This Don't Have To Be Over ~ Zerrie |mature| (Terminada)

~Capítulo 16~ Cambiar la cerradura

Zayn desperdigó besos por toda la zona, haciendo suspirar a Perrie. La humedad que ella emanaba comenzaba a mojar la delgada y fina tela, presentándose ante Zayn como la gasolina, siendo él la cerilla embebida en ella, que con una simple chispa, ardería. Esa chispa fue el gemido que emergió de la garganta de Perrie cuando a la humedad propia de su escancia, se sumó la de la lengua de él.
El pequeño pedazo de tela con partes caladas, estaba empapado, tanto que ya sobraba entre los dos amantes, y por eso Zayn no tardó mucho en hacerlo a un lado.
Si él ya se hallaba sonriente, su sonrisa se amplió aún más cuando quedo totalmente expuesta ante él la aterciopelada y húmeda carne que tanto anhelaba poseer. No dudó en llevar uno de sus dedos y hacerlo rozar entre los rosados y suaves pliegues; la punta de éste terminó acariciando la piel más sensible. Y Perrie no pudo evitar dar un respingo, cerrando sus ojos y apretando involuntariamente las sábanas entre sus manos.
La respiración de ese ardiente hombre que la sacaba de su estricto mundo, la trastornaba, con ese ritmo ya de por sí de naturaleza sexual. Tenerlo tan cerca de su zona más sensible, hacia temblar a Perrie, y por eso cuando sintió dos dedos empujar en su interior, fue un placentero alivio.
Una, dos, tres veces los dedos se hundían en su interior. Le sacaban jadeos, goce y se mojaban cada vez más. Por eso cuando Zayn curvó sus dedos y los retiró del cálido interior, éstos estaban completamente cubiertos por el lubricante natural de ella. No dudó ni un instante en llevárselos a la boca, y luego de saborearlos, limpiar con su lengua todos los restos cremosos.
Atraído más hacia Perrie, Zayn subió hasta sus labios y le dio una probada de sus propios jugos, en un beso extremadamente erótico y pasional.
La acarició. Tocó cada parte de su cuerpo, memorizando el patrón de lunares esparcidos por su cuerpo. Besó cada uno, desde la punta de sus pies hasta su cabeza. Perrie no sólo le gustaba, ella le encantaba, le fascinaba.
Y si bien a ella le encantaban sus besos, quería volver a probar su boca. Y lo pidió, pidió sus labios casi rogando, hasta que él se lo permitió. La forma en que besaba, resultaba meramente sublime. Besaba ferozmente, con hambre, siendo el dominante. La tenía agarrada por los brazos mientras devoraba su boca, y aunque Perrie hubiese toda su vida mostrado un carácter para nada sumiso, le gustaba cuando Zayn la dominaba.

Antes de que Perrie se diera cuenta, Zayn ya se había puesto un preservativo y empujaba en su interior. Una y otra vez, haciendo a la rubia gemir. Ella gemía y lo incitaba. Gemía y él respondía con estocadas cada vez más fuertes. Nada de suavidad, nada de amor. Lo suyo no podía ser amor.

-Zayn..- el aire comenzaba a faltar en Perrie, pero quería más, todo. -Van a escucharnos..-

-Claro que no.- susurró contra su oído -Nadie puede escucharnos. Sólo vos y yo. Y quiero que grites fuerte y alto, sólo para mí.-

Hizo más veloz y feroz su ritmo, buscando el punto de mayor placer en ella. Y lo logró, cuando rozó ese lugar ella no sólo gimió y se retorció, si no que le fue inevitable jadear casi gritando. El placer la sobrepasaba y Zayn lo disfrutaba, ver sus expresiones y sentir sus vibraciones, era tan satisfactorio como el orgasmo que comenzaba a hacerse notar.

Perrie necesitaba tocarlo, sentirlo. Pero para Zayn eso significaba perder parte del control que estaba teniendo esa noche, era permitirle más cercanía de la que debía.

-Por favor..- rogó entre gemidos, queriendo liberarse de su agarre.

Y por alguna razón la dejó, Zayn cedió ante ella. En seguida los delicados brazos lo rodearon, aferrándose a su espalda, clavando sus uñas en la piel arábiga.

-Zayn-

-Gritalo- exigió, sintiendo cómo las paredes internas de la joven periodista lo aprisionaban y el climax emergía en ambos.

-Zayn!- el grito seco abandonó la garganta de Perrie y él se dejó ir, cayendo sobre ella, besando con los labios el mojado cuello.
Siguió dejando besos por toda la zona y cuando el cansancio que lo había ahogado, pasó, se hizo a un lado aún algo agitado.