En mi mundo, conservar las apariencias... mantener mentiras, verdades a medias y secretos profundos, era tan normal que me hacía dudar de nosotros como personas ¿Cómo podíamos vivir así? Dioses nuestras vidas se basaban en mentiras en... fantasías elaboradas
Y esta vez no era diferente, mi compromiso con el príncipe Erick de Konegreich, era noticia en casi todos los reinos vecinos y era aún más... "emocionante" para la población saber que estaríamos aliados con el segundo reino más poderoso, prácticamente el primero pues el reino de Black, aun cuando estaba por encima de todos nosotros, era un reino aislado, uno que siempre anhele conocer, después de todo, ahí habitaban todas esas criaturas extrañas, largas orejas, seres alados, personitas verdes y tierras vivas custodiadas por un dragón "El temible y sanguinario Rey dragón" pero ese no era el punto
El punto es que el reino de Kendra, se volverá más poderoso en cuestión de meses... si no es que semanas... quizás días
Mi padre y el reino de Erick se habían encargado de crear una historia lo suficiente creíble, cursi y patética como para encantar a todo el pueblo y aquella falsedad, causo un gran revuelo en todo nuestro dominio, todos estaban eufóricos... y honestamente los entendía, esto significaba que aumentarían sus oportunidades, por un tiempo, los impuestos bajarían, su economía aumentaría al igual que sus relaciones
Entre a mi habitación arrastrando los pies, en menos de dos días, había recibido regalos, cientos de copias del periódico local con las buenas nuevas, los nobles había llegado a borbotones y más de una vez recibí felicitaciones y cientos de regalos prenupciales.
Me dejé caer en el colchón cuando Carol entro, con el mismo gesto de fastidio que seguro yo tenía en la cara
—Vaya, su matrimonio... es... asombroso — murmuro caminando al baño, se detuvo en seco y me miro con un gesto avergonzado, claramente aquello no debió salir de sus labios, alce una ceja en su dirección —Perdón, señorita Muriel, no quería of...
La miré un segundo obligándome a no reír mientras balbuceaba palabras absurdas y entonces no pude más, solté una carcajada y es que todo estaba tan mal, pero ver su angustia era divertido, en un segundo ella también se unió a mis risas
—No pasa nada, sé que también estás sorprendida — le dije quitándome los botines para continuar con las medias — yo sigo sorprendida
Una mueca se plantó en su bonito rostro y se acercó a mi espalda cuando me puse en pie para quitar las tiras del corsé
—Siento mucho que este pasando por esto — dijo quitando la prenda y un suspiro me abandonó
—Gracias — murmuré ella me dio una sonrisa a través del espejo y luego fue a preparar mi baño
Busque uno de mis camisones más ligeros para dormir, el clima estaba siendo voluble últimamente, hoy hacia muchísimo calor. Me despojé del resto de mi ropa y entre al baño caliente, la tina contenía toda esa agua burbujeante y un suspiro salió de mis labios, cada musculo se relajó bajo el agua tibia
Mi padre había dicho que Erick y yo nos conocimos en un viaje hace un año, habíamos quedado perdidamente enamorados y compartíamos cartas de amor, hasta que decidimos gritar nuestro amor al mundo ¿Cuántas mentiras más tenían que mantener?
Talle mi piel con el enorme y suave cepillo y lave mi cabello con un delicioso champú con olor a flores frescas, hace un rato había escuchado a Carol ir a dormir, después de todo ya era tarde así que decidí salir de una vez envolviendo mi cuerpo en la pequeña toalla
Sali a mi habitación y un grito me abandonó antes de ser consciente quién estaba ahí
—Dioses ¿Por qué no avisas que llegaste? — me queje yendo por el camisón sobre la cama
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Kalon
FantasyUna princesa guerrera, un soldado enamorado y Kalon, el último Rey Dragón. -¿Por qué me necesitas cerca? -susurré, no dijo nada pero se relamió los labios y algo en mi se altero, me acerqué, solo quería romper la distancia pero su mano fue a mi cuel...