Izuku despertó estaba a unos dos metros de altura, sus manos estaban apresados por unos grilletes que le causaban dolor por cargar con todo su peso, el dolor era casi insoportable, debajo de él había un extraño líquido que parecía burbujear.
—Por fin despertaste — esa voz la reconocería en cualquier lugar
—¿Qué planeas hacer conmigo Hisashi? — preguntó viéndolo con el odio reflejado en su mirada
Una mueca siniestra se formó en los labios de Hisashi, observó a su hijo, estaba totalmente satisfecho, con todo esto.
—Izuku, querido, no necesitas saber todos los detalles —respondió con una voz aterciopelada, era su triunfo y nadie se lo quitaría — Solo debes entender que todo esto es necesario para cumplir con el destino de la familia Midoriya.
Izuku apretó los dientes, sintiendo la ira y la desesperación crecer en su interior. Sus manos dolían por los grilletes, y el líquido burbujeante debajo de él no inspiraba confianza.
—¿Destino? —espetó con desprecio—. ¿Qué destino?
La carcajada que soltó Hisashi resonó en todo ese sótano, que estaba fuera de la casa principal, era el lugar perfecto.
—Bien, ya que tanto quieres saber, — hablo caminando acercándose a lo que parecía ser los controles de mando — te lo diré, después de todo cuando todo esto termine todo será mío — se relamió los labios con satisfacción
—Veras mi amado hijo, ¿quieres que te cuente un secreto? O mejor dicho ¿quieres que te cuente lo que realmente paso?
Izuku lo miró con sus ojos muy abiertos, pero su semblante intentaba ser el de siempre, otra carcajada salió de los labios de quien se supone era su padre.
—Parece que Masaru te entrenó bien, pero eso no me importa en lo absoluto — volvio a sonreír
—Veras mi querido hijo, siempre quise manejar todo el bajo mundo, la mafia mas poderosa de ese momento era la de los Shigaraki, así que hablé con su anterior líder, hicimos un trato, ¿sabes? — Hisashi veía como el rostro de su hijo se deformaba viéndolo con odio
—Yo le entregaría a mi familia, a cambio él me daría el poder que tanto anhelaba, pero eso no era todo, ¿sabes porque yo adopte el apellido Midoriya en lugar de que ustedes adoptaran el mío?
—¿De qué estás hablando? —gruñó Izuku, intentó soportar el dolor de sus muñecas que comenzaban a sangrar por culpa de los grilletes. Sus ojos se clavaron en su padre, estaban llenos de odio.
Hisashi comenzó a pasear por la sala como disfrutando de su monólogo, realmente era la primera vez que contaría toda la historia, la primera vez en mucho tiempo.
—Tu madre, mi querido Izuku, era la última portadora de una herencia antigua y poderosa, una que los Midoriya han protegido por generaciones. Cuando ella me eligió, pensé que todo sería fácil, que, con ella y el heredero de la familia en mis manos, yo dominaría todo el bajo mundo. Pero nunca imagine que no podría heredarlo una vez me deshice de ella.
Izuku sintió un nudo en el estómago al escuchar las palabras de su padre.
—Sin embargo —continuó Hisashi, volviendo su mirada fría hacia Izuku— El poder no desapareció con su muerte, Tú lo heredaste, Izuku, y ya que solo el legitimo heredero podrá reclamarlo o todo quedaría en esa maldita bóveda que intentado forzar de muchas maneras.
— El apellido Midoriya es sinónimo de poder antiguo — continuó Hisashi, deteniéndose para observar la reacción de su hijo— No se trata solo de un simple linaje, la familia Midoriya ha estado al frente de secretos y recursos que ningún otra mafia puede igualar. Pero claro, eso tú no lo sabías, ¿verdad?
—¡Tú la mataste! —espetó Izuku, su voz rasposa por la ira contenida—. ¡Tú mataste a mamá y a Yami! ¡Por tu codicia, los perdiste a todos!
Hisashi se río, pero no había humor en su risa, solo frialdad—. Tu madre y Yamikumo... fueron sacrificios necesarios, en teoría también tu Izuku, pero tu sobreviviste y, eres el último eslabón.
La sangre hervía en todo el cuerpo de Izuku, estaba furioso de enterarse de los planes de su padre, aunque aun no habia llegado a explicarle que era la sustancia que estaba debajo de él.
—Pensaba hacer esto de otra manera, pequeño omega — volvió a hablar Hisashi — Estoy consciente de que me odias hijo, pero ¿Qué sucedería si yo te marcara?
Izuku no pudo evitar abrir los ojos con miedo esa vez, ¿una marca? Estaba loco, él era su padre. Hisashi sonrió con malicia, disfrutaba ver como su hijo se retorcía y su semblante cambiaba.
—Tu madre siempre fue obstinada, nunca quiso compartir ese poder conmigo, y en su terquedad, me obligó a tomar medidas más... drásticas. Creía que podría protegerte y preservar su legado. Pero se equivocó, Izuku. El poder de los Midoriya es mío por derecho. Y ahora, finalmente lo tendré, ya sea convirtiéndote en mi títere... o destruyéndote para obtenerlo —Hisashi observó a su hijo con una expresión llena de satisfacción.
—Nunca lo tendrás —murmuró con furia — No dejaré que uses el legado de mamá para tus planes egoístas.
Hisashi soltó una carcajada despreciativa, activando un panel, las cadenas comenzaron a descender con lentitud hacia aquel líquido.
—¿Sabes qué es esto? — señalo Hisashi — bueno, estoy enterado de que Dabi te inyectó una sustancia para hacer que un beta tuviera los efectos de un celo omega, ¿recuerdas? Bueno me dijeron como terminaste, luego de eso, un omega que solo busca un alfa que lo posea, y solo hay un alfa en este lugar
Sus ojos brillaron con malicia, Izuku entendió lo que pasaría, si ese liquido lo tocaba no habría marcha atrás su padre abusaría de él, las cadenas se detuvieron a solo unos cuantos milímetros de que sus pies tocaran el líquido, podía sentir las burbujas.
—Veamos si puedes aguantar lo que te voy a hacer hijo mío — Hisashi apretó nuevamente el botón, pero esta vez en lugar de caer lentamente, Izuku cayó de golpe dentro del agua, intentó evitar tragar aquella sustancia, pero fue en vano, sintió los efectos de su celo sentirse con fuerza.
Hisashi activo nuevamente la cadena subiendo a Izuku que estaba completamente empapado por el líquido, lo vio toser, pero también pudo sentir el aroma flor de azahar de naranjo, mezclado con tabaco y cedro, además algo picante como el jengibre, el alfa sonrió con malicia.
—Hueles esquicito omega mió — Hisashi empezaba a sentir su rut a pesar de haber usado supresores, sabía que bañar por completo a su hijo iba a ser una locura, pero era la única forma de asegurarse que no se resistiera.
Movió la grúa que sostenía al omega hasta ponerlo lejos de la piscina de aquella sustancia, cerca del suelo.
Caminó lentamente hacia él, el cuerpo de su hijo estaba reaccionando al aroma de él, el omega se estaba presentando, Hisashi sonrió con triunfo, cuando marque a su hijo no habrá marcha atrás, comenzó a desabrocharse sus pantalones para preparar lo que seguía.
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Y nos vemos la próxima semana :p
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Sombras del pasado
БоевикIzuku Midoriya es un omega con un oscuro secreto, ante el mundo ya no existe, forma parte de una de las mafias mas importantes y peligrosas de Japon, en el bajo mundo era mejor conocido como "Deku" un beta que podia ser letal si se lo pretendia. Kat...