Oscuridad total, eso es lo que veo actualmente. Quizás todo esto fue una especie de castigo para mí, entreteniendo a quien haya reclamado mi alma hace un tiempo...
[Chitose estaba en un lugar completamente ajeno a sus recuerdos, nunca había visto una habitación tan blanca y silenciosa. Estaba tan tranquilo que podía escuchar los gritos dolorosos de los fantasmas a su alrededor, recordando el evento que la llevó a terminar entre vivos y muertos]
-Supongo que todo acabo como empezó, muriendo. – [Chitose miro el techo tapando la luz con su mano]
-Yo, no creo que sea así...
Al escuchar una voz familiar, su mirada cambió de ánimo y giró su cabeza tan rápido como se le permitió su cuerpo. Chizuru Ikeda, su hermana gemela. En los pasillos de ese lugar, ella estaba tratando de evitar ser vista por Chitose, quien, llena de lágrimas, se levantó de la cama y corrió hacia ella, dejando caer sus lentes en el suelo.
-No te acerques. – [Esa frase la hizo detenerse aterrada, arrepentida por lo que hizo] –No quieres verme, tu lo dijiste.
-¡Se que lo dije! ¿P-pero y qué? Todos cometemos errores...Solo, explote... Lo siento.
A pesar de que su hermana gemela le advertía que no se acercara, seguía caminando hacia el exterior de su habitación con la intención de abrazarla. Sin embargo, no sabía que todo cambiaría cuando saliera de la habitación.
Ella cayó rápidamente al suelo en un río de su propia sangre. Aterrorizada por la cantidad de líquido rojo que sale de su cuerpo, intenta levantarse mientras observa sus piernas cortadas y calcinadas por el fuego que comió todo en la explosión.
-¡¿Qué es esto?! – [Exclamo levantando la mirada hacia su hermana, Asustándose mas aun por lo que tenía al frente de ella]
Esa era Chizuru Ikeda, o lo que de ella quedaba... El cuerpo de la estudiante de secundaria estaba calcinado, derretido y magullado, y su rostro era irreconocible debido a las quemaduras. Los pasillos estaban llenos de un grito de terror absoluto, y era Chitose quien intentaba escapar lo más rápido posible de ese lugar. Arrastrándose sin sus piernas, dejando una línea de sangre sin fin.
-¡Lo siento! ¡No quería decirte eso! – [Gritaba la albina alzándose hasta la habitación donde despertó] –Y-yo solo...¡No quería eso...!
Su vista comenzaba a volverse oscura y todo a su alrededor perdía color, incluso su hermana desapareció frente a ella, dejando caer sus anteojos fundidos con un poco de su piel. Tal vez su castigo comenzaba de inmediato debido a su exceso de egoísmo, lo que provocó la muerte de sus amigas que solo deseaban pasar un día tranquilo.
Seria castigada de por vida.
-¡SUFICIENTE!
Sin embargo, en cuestión de segundos, toda la habitación se reconstruyó con ese grito masculino. Recupero su cuerpo y sus piernas, y se levantó rápidamente para esconderse detrás del ángel que la rescato por primera vez, temblando.
-Te presento a la sala de recuperación. Lo siento, no deberías haber visto nada de eso. – [El ángel extendió sus alas frente a la puerta] – Lo que sigue después de esa puerta, es la realidad que nadie quiere experimentar. Cuando mueres, eres enviado a este lugar para ser sanado en mente y cuerpo, para cuando te toque la hora de llegar al cielo, lo hagas en perfecto estado.
-M-mi-mi h-hermana...
-Ella aún está en proceso de ser sanada, por eso está aquí. No es fácil curar quemaduras de tercer grado, tarda semanas en completarse.
El ángel protector escuchaba los chillidos y llantos contenidos de la albina de rodillas, que tapó su boca y dejaba caer sus lágrimas de sus ojos azules traumatizados.
ESTÁS LEYENDO
¿He muerto? No es tan malo como lo Creí. (YuruYuri Fanfic)
FanfictionEl día de Hanami de las chicas de secundaria es perfecto para celebrar y reír entre amigas, también para declararse a la persona que amas... O al menos ese era el plan de Chitose Ikeda hasta que algo interrumpiria su confesion de amor. Sin embargo...