No todo es malo 👑[13]👑

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15/11/1659

A pesar de la diminuta controversia acontecida el día anterior, Nicholas persistía anunciarse ante el castaño para poder determinar los prejudiciales inconvenientes provenientes de aquel beso con Teresa, sin embargo. Aquella seguía interponiéndose en sus propósitos para dialogar con el castaño. Aun así, mediante el alegato de la última cena ya indicada, la reina prolongó una conversación con la joven que continuaba estropeando los pensamientos del castaño, aclarándole que una semana había transcurrido desde su hospedaje y como lo indicó el primer día, debía mantener obligaciones, así para abarcar su alimento, no sería algo gratis permanecer ahí.

Tal concepto no había desordenado el razonamiento de cecily hasta cierto punto de reanudar ese dialogó, no contaba con alguna destreza sobre la ganadería, aunque solamente se encomendaría a ordeñar y estar al tanto de la sanidad de los animales, contando equivalentemente con la disposición de las nuevas mercancías que incrementaban a medida que aquel terreno conservaba sus acuerdos con los distintos distritos. Al parecer le iba a ser totalmente abrumador y prolongaría poco tiempo para ejecutar sus proyectos, algo que Nicholas aprovecharía.

—Freire, ¿podrías esperarme? —Indicó procurando respaldar el paso del mencionado, debido a que luego de su clase, Zack se ausentó de la nada, como si nunca hubiera estado ahí, y quería organizar los asuntos que habían dejado a medias horas atrás.

—¿Qué carajos quieres Doria? —Giró su torso rápidamente ante el agarre forzado que el pelinegro le había ejercido, haciendo que aquel pudiera captar toda su atención.

—A ti. —Acentuó acariciando su nuca sutilmente, notando la esencia que su figura desprendía en consecuencia de aquella práctica. A pesar de realizar un ademán descontento por la fragancia, reformó su mirada al presente, quien le demostraba una ceja arqueada y una risa de por medio.

—¿Y a teresa también, cier...? —Sus términos fueron detenidos al razonar lo que estaba expresando. ¿Acaso sentía celos por la escena que tanto transitaba su mente?

—Carajo, ya te recalqué que fue solo un malentendido, luego de que se emancipó ofreció disculpas ante lo sucedido, ¿Cuántas veces tengo que repetirlo para que logres entenderme? —Bufó visualizando su costado mientras se cruzaba de brazos un poco indignado por como le estaba considerando el anterior.

—Si te creo, ¿podrías dejar de recalcarme tu presencia todo el resto del día? —Ofreció retrocediendo varios pasos sonriendo, fijándose rápidamente del visaje opuesto. Y, sin permitirle dialogar salió corriendo demostrándole la lengua, era como si su niño interior volviera, aunque sus excusas para distanciarse de él fueran en vano, solo decidió por creerle y correr procurando que lo imitara. En vez de parecer príncipes que mantenían un legado bajo sus hombros, parecían niños de solo cinco años trotando como locos por todos los corredores restantes al aposento de Zack.

De un momento a otro, el pelinegro alcanzó en cuestión de segundos al iniciador, sujetándolo del chaleco para poder disminuir su velocidad, haciendo que el otro colisionara con la abertura de su pieza. Sin embargo, al voltearlo y visualizarlo, pudo apreciar como le regalaba varias risas y con un color rojizo sobre sus mejillas, por ende, esto hizo sonreír ladinamente al pelinegro. Era hermoso verlo así, un nuevo visaje que demostraba que detrás de ese arrogante y seco heredero se escondía un niño que simplemente necesitaba amor.

Era como si cada minuto con Nicholas hacía que sus problemas desvanecían.

—Te ves hermoso así... Zack. —Ante el pronunciamiento del pelinegro sobre los rasgos del nombrado, aquel solamente le demostró una risa mientras se adentraba al dormitorio. No obstante, captó que el anterior no se movilizó al interior del sitio como él lo había hecho, así que escogió por aproximarlo con el dedo indicé como si de un gancho se tratara, enmarcando uno de los botones de su chaleco.

El amor no es justoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora