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El ruido nunca era nulo en los camerinos previo a las actuaciones en los escenarios, y en el caso del camerino de TRENDZ las habladurías y risas parecían ser una constante, resaltando las distintas conversaciones que se daban al mismo tiempo. Parecía que simplemente no podían cerrar la boca.

Y nadie podía culparlos realmente. Todo el mes había sido agitado yendo de aquí para allá entre Estados Unidos y Canadá, pero habían logrado conocer lugares y cosas nuevas, lo cual les daba algo nuevo de qué hablar todos los días... Como ahora que estaban hablando del perro que le hizo pis en el zapato a Eunil en un semáforo.

Taehyun escuchaba toda la cháchara atentamente, no queriendo perderse de ningún detalle y siendo habilidoso para burlarse de su amigo. Sus ojos se mantenían cerrados y sus dedos jugaban entre ellos mientras la maquilladora terminaba de arreglarlo. Ese día había optado por tener sus cachetes con más rubor de lo usual, siendo consciente de que lo hacían ver adorable.

Sintió la máscara de pestañas ser alejada de su cara poco a poco.

—A ver, abre los ojos —pidió la chica. Taehyun hizo caso y automáticamente se encontró con su propio reflejo—. ¿Te molesta el rímel? —preguntó.

—No, está bien —respondió, dedicándole una sonrisa. Le había puesto muy poco, así que sus pestañas no se sentían pegajosas—. Gracias —hizo una pequeña reverencia con su cabeza.

—Es mi trabajo —dijo, negando con su cabeza.

—Okey... ¿Le digo a otro que venga? —consultó, señalando al resto del grupo.

—Sí. Dile a Yechan —contestó.

Taehyun asintió con su cabeza, sonriendo nuevamente y soltando un "Sí~" que hizo reír a la maquilladora de ternura. Se levantó de la silla y fue hasta donde el maknae se encontraba, quien seguía riéndose de la desgracia de Eunil.

—Yechan, ve que te toca —le dijo, proporcionando unas palmadas en su hombro.

—¡Yendo! —se levantó con un entusiasmo frenético de su silla y se dirigió hasta donde estaba la señora.

Taehyun aprovechó y rápidamente se sentó en el asiento que había quedado vacío. La silla era algo incómoda, pero cualquier cosa era mejor que estar parado por mucho tiempo.

Suspiró tranquilo y se cruzó de brazos. Cerró sus ojos progresivamente e intentó conciliar algo de sueño antes de que lo llamen para hacerle arreglos o para ir directo al escenario, pero había algo que no lo lograba dormirse por completo. Se sentía vigilado.

Abrió uno solo de sus ojos y miró para ambos lados. Al mirar hacia la derecha notó la mirada incesante del líder, Hankook, sobre él. Una pequeña sonrisa se podía ver sobre sus labios y su cuerpo estaba levemente inclinado en su dirección.

—Ni pienses que te daré esta silla —le avisó, volviendo a cerrar los ojos mientras se acomodaba mejor.

—Ya estoy sentado, así que eso es lo de menos —replicó. Taehyun ni siquiera se molestó en mirarlo para comprobar lo que decía.

—¿Entonces qué querés? —preguntó, antes de bostezar.

Quizás el pensamiento de que este era uno de sus últimos shows de esa gira hacía que su cuerpo se relaje demasiado y le den estas bajas de energía.

Hankook no respondió directamente a su pregunta, y Taehyun tampoco trató de buscar una respuesta. Siguió tratando de dormirse hasta que sintió el peso de alguien sobre sus piernas. Al abrir los ojos, como no, se encontró al líder sentado encima de él con aquella mirada de bobo enamorado sobre él.

OUT OF CONTROL !?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora