BIENVENIDA

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Flor fue invitada a la casa de Alexander, su amigo, sin saber que ese encuentro marcaría su primer contacto con Nía, la madre de él. Aunque Alexander y Flor aún no eran pareja, ya compartían una amistad cercana. Al llegar, Flor se mostró cortés y con una sonrisa amigable, pero desde el primer momento, sintió la mirada inquisitiva de Nía. Mientras Alexander la presentaba como su amiga, Nía la observó con cautela, manteniendo una expresión distante. Aunque fue educada, no mostró mucho interés en conocer más de Flor, lo que hizo que el ambiente se sintiera un poco tenso. Flor, por su parte, trató de ser amable y mantener la conversación, pero sentía que algo no encajaba del todo en esa primera impresión con la madre de su amigo.

Escena: La sala de la casa de Alexander. Flor está sentada en el sofá junto a Alexander mientras Nía, la madre de Alexander, se acerca con una sonrisa amable.

Nía: (Sonriendo) ¡Qué bueno que pudiste venir, Flor! Alexander me ha hablado mucho de ti. ¿Te sientes cómoda aquí?

Flor: (Sonríe nerviosa) Sí, gracias. Su casa es muy bonita.

Nía: (Asiente con una sonrisa) Me alegra que te guste. Siempre nos esforzamos por mantenerla acogedora. Dime, Flor, ¿y dónde vives tú?

Flor: (Hesita un poco) Vivo con mi abuela en un barrio al sur de la ciudad. Es una zona un poco... sencilla, pero estamos bien.

Nía: (Amable) ¡Qué bonito que vivas con tu abuela! No hay nada como la familia, ¿verdad? ¿Y trabajas o estudias por el momento?

Flor: (Un poco avergonzada) Bueno, ahora mismo no estoy trabajando ni estudiando. Estoy ayudando en casa, y bueno, cuidando a mi abuela. Es un poco complicado ahora...

Nía: (Con una sonrisa comprensiva) Entiendo, la vida a veces nos pone en situaciones difíciles. Lo importante es que estás ahí para tu familia. Eso dice mucho de ti, Flor.

Flor: (Sonríe tímidamente) Gracias... trato de hacer lo que puedo.

Nía: (Asintiendo) Eso es lo que importa. Seguro que encontrarás tu camino, siempre que sigas adelante.

Alexander: (Interviene sonriente) ¡Ya te dije, mamá! Flor es increíble. Siempre piensa en los demás.

Nía: (Mirando a Flor con un toque de aprobación) Me alegra saberlo. Eres bienvenida aquí cuando quieras, Flor.

Flor: (Aliviada y sorprendida) Muchas gracias, señora Nía.

Nía: (Sonriendo) Llámame Nía, por favor.

Aunque Nía parece amable, hay una sutileza en la conversación que sugiere que está evaluando a Flor sin que sea obvio.

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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