Sentir es pecado 👑[4]👑

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3/11/1659

—Seré franca majestad, tengo asuntos que resolver y teniendo esta conversación me trae contratiempos. —Se cruzó de brazos mostrando un semblante serio.

—¿Y a que se debe tanto apuro?, apenas llega princesa, al menos almuerza y luego se marcha. —Ofreció sonriendo ladino ante el aspecto frustrado de su inferior.

Cecily asintió demostrando una mueca engañosa, ignorando la pregunta, el tiempo era corto y su padre no toleraba la espera durante esa época, así que tenía que ser breve y salir de ahí, para no decepcionarlo. Al armar la mesa con suplementos ricos en vitaminas, hortalizas y otros minerales, la menor relamió sus labios observando aquel banquete, ya que en su hogar no existía dicha versatilidad en sustentos.

—Espero sea de tu agrado, provecho. —Comentó empezando a rebanar las carnes que disponían del comedor.

—Ujum.. Provecho. —Repitió el mismo gesto deleitando su paladar con cada bocado que probaba, con esos alimentos entendía más la razón de su padre por querer conquistar la jerarquía superior ¿Quién sería infeliz con aquel manjar?

Mientras los soldados se posicionaban al lado del superior, otorgándole su espacio personal, procurando evitar cualquier inconveniente, Cecily solo satisfacía sus necesidades alimenticias, encantada con unas que otras frutas que traían los cocineros, que a pesar de los acontecimientos del contratiempo, disfrutaba su corta estadía, suspirando con algún día tener aquellos beneficios, sin tener que robar, falsificar o inclusive, mentir para ganar la superioridad de su progenitor y la poca voluntad que mantenía el reinado de las dos Sicilias.

—Cecily, ¿podría preguntarte algo? —Observó a la menor, soltando una risa en el acto al apreciarla con la boca llena, devorando lo que se le antojase, que a pesar de eso, visualizo un "sí". —¿Por qué no hacen las pases con el territorio Borgía?

Aquella solo se atragantó con el agua que apenas bebía, tosiendo para poder recuperar la respiración y establecer bien la conversación. —¿Q-que, es en serio?, el territorio Borgía nos detesta y eso ha sido por décadas, así que no creo que ellos, ni mi padre logren razonar, durante estos años no se ha preguntado ¿Por qué son los mejores de todo el país? —Razonó afincando sus manos sobre la mesa, empeñando sus uñas en el mantel, logrando apreciar el ceño fruncido del contrario.

—La verdad, solo me ha importado mi gente, nunca pensé nada al respecto.

—Bien, ¿tiene en cuenta los acuerdos que realizó Borgía durante estos días?, casi todas las jerarquías asistieron a la ceremonia del banquete de castañas y usted no fue invitado, y eso que sus exportaciones también incluyen a aquel reino y así viceversa, ¿cierto? —Preguntó apreciando un ligero movimiento de extensión y flexión por parte del contrario. —Ahora que sabe los acontecimientos, antes de irme quería pedirle un pequeño favor. —Sonrío moviendo unos cuantos mechones de cabellos tras de su oreja.

—Dígame, ¿Cuál es? —La observó con intriga, el territorio más grande del país traicionó su confianza al realizar conmemoraciones sin su presencia, rompiendo el contrato que siglos atrás se certificó, el cual mencionaba que durante cualquier evento u ceremonia realizada en el palacio, su jerarquía sería la primera en festejar con aquellos a cambio de sus mejores productos para la decoración, manteniendo los aposentos de sus reinos impecables con cada detalle hecho a mano por sus ciudadanos.

—Para ahorrarme el viaje, ¿podría trasladarme a ese territorio?, tengo asuntos que resolver y creo que ahora con la información entregada sería mejor que nos ayudemos mutuamente. —Posicionó uno de sus codos sobre la mesa, recalcando su mejilla sobre su puño, otorgándole toda su atención al patriarca.

El amor no es justoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora