ᗯᗩᑎTEᗪ ♡ || Iᑎᗩᘔᑌᗰᗩ EᒪEᐯEᑎ YᗩᑎᗪEᖇE × ᖇEᗩᗪEᖇ

ᑕᕼᗩᑭTEᖇ TᗯEᑎTY

Ghina al momento que tuvo la oportunidad se fue a buscar a Kageyama.

El Raimon luchaba contra el Nuevo instituto imperial y no había ningún enfermo cerca.

Era su mejor oportunidad para poder ver a Kageyama.

Recorriendo todos los pasillos y llendo directo a la cima del Submarino, logrando encontrar una enorme puerta donde estaba la oficina de Kageyama.

Entro sin tocar, algo que era de mala educación pero estaba emocionada, su esperanza estaba ahí.

Los dos chocaron miradas, Ghina tardo unos segundos pero si cuerpo reaccionó y fue a correr con Kageyama.

Se abalanzó hacia el para abrazarlo y ocultar su rostro en el cuello del mayor.

"Señor Kageyama, señor Kageyama lo he extrañado".

Kageyama palmeo el cabello de Ghina para sonreírle con dulzura "Ha pasado tiempo Ghina, me alegra el verte y saber que estás a salvo".

Ghina solo pudo asentir "Yo también estoy feliz de verle😊 le quería contar varias cosas pero antes debo de decirle algo, un favor".

Kageyama se sentó en su asiento, y Ghina seguía en su regazo como una niña pequeña que buscaba la atención de su padre.

"¿Que tipo de favor Ghina?".

"Estoy segura que sabe sobre mis compañeros se equipo y su extrañez que tienen conmigo" Kageyama asintió "Quiero irme hoy mismo del país, ya no les soporto, ya no puedo con ellos, necesito irme a casa y señor Kageyama usted es mi única esperanza".

Kageyama sabía bien lo que pasaba, el objetivo de Kageyama era destruir y dominar el fútbol.

Pero cuando volvió a encontrarse con su querida niña no pudo evitar preocuparse por la obsesión que le rodeaba a Ghina, su objetivo había cambiado desde hace mucho.

El se había aliado con la academia Alius para poder proteger y sacar a Ghina del Raimon, pero no espero que también los equipos de la academia Alius quedarán igual o peor de obsesionados con Ghina.

Sus planes no habían ido bien, y ahora tenía que pagar las deudas con el Jefe de la academia Alius.

Pero su objetivo estaba ahora a su alcance, mandar a Ghina a Estados Unidos.

"Estoy más que dispuesto Ghina".

..

Pero hubo un fallo en el submarino, y el submarino empezaba a hundirse en las espesas aguas del océano.

Akio había llegado a la oficina de Kageyama y al ver a Ghina ahí sonrió maniáticamente, algo que Kageyama noto.

"Lárgate de aquí Fudou, no te quiero cerca de Ghina ¿Me escuchaste?" Dijo Kageyama poniendo a su niña atrás de el.

"¿Ah? ¿Es que no puedo hablarle siquiera?".

"Ni mirarla, ni pensar en ella".

"¡Ja! Pues ya es muy tarde".

Kageyama gruño y Fudou seguía sonriendo.

"Sal de aquí Fudou, antes de que tome alguna medida drástica" amenazó Kageyama y Fudou supo que no mentía.

La pistola de Kageyama estaba a unos centímetros.

Y Fudou solo pudo observar una vez más a Ghina antes de irse, solo pensaría en esa chica por un buen tiempo.

Algo que molestaba a Fudou es que ella seguiría en el Raimon, y no era difícil darse cuenta de la obsesión del Raimon hacia Ghina.

Si tan solo le hubiera dejado una marca para demostrar un territorio.