Jungkook y Taehyung seguían abrazados en el suelo, como si el resto del mundo hubiera dejado de existir.
Los murmullos a su alrededor se alzaban poco a poco, llenando el aire con preguntas no dichas y miradas cargadas de curiosidad. Pero, en ese momento, nada de eso importaba para Jungkook.
Su alfa estaba satisfecho, sus brazos envueltos alrededor del cuerpo cálido de Taehyung. El rostro de Jungkook estaba hundido en el cuello del peligris, inhalando profundamente, dejando que el aroma natural del chico apaciguara sus sentidos. A pesar de todo lo que había sucedido, en ese instante, solo él y Taehyung eran reales.
Pero no era así para Taehyung.
Su mente comenzó a despertar de ese trance embriagador en el que ambos se habían envuelto. Lentamente, tomó consciencia de su entorno, de las miradas y los murmullos.
Las feromonas de Jungkook, con ese olor a tierra mojada y vino, comenzaron a revolver su interior, despertando a su omega. El instinto de complacer a su alfa crecía dentro de él, pero luchaba por mantener el control. No podía permitirse perder la cabeza en medio de la universidad, mucho menos con todas esas miradas sobre ellos y que descubrieran la verdad.
Con un poco de esfuerzo, Taehyung intentó despejar su mente y, con un tono de voz suave pero firme, llamó la atención de Jungkook.
—J-Jungkook… —susurró, sintiendo su propia voz temblar mientras su omega trataba de tomar el control de su cuerpo.
El alfa simplemente emitió un sonido, un gruñido bajo, reconociendo que lo había escuchado, pero sin mover el rostro de su cuello, como si quisiera fundirse con él. Taehyung respiró hondo, su corazón latía rápidamente, no sólo por la cercanía de Jungkook, sino también por la situación en la que se encontraban. Sentía la presión de los ojos sobre ellos, y el ambiente se volvía sofocante.
—Nos están mirando —continuó Taehyung, con un poco más de urgencia en su voz—. Estás en celo y esto… no está bien. Estoy comenzando a ponerme ansioso.
Jungkook, reacio a soltarlo, gruñó con frustración. A él no le importaban los demás, solo quería estar con Taehyung, sentirlo cerca, calmar su agitación.
—No les hagas caso… —respondió el alfa con un tono ronco.
Pero Taehyung no podía ignorar la situación. Su ansiedad iba en aumento, y no solo por el espectáculo que estaban dando, sino por el estado de Jungkook.
—Por favor, Jungkook, vayamos a otro lugar… esto no está bien —insistió.
El alfa levantó la cabeza ligeramente, y cuando sus ojos se encontraron, el aroma embriagador de Jungkook lo golpeó con más fuerza. Sin embargo, Jungkook no tardó en percatarse de algo más.
Los ojos de Taehyung reflejaban algo más que preocupación; había incomodidad. Y eso lo hizo reaccionar. Gruñendo una vez más, se apartó un poco de su cuerpo, lo suficiente como para poder ver mejor el rostro de Taehyung.
Fue entonces cuando notó el hilo de sangre que salía de su nariz. Su expresión cambió de inmediato, pero antes de que pudiera hacer algo, Taehyung, alarmado, jadeó al ver el estado de Jungkook. Su rostro estaba muy golpeada después de la pelea con Jimin. Había hematomas formándose en su mandíbula y alrededor de su ojo, y su ceja parecía hinchada.
—¡Jungkook! —exclamó, sobresaltado. Con rapidez, se levantó del suelo, tomando la mano de Jungkook para que él hiciera lo mismo—. Tenemos que llevarte a la enfermería. Ahora.
Jungkook negó con la cabeza, su voz saliendo grave y áspera.
—Estoy bien —dijo, aunque su estado físico decía lo contrario.
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¡no soy omega! ✧ kooktae
Roman d'amourTaehyung, el único omega en su familia llena de alfas, se matrícula en una universidad exclusiva para alfas y betas para escapar de la sobreprotección y encontrar su independencia. Su secreto está en peligro cuando Jungkook, un alfa popular, dentro...