Han YeRi recibe la llamada de sus amigos descubriendo una sorpresa. Una bebé ha sido dejada en casa de ellos sin explicación alguna, sólo una carta fue encontrada con la pequeña mencionando algo sobre una promesa.
Mientras se inicia la investigación...
Byeon WooSeok se inclinó ante el altar con la foto de MiHyun sintiendo un nudo en el estómago. Jamás hubiera pasado por su mente que Kwon MiHyun moriría por suicidio. Justo cuando se retiraba al presentar sus condolencias, distinguió a la señorita Han en compañía de los chicos, se acercó a ellos y se detuvo al llegar a la mesa inclinándose ligeramente en una reverencia.
—Hola, chicos.
—¿Qué hace aquí, señor Byeon?—preguntó YeRi—Me refiero a que, no esperábamos verlo aquí...
—Kwon MiHyun y yo tuvimos contacto antes de...esta noticia.
Algunos compartieron una mirada sin entender el mensaje de esas palabras. WooSeok tomó asiento al hacerse un espacio entre ellos. De repente se vio algo nervioso, tomó una bocanada de aire antes de hablar.
—Por lo que veo, creo que el señor Han no les contó.
—¿Contarnos qué?—preguntó Jin.
—Me llamaron para ser interrogado por la muerte de MiHyun, mi nombre aparecía en su celular entre llamadas y mensajes...
—Claro, intentaste llamarla cuando estuvimos en el apartamento de YeRi—indicó JungKook, pero WooSeok negó con la cabeza.
—¿Yuna es tu hija?—atacó YoonGi al ser directo e ir al grano.
—¿Qué?—éste frunció el ceño—Ya se los dije, nunca vi a Yuna cuando me encontraba con MiHyun...
—¿Nunca te llevó a la habitación que alquilaba?
—Nunca. Ni siquiera conocía su dirección aquí.
NamJoon frunció el ceño sintiendo algo raro.
—¿Acaso había otra dirección?, dices que no conocías su dirección aquí, como si...—dejó la frase sin terminar. Entonces se atrevió a continuar con cierta duda—WooSeok, hay algo que no nos estás diciendo.
Todos lo miraron, éste jugó con sus manos en la mesa. Parecía debatirse entre hablar y no hablar, a YoonGi comenzaba a molestarle el misterio. YeRi aclaró su garganta y se inclinó un poco en la mesa.
—Señor Byeon, ¿Kwon MiHyun y usted tuvieron...una relación?
No sabía si había usado las palabras correctas, esperaba que así fuera. De nuevo se hizo el silencio, ¿Había algo malo si MiHyun y él tuvieron algo?
—Fuiste a verla a Estados Unidos, ¿No es así?—YoonGi interrumpió el silencio—Fuiste a verla porque ustedes se escribían diariamente, tú eras la supuesta amistad que tenía en Seúl.
—¿Cómo sabes eso?—y entonces WooSeok pasó a mostrarse sorprendido y confuso—¿Cómo sabes que viajé para verla?
La verdad iba surgiendo, pero él parecía querer retenerla.
—Porque sus padres me lo contaron, ahora dinos, ¿Por qué estás mintiendo?, Yuna es tu hija, lo sabías, por eso la bebé nunca llora contigo.
—No, no sabía de que Yuna existía...
—Es tuya, WooSeok, tú eres el padre.—insistió.
—No, no puedo ser, lo que pasó entre MiHyun y yo fue un momento de desliz, nada más.
TaeHyung no ocultó su asombro.
—¿Viajaste a Estados Unidos para estar con ella de ese modo?—preguntó Tae sin captar del todo.
—¡Claro que no!—al levantar la voz. Algunos voltearon a verlos en la mesa, WooSeok controló el volumen de su voz aunque estaba molesto por la imagen que los chicos estaban haciendo de él, un tipo que sedujo a una mujer con depresión y la usó para una noche de intimidad, nada más.—Kwon MiHyun y yo comenzamos a hablar de repente cuando la encontré por Twitter.
—Eso es mentira, MiHyun eliminó todas sus redes sociales.—negó YoonGi.
El trabajador social revisó en el bolsillo de su chaleco, tocó la pantalla de su teléfono buscando algo y lo mostró a YoonGi quien tomó el aparato. Una cuenta en Twitter dejaba ver el nombre de usuario con la foto de perfil donde se veía simplemente un corazón morado.
YoonGi dejó que los demás lo vieran, en esa cuenta, nada indicaba que era ella. ¡Ni siquiera el nombre de usuario!, cuando el celular llegó a manos de YeRi, profundizó. Los post que colocaba en su perfil eran de pensamientos muy optimistas, frases de superación que parecían ser más un recordatorio para ella misma.
—Seguí esa cuenta porque me gustaban las frases que compartía, con tantos casos que atiendo en mi trabajo a veces pierdo la fe en la humanidad—volvió a hablar WooSeok, su voz era baja, un poco decaída, en sus ojos se notaba que recordaba los sucesos que iba diciendo—Fue ella quien me escribió el primer mensaje.
YeRi confirmó aquello que decía. En los mensajes privados aparecía todos los mensajes con MiHyun el año pasado, el primer mensaje había sido de ella.
—¿Ustedes se conocían desde antes?—quiso saber.
—MiHyun y él sabían de la existencia del otro por unas pocas veces que nos encontrábamos todos—respondió Hoseok—Supongo que ella pudo identificar a WooSeok.
—Así es—asintió—Ella estaba en Estados Unidos, yo estaba en Corea.
—¿Por qué viajaste a verla?—insistió YoonGi con ciertos celos en la voz.
—Iba a tener vacaciones por unos dos meses, me sentía al borde del colapso en servicios sociales, veía tantos casos, unos más tristes que otros y MiHyun lo sabía, ella me animaba cuando lo necesitaba, entonces, le dije que tendría unas vacaciones, que quería descansar de la rutina.
—Y fuiste a verla.
—No, ella me ofreció que fuera a verla. MiHyun vivía en California, dijo que sería lindo ver un rostro conocido en un país desconocido.
—Está diciendo la verdad, YoonGi—susurró YeRi que iba viendo los mensajes en el celular de WooSeok. Parecían que tenían más contacto del normal por Twitter.
—Yuna es tu hija.
—No lo es—WooSeok no iba a dar su brazo a torcer.
—¿Saben qué?—NamJoon intervino—Creo que WooSeok también debería someterse a una prueba de paternidad.
—Vamos, Nam, eso es...
—Si no tienes nada que temer no creo que debas negarte.
—¿Todos aquí creen la teoría absurda de YoonGi?—preguntó. Los chicos intercambiaron algunas miradas silenciosas, YeRi se encontró con la mirada de WooSeok y éste le preguntó directamente—¿También duda de mí, señorita Han?
Ahora todos los ojos estaban en ella.
—Eres un sospechoso más. Así que sí, en este momento, dudo de cada hombre.
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