10/11/1659
Una semana había pasado desde el acontecimiento de los besos influyentes de ambos príncipes, donde el miedo, ansiedad, y tristeza se hizo presente durante todos los siguientes días. Por un lado, Zack se hundía en sus pensamientos tanto positivos como negativos, preguntándose si haber hecho el acto ocurrido con el pelinegro fue correcto, y así mismo, nombrando como el contrario besaba al par de sus labios, teniendo una sintonía que nunca había sentido durante su vida, produciéndole un escalofrío que recorría cada torso de su membranosa figura al pensar en el pasado toque.
En cambio, Nicholas no entendía todos sus nuevos pensamientos y emociones, tenía en cuenta que lo que hizo estuvo mal, pero su cuerpo se lo pedía, por extrañas razones le pedía más acaricias provenientes del castaño, queriendo sentir cada roce del anterior. Sin embargo, a pesar de sus deseos culposos, su cercanía con Zack fue disminuyendo de a poco, donde solo disminuidos diálogos y gestos eran intercambiados mediante los pasillos del reino o inclusive en sus clases reales, haciéndoles a ambos, sentir un vacío por sus acciones.
Por otro lado, mientras el alejamiento entre ambos era cada vez mayor, a pocas distancias del castillo se aproximaban carruajes que traían mercancías provenientes de las diferentes jerarquías del país, enumerando sus promesas con aquel reino, siendo una de las últimas, la que transportaba a Cecily hacia su destino.
—Ya casi llegamos, señorita. —Mencionó el guardia encargado de conducir el carruaje, cuál es extremadamente detallado y ornamentado, proviniendo de un pigmento plateado. Está hecho de un material metálico con intrincados diseños que cubren toda la estructura. La carrocería del carruaje parece estar adornada con elementos decorativos que incluyen formas florales y patrones complejos, acompañada de leones que le perfeccionan, completando su elegancia y vigor con los elegantes equinos que le hacía andar.
—Está bien. —Respondió ante el informe del anterior, observando los hermosos paisajes del terreno, envidiando cada pequeño detalle que visualizaba.
Tras su afirmación y su cercanía al castillo Borgía, sus planes ya tenían pautas específicas desde principio a fin, sin percatarse que estos serían estrictamente modificados por los acontecimientos que conllevaría con los herederos de los dos reinos más fuertes de Italia, llevando a cabo, celos y más sentimientos por parte de alguno de los dos sucesores.
Mientras que, por otro lado, Zack se encontraba en sus clases de ballet, ya luego de haber realizado su rutina mañanera para tener mejor resistencia en el arte ya mencionado, la sala que disponía de su singular presencia, es opulenta y ricamente decorada, contando con estatuas de bailarinas del mismo estilo en el centro. Aun así, el techo está adornado con detalles complejos, de color dorado y patrones geométricos, las paredes, de igual forma, están enumeradas con obras de arte enmarcadas, con detalles ornamentales, donde así mismo, los balcones rodeaban el perímetro superior del lugar con detalles intrincados, acompañados de un candelabro grande y lujoso colgando del techo.
A pesar de llegar temprano a su prueba, le era totalmente tranquilo estar en aquella soledad que le brindaba el espacio, recorriendo el mismo, visualizando los detalles enmarcados en los tabiques. En cambio, el disgusto de tanta espera se apoderó de él y empezó a calentar su contextura, aprovechando el periodo que disponía para seguir practicando. A pesar de eso, en medio acto, la capacidad del lugar ahora se encontraba dominado por el pelinegro, observando al castaño con los brazos cruzados sin mencionar alguna palabra.
—Es malo espiar sin el consentimiento de las personas, Nicholas. —Mencionó apretando sus labios, volteándose para observarlo.
—Estoy en tus mismas clases, Zack. —Comentó cruzando ahora una de sus piernas sobre la otra.
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El amor no es justo
FantasyTras su progenitora al ser la soberana más admirada de Italia, Zack Freire deberá encargarse de sus responsabilidades imperiales y educacionales. A raíz de eso, sus preocupaciones incrementarían con la presencia de un joven, quien al parecer, accedí...