abrió la
puerta detrás de nosotras. Volví a
ver a mis dos hermosas hijas entrar
en mi escondite. Sus rostros se
iluminaron con sonrisas hasta sus
orejas mientras corrían hacia mí,
casi me llevan contra el suelo.Incapaz de contener una risa, las
envolví en mis brazos. Cuando
levanté la vista, Enid estaba
mirando hacia nosotras con na
sonrisa aguada en su rostro.
Después de todos estos años todavía
era mi mayor animadora... y
esto, mi pequeña familia, que me
rodeaba... eran mi todo... mi luz, mi mundo y mi esperanza que me
devolvía la vida.Con un último apretón, Morticia, mi
hija de quince años, se retiró;
Violeta, mi hija menor, hizo lo
mismo. A los doce años hacía todo
lo que su hermana hacía. Parecía
ser un rasgo Addams.-Mami -dijo Morticia con sus ojos
claros brillantes-. Es hermoso.
Las personas se están volviendo
locas por las esculturas... -su
rostro se sonrojo mientras las
lágrimas comenzaron a correr por
sus mejillas-... tus esculturas,
mami-anunció con orgullo.Sintiendo mi garganta estrecha al
ver su muestra de emoción, levanté
mis manos y limpie sus mejillas con
las yemas de mis pulgares.Al oír un resoplido a mi derecha, miré hacia abajo para ver a Violeta
mirando hacia su hermana mayor,
también derramando lágrimas.Inclinándome, le pregunté:
-Oye, tú no, mia cara. ¿Qué es
todo esto? -Mi voz se quebró,
mi garganta apretada al ver las
reacciones de mis hijas.
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Dulce Esperanza (Wenclair Gip)
FanfictionAMO el amor; el pensamiento de él, la excitación nerviosa de enamorarme de un ser perfecto, el deseo de alguien convirtiéndose en todo mi mundo... de un yo convirtiéndome en suya. Siempre he querido un romance apasionado, vertiginoso, épico, que te...