O1O; confictos del corazón

231 54 4
                                    

En la silenciosa soledad de su enorme casa, Jungkook estaba sumido en sus propios pensamientos cuando uno de los empleados se acercó discretamente.

—Joven, Park Jimin está abajo —anunció con formalidad.

Jungkook se detuvo por un momento, sorprendido. Desde su pelea, él y Jimin no se habían dirigido la palabra. Quizás por orgullo, quizás por rencor o simplemente por el enfado que aún colgaba en el aire entre ambos.

—Gracias, Soo —respondió Jungkook, recuperando su compostura mientras comenzaba a descender por las escaleras.

Cuando llegó al pie de las mismas, sus ojos se encontraron con Jimin, quien estaba sentado en el amplio sofá blanco de la enorme sala.

La estancia, a pesar de su tamaño, se sentía extrañamente pequeña ante la presencia tensa de ambos. Al notar que Jungkook se acercaba, Jimin se levantó, sus ojos siguiendo al otro alfa con precaución.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jungkook, su tono serio pero con una pizca de curiosidad.

Jimin respiró hondo, reuniendo valor para lo que estaba a punto de decir.

—Vine a disculparme —dijo finalmente—. No quiero más problemas entre nosotros.

Jungkook alzó una ceja, aún con la frialdad habitual que usaba como armadura.

—¿No crees que es un poco tarde para una disculpa? —cuestionó, cruzándose de brazos, su mirada fija en Jimin, buscando algún indicio de sinceridad.

Jimin no tardó en responder, su tono firme y decidido: —No, no lo es. Sabes que no soy de dejar las cosas sin resolver. Lo que pasó entre nosotros... —Jimin hizo una ligera pausa—, no debería haber llegado tan lejos.

Jungkook lo observó en silencio por un momento antes de asentir lentamente.

—Está bien, acepto tus disculpas —respondió, aunque su expresión aún no se suavizaba del todo.

Jimin, que parecía haberse quitado un peso de encima, relajó un poco los hombros. Pero aún no había terminado.

—No vine solo a disculparme, Jungkook —añadió, lo que provocó que la tensión volviera a crecer rápidamente  entre ellos—. Necesito hablar contigo de otra cosa, algo importante.

Jungkook frunció el ceño, confundido.

—¿De qué quieres hablar? —preguntó, aunque ya podía sentir que la respuesta le inquietaría.

Jimin lo miró directamente a los ojos, su expresión ahora grave.

—De Taehyung.

En ese instante, el aire en la sala se volvió pesado. El nombre que Jimin mencionó hizo que los músculos de Jungkook se tensaran. Había esperado muchas cosas de esa conversación, pero no esto. No Taehyung.

Ante la mención de Taehyung, Jungkook sintió cómo su lobo se ponía en alerta, una oleada de preocupación inundando su pecho al instante. La última cosa que quería era que le hubiera pasado algo al chico.

—¿Ha pasado algo con Taehyung? —preguntó, con la voz tensa.

El mayor, percibiendo la inquietud en la mirada de Jungkook, respondió rápidamente.

—No, por lo que sé, no ha pasado nada. Pero necesitamos hablar de él.

Confundido, Jungkook frunció el ceño.

—¿De qué exactamente? —cuestionó, sintiendo que algo no estaba bien.

Jimin lo miró fijamente, como si se preparara para lanzarle una dura verdad.

¡no soy omega! ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora