Mi nombre es Lukas Aris, tengo cinco años, estoy esperando ansiosamente en casa a que mis padres regresen, ¡No puedo esperar a conocer a mi hermano menor! ¿Cómo será?
Papá es un hombre callado, casi nunca ayuda en las tareas del hogar, a menos que sean cosas pesadas. Mamá es una mujer bastante estricta, a menudo me deja toneladas de deberes y me hace ayudarla en cosas aburridas como lavar los trastes o barrer. Y casi nunca me deja salir a la calle a jugar con mis amigos, suele decir que son unos vagos o algo así.
"Será tu responsabilidad el ser un ejemplo para él, Lukas" Es lo que me suele decir mamá, aunque todavía no comprendo lo que quiere decir.
¿Ejemplo en qué?
Bueno, no importa ¡Estoy decidido a ser el mejor hermano del mundo, de verás!
El momento finalmente llegó, no pude contener la emoción en mi ser y esperé a mamá en la entrada de la casa con impaciencia.
"¿Por qué mi hermano es tan pequeño?"
—Mira, Lukas, él es Ethan —dice mamá mientras toma asiento y papá le pasa a mi pequeño hermano que parece una momia por estar envuelto entre tantas sabanas.
¿No sentirá calor?
—Ven, acércate —dice mamá.
Ethan es tan frágil y pequeño.
¿Está agarrando mi mano?
Ya veo, por eso mamá lo agarra con tanto cuidado.
—Mira a tu hermanito, Lukas —dijo mamá, acariciando mi cabello—. Va ser nuestra responsabilidad cuidarlo ¿Entiendes?
Asiento ante sus palabras, mirando a ese pequeño hermano mío con cierto temor de que incluso el aire pudiera lastimarlo. No entiendo del todo está "responsabilidad" de la que mamá habla, pero para que mama me lo diga de esta forma, con ojos tan atentos, parece que esto es algo realmente serio.
Al principio, lo único que hacía Ethan era llorar y llorar, pese a que lo encontraba molesto, una vez que veía a ese pequeño dormir, no podía pensar en enojarme más.
A medida que crecía, Ethan me miraba con esos ojos grandes y llenos de admiración. Para él, yo era el mejor en todo, el que siempre tenía una respuesta ante cualquier situación. Al principio, me encantaba, me hizo sentir realmente importante. Pero, con el tiempo me vi sobrepasado, noté que no podía encajar en esa visión que Ethan tenía de mí. Ser un hermano mayor no es simplemente ser alguien a quién el menor pueda seguir, sino que también tengo que ser su ejemplo, su modelo a seguir y en algún momento, comencé a odiar la idea.
"¿Cómo puedo pensar en esto?"
—Hermanito, mira —Me solía decir Ethan cada día, mostrando algún dibujo o algo que aprendió ese mismo día—-. ¿Lo estoy haciendo bien?
—Sí, lo haces muy bien —Respondía y acariciaba su cabeza o le daba un gran abrazo, antes de sentirme asqueado por odiar ser su hermano mayor.
Por odiar esta responsabilidad.
Incluso aunque a veces ni siquiera hablaba, esa era mi respuesta y quizás en algún momento comenzó a notarlo porque dejó de mostrarme sus logros, más nunca dejó de sonreírme de esa manera tan pura y encantadora.
Y es por la manera en que Ethan me veía y me imitaba, que mi madre fue mucho más estricta y severa, si me equivocaba en algo, se encargaría de hacérmelo ver y corregirme. Ya que, después de todo, tenía que pensar en todo lo que decía y hacía, porque era su ejemplo, porque esta era mi responsabilidad.
Y sin importar que me dijera una y otra vez que hacía esto por mi bien, no podía evitar odiarlo. Lo que a su vez, me hacía sentir como si mi pecho se apretara.

ESTÁS LEYENDO
Elegidos
FantasyTras morir patéticamente y ser ignorado por dios, observo mi reflejo una y otra vez, incapaz de creer lo que veo. El rostro de una pequeña niña medio elfo oscuro y medio súcubo. Capítulos editados: