18. Traicion

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La pareja paso la noche en esa habitación, Izuku se negó a toda costa a usar la cama, no le dijo nada a Katsuki del porqué, pero tampoco el Alfa presionó a su omega.

Ninguno de los dos durmió en esa cama y decidieron usar bolsas para dormir, aunque no podían conciliar el sueño, Katsuki estuvo alerta, no sabía si los demás ya habían entregado el mensaje y tampoco les habían dicho si ya había señales de la gente de Tomura acercarse.

Y así pasaron las horas, Katsuki inconscientemente dejó salir su aroma, eso ayudo a Izuku a quedarse dormido, al final de cuenta su omega había aceptado desde un inicio el lazo y el sentirse seguro con el alfa, hacia que traicionara a Izuku, y aunque le molestaba realmente se sentía como cuando su madre vivía junto con su hermano.

El amanecer comenzó a asomarse, Katsuki tomó las provisiones que llevaron y fue a la cocina, tal vez no podían usar la estufa por la falta de gas, pero eso no limitaba que no pudiera preparar algo para comer.

El aroma de leña y comida recién hecha comenzó a llenar la casa, aun así Katsuki estaba alerta a cualquier sonido, unos minutos más tarde justo cuando terminaba de acomodar los platos en una bandeja, el omega apareció en el umbral de la cocina

—Huele delicioso — murmuro medio dormido, Izuku estaba literalmente con la guardia baja

—No es gran cosa —respondió Katsuki mientras terminaba de acomodar los platos en la bandeja— pero nos servirá para empezar el día, siéntate.

Izuku obedeció, sus ojos brillaron con una pequeña pizca al ver la comida, dio el primer bocado a los huevos revueltos y las tostadas.

—Veo que no eres un total inútil, alfa idiota — comentó Izuku

"Bien ya volvio el Deku terco" — Pensó Katsuki mientras se acomodaba frente a Izuku, quien tenía una sonrisa sarcástica, aunque parecia disfrutar de la comida.

—Tsk, ¿te sorprende que pueda cocinar? —respondió Katsuki, levantando una ceja mientras tomaba un trozo de tostada y lo mordía. No iba a dejar que Izuku lo provocara tan fácilmente, pero tampoco podía evitar disfrutar de esa dinámica que comenzaba a formarse.

Izuku no dijo nada y siguió comiendo, cuando terminaron decidieron que buscarían hacer la casa un poco mas funcional, tanto Katsuki como Izuku se dieron cuenta de las habilidades del otro. Izuku se había dado cuenta que a pesar de ser un alfa mimado como creyó, realmente era muy independiente, pero aun así no caería bajo sus encantos.

Las horas avanzaron lentamente, Kastuki en ese momento estaba en el sofá de la sala que ya había sacudido el polvo, miraba su teléfono con aburrimiento, mientras que Izuku estaba en la que fue la habitación que compartía con su hermano, ahí encontró un pequeño relicario que ni él recordaba, al abrirlo era una foto de ambos, donde sonrieran.

—Tal vez debiste ser tu quien debió sobrevivir Yami — susurro para sí mismo — tú eras el más fuerte y valiente, además... tú eras alfa — suspiro.

El sonido de la puerta principal ser golpeada con fuerza se escuchó junto con los gritos apresurados de quien llamaba a la puerta, Izuku guardo el relicario en uno de sus bolsillos y se encaminó al primer piso, justo para ver como Katsuki le abría la puerta a Mirio.

—¿Pero que demonios? — preguntó Katsuki al notar la herida en el costado que traía Mirio

—Emboscada... nos acorralaron, a todos los... que estaban conmigo... los hombres de Tomura — jadeó Mirio, avanzando al interior.

Izuku observaba desde el umbral de la escalera algo no le cuadraba

—¿Qué pasó exactamente? — preguntó Katsuki luego de cerrar la puerta

Sombras del pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora