1

85 12 26
                                    

HOLA OTRA VEZZZ

Sé que es algo arriesgado, pero voy a probar suerte directamente.

Decidme si os gusta !!!!

💞💓💗💖💕💘💝

"¡Martin Urrutia y Juanjo Bona, a dirección!".

Martin se levantó de encima del cuerpo del mayor, se sacudió la ropa y se fue sin ni siquiera mirarle. Juanjo se colocó el pelo, se levantó y lo siguió. El círculo alrededor de ellos se desvaneció y todos actuaron como si nada, guardando los teléfonos móviles donde habían grabado la acalorada pelea. El profesor de guardia rodó los ojos, acostumbrado a escenas similares.

Y ahora ambos, cruzados de brazos en el despacho del director, se negaban a mencionar nada de lo sucedido. Ya era la tercera pelea que tenían aquella semana.

Y estaban a martes por la mañana.

"Yo ya no sé qué voy a hacer con vosotros, chicos". Repetía el director por una quinta vez consecutiva, mirándolos con una mezcla de rabia y lástima.

"Es este que está amargado". Se defendió Martin, ganándose una colleja por parte de Juanjo.

"Habló. ¿No será que llevas sin follar mucho tiempo y te afecta el estado de ánimo?".

"Eres tú el que no folla, amor". Contraatacó, sonriente. "Siempre haces lo mismo. Vas de ligón y no has tocado una teta en tu vida".

"Claro, con tus ojos de sumisa así folla cualquiera".

Martin estuvo a punto de darle un puñetazo en la cara si no fuera porque el director, harto de ellos, le dio un golpe tan fuerte a la mesa que todas las hojas y lápices se cayeron.

"¿¡Podéis callaros de una vez!? No sé donde os creéis qué estáis, pero este comportamiento no lo voy a volver a aceptar". Gritó.

Esta vez, Juanjo y Martin se callaron.

"Siempre estáis peleando. Siempre, siempre, siempre. No hacéis nada más. Y para colmo, vuestras notas están cayendo en picado". Continuó hablando, esta vez dirigiéndose a Martin. "Me veré obligado a volver a llamar a Laura si no cambias tu conducta. ¿Me oyes?".

El menor tragó saliva bajo la atenta mirada de Juanjo. ¿Quién coño era Laura?

"Y tú, Juanjo. Nos vamos relajando un poquito, ¿eh? No quisiera tener que privarte del fútbol, pero me veré obligado a hacerlo si no cambias".

El maño asintió, bastante indignado.

"Ahora quiero que os llevéis bien. No os estoy pidiendo que seáis mejores amigos ni nada por el estilo. Solo quiero que no os comportéis como animales salvajes cuando estáis cerca". Aclaró, levantándose de su silla. "Venga, fuera de mi vista".

Sin decir nada más, se levantaron y se fueron cada uno por su camino.

...

"No puedo creer que te hayas vuelto a pelear con ese niñato". Decía Naiara, aprovechando que el profesor estaba distraído apuntando en la pizarra.

"Si es que me pone de los nervios, el puto crío".

"No es una buena justificación, maño. ¿Qué te ha hecho ahora?".

"Parecía que estaba en celo, moviendo el culo cerca de mí como un desgraciado". Suspiró. "Se lo he echado en cara y literalmente se ha tirado sobre mí".

"Apuesto a qué antes de eso le has estado mirando el culo".

"¿Y qué? Tiene un culo digno de admirar".

Naiara rio, llamando la atención de algunos alumnos. "Ahí está el problema".

"Pues yo no lo veo".

"Te pone tanto que te ofuscas, maño. ¿Por qué no te lo tiras y ya? Un polvo para quitar la tensión y listo".

"Pero si no lo aguanto. Que no, que no. Además, seguro que es masoquista o algo de eso". Se negó rápidamente, intentando disimular el sonrojo de sus mejillas.

"Como si no quisieras ahorcarle...".

"¡Naiara!".

El profesor de lengua, habiendo escuchado el grito, tiró el rotulador y se dio la vuelta enfadado. "¡Bona, fuera de clase!".

"Genial". Masculló para sí mismo, saliendo de clase sin ver la reacción de su amiga. Ya que seguro se estaba riendo en su cara.

Decidió darse una vuelta por los pasillos. No iba a asistir a la siguiente clase de todas formas. Y para su sorpresa, sentado enfrente del salón de religión se encontraba el motivo por el cual lo llevaron a dirección.

Tampoco se sorprendió demasiado. Es decir, a Martin lo echaban prácticamente de todas las clases. Por no prestar atención, por dibujar, por gritarle al profesor...

"¿Vas a seguir mirándome? No muerdo". La voz del chico lo sacó de su trance interno, haciéndole rodar los ojos.

"No me quiero acercar demasiado, que seguro tienes la rabia".

"Eres gilipollas, tío".

"Gracias, cielo".

Martin se levantó y se posicionó al frente de Juanjo de modo que las puntas de sus zapatos rozaban. El vasco tuvo que alzar la cabeza para poder encararle, ya que Juanjo era unos centímetros más alto que él.

"¿Qué coño te pasa conmigo?".

"¿Ahora el problema lo tengo yo? Pero si eres tú el que me provocas". Se defendió, acercándose un poco más.

"Que no puedas alejar tus manos de mí no es mi culpa".

"Te recuerdo que antes te has tirado encima de mí como un animal".

"No te he visto con muchas ganas de quitarme. El sumiso soy yo pero luego...".

"No te atrevas a acabar esa puta frase". Advirtió, colocando una mano estratégicamente en su pecho para mantener distancia.

"¿O si no qué?".

"Te arrepentirás de haber dicho eso, niñato".

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Lo que hace el odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora