Quédate

Parte 1: Amigos

Ooh, the reason I hold on

Ooh, 'cause I need this hole gone

Well, funny you're the broken one

But I'm the only one who needed saving

'Cause when you never see the light

It's hard to know which one of us is caving

Not really sure how to feel about it

Something in the way you move

Makes me feel like I can't live without you

It takes me all the way

I want you to stay

Stay (Rihanna Ft Mikky Ekko)

ELLA

La gente como nosotros no tiene amigos, quizá los tuvimos antes de ser lo que somos, pero no creo que eso realmente cuente, es como haber sido feliz alguna vez y ahora ir por la vida solo existiendo. Es de sabios no generalizar, pero estoy convencida de estar en lo cierto, y no solo porque mi soledad confirme la teoría, es que basta con mirar alrededor. La sala es perfecta e impoluta, ocupo la silla principal, la corona sigue en mi cabeza y todos y cada uno de los que sonríen mientras juran su lealtad solo están a la espera de verme caer, quitarme la silla y usar mi corona.

La gente como nosotros no tiene amigos, no tiene amores, y no debería tener debilidades, porque si las tienes te destruyen. Solía creerme indestructible hasta que me estrellé en mi auto y resulta que la muerte iba de copiloto conmigo a todos lados. Ahora mismo todo lo que quiero es tener un amigo, qué jodido rollo, qué jodida vida la que se me está escapando en cada aliento.

—¿Estás lista? —Podría reconocer la voz de Emilio en cualquier circunstancia y no porque seamos amigos, porque no lo somos, él trabaja para mí y yo dependo de él. Sabe hasta cuándo me viene la regla y me jode a veces que sepa tanto de mí, pero es su trabajo y lo ha hecho de maravilla hasta el momento.

—Sí. —Dejo de mirar la ventana y volteo hacia él—. No quiero que nadie me vea, vamos por detrás.

—Está todo listo, deja de postergarlo y vámonos ya.

—Está bien, no me apresures tanto, que se me va a saltar algún punto y no quiero parecer Carrie.

—Néstor no va a venir, te ha mandado a dar el alta con la doctora Amaro por una razón.

—¿Y quién te ha dicho que lo estoy esperando?

—Lo sé. Es lo mejor, Patricia, después de esa confesión de enamorados al menos ha tenido la sensatez de recuperar la cordura y hacerse a un lado.

—Pero ¿qué dices? Si ha dicho solo que cree que podamos ser amigos.

—Y yo soy heterosexual y voy a casarme con una rubia despampanante. Lo he escuchado todo y no lo apruebo.

—Mira, lo bueno de que mi madre siga enfadada conmigo es no tener que aguantarla con este tipo de cosas como para que vengas tú a personificarla. Vámonos ya, y mantén esa boca cerrada que vas a lograr que te despida.

Salí caminando, con mis propios pies, aunque me doliera todo, pero no iba a quedarme un día más en el hospital mientras los buitres me rondaban. Ignoré todas las sugerencias de permanecer internada más días. No lo iba a hacer. Bien podía quedarme en cama en mi casa, el olor a enfermo se me iba a impregnar de seguir encerrada en esa horrible habitación.