Capítulo 21: Recuperación.

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《Mansión Kim, Sede de la mafia Min, Trentino, Noroeste de Italia.》

Vincenzo pasó por el elegante arco qué daba entrada a la mansión de Seokjin y Namjoon, los hombres que hacían guardia se apresuraron a reverenciarlo en señal de respeto, el joven los miró brevemente  y movió su cabeza en señal de saludo mientras continuó su lenta cadencia hasta pasar la puerta de la entrada principal, dio una mirada rápida por la estancia, podía notar a simple vista que su primo había comenzado una nueva ronda de remodelación en la casa, lo que solo podía significar una cosa.

Algo andaba mal.

—Zio! (¡Tío!)—El pequeño castaño de tez clara y ojos grandes apareció corriendo desde las escaleras, el mencionado dejó su postura imponente para inclinarse a la altura del niño y dejar que se colgará en sus brazos.

—Oh! Sei enorme, Soo, come stai?  (¡Wow! Estás enorme Soo, ¿Cómo estás?)—El infante sonrió mientras disfrutaba de ser apretujado por su mayor, después de unos segundos se separó para verlo.

—Beh, ho perso un dente. (Bien, se me cayó un diente)—esbozó una sonrisa dejando ver el pequeño espacio vacío entre su dentadura. SeokJin apareció, sonrió con los labios juntos al ver a su hijo entre los brazos de Vincenzo; un hombre que para cualquiera era intimidante, pero que ante su hijo, no era más que su tío.

—Sei arrivato molto tempo fa? (¿Llegaste hace mucho?)—Jin habló, bajo las escaleras con calma hasta llegar al primer peldaño donde su hijo y su primo se encontraban.

—No, sono appena arrivato.  (No, acabo de llegar.)—Vincenzo se alzó regresando a su postura habitual, el niño llegó hasta su padre y alzó sus brazos en una petición muda de ser cargado.

—Tesoro, perché non vai a Papa Nam? Devo parlare una cosa con tuo zio. (Cariño, ¿Por qué no vas con papá Nam? Debo hablar algo con tu tío.)—SeokJin endulzó su voz apenas comenzó a dirigirse a su niño, llevó su mano hasta los mechones castaños y los despeinó con cariño, el niño bajó sus brazos y asintió volviendo a sonreír apenas emprendió una rápida carrera en busca de su padre.

Vincenzo miró miró al pequeño irse, sonrió suavemente, Soobin era su sobrino favorito—Aunque no es como que tuviera otro—Fue el primer niño de la dinastía Min en mucho tiempo, la razón por la que él tenía una hija era en parte por Soobin, le había resultado imposible no querer un hijo igual de tierno qué su sobrino.

—Crecen rápido ¿Verdad?—Él asintió, miró a su primo unos segundos antes de hablar, para él qué había crecido en Italia toda su vida hablar en coreano era un poco más complejo.

—Demasiado.—Suspiró—Hannah cumple dos este año.—La mención de su hija lo hizo sonreír.

SeokJin hizo lo mismo, terminó de bajar las escaleras y caminó por la estancia hasta perderse en un pasillo lateral y tomar camino hacia su oficina.

—Cuando menos lo esperes, ya tendrás que lidiar con galanes afuera de tu casa.—Jin se burló. Vincenzo perdió la sonrisa en su rostro.

—Chiudi la bocca.  (Cierra la boca)—Gruñó.

Jin río, tras unos segundos se detuvo frente a su oficina y abrió la puerta para entrar, después entró Vincenzo.

—Lamento llamarte en tu día libre.—Jin fue el primero en romper el silencio una vez entraron a la oficina, se encaminó hasta su asiento detrás de la mesa de manera y se sentó.

—No te preocupes, Alicia se llevó a Hannah de vacaciones.—Se encogió de hombros restándole importancia y se sentó frente a Jin.—¿Qué tan malo es?

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