Recuerdas como fue tu primer amor? Yo lo recuerdo tan bien... Solo por no sentirme amada elegí a la persona que para nada sentía nada por mi por el capricho de tener a alguien a mi lado.
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Damara caminaba por los pasillos de la escuela con la cabeza gacha, sus manos temblorosas apretaban las correas de su mochila. Últimamente, los días parecían pesados, como si el aire a su alrededor fuera más denso, aplastándola con el peso de sus inseguridades. El constante descontento de su madre con su cuerpo, las miradas desaprobatorias, y las críticas silenciosas habían dejado cicatrices profundas en su mente. Ella se sentía siempre fuera de lugar, con un sentido de vacío y soledad que nunca podía sacudirse.Harry, por su parte, era el tipo de chico que todos notaban pero pocos conocían de verdad. Su apariencia desaliñada, ese atractivo natural que muchos confundían con confianza, lo hacía destacar, pero quienes lo miraban de cerca podían notar algo más profundo. Una tristeza perpetua y un cansancio emocional que lo envolvía como una sombra. Desde que su exnovia lo había dejado, había comenzado a refugiarse en las drogas, buscando alivio en la autodestrucción. Iba mal en la escuela, pero eso no le importaba. Todo lo que quería era escapar, olvidar.
Los dos no parecían tener mucho en común, pero fue en una tarde lluviosa cuando se encontraron por primera vez. Damara, con su chaqueta empapada y el cabello pegado a la cara por la lluvia, se sentó en la biblioteca para esperar a que la tormenta pasara. Harry, con su clásica expresión de indiferencia, estaba allí también, ojeando un libro sin mucho interés.
—¿Te molesta si me siento aquí? —preguntó Damara, un poco nerviosa. Sabía quién era Harry, todos lo sabían. Pero nunca había hablado con él directamente.
Harry levantó la vista lentamente, sus ojos enrojecidos por la falta de sueño y quizás por algo más. Encogió los hombros.
—Haz lo que quieras.
Durante un rato, ninguno de los dos habló. Damara leía, o al menos lo intentaba, mientras Harry continuaba fingiendo que estaba concentrado en el libro delante de él. El silencio entre ellos, aunque incómodo, tenía algo tranquilizador. No había expectativas, ni presiones.
Finalmente, Harry fue el primero en romperlo.
—¿Por qué estás aquí? —preguntó de repente.
Damara lo miró sorprendida, como si no esperara que él quisiera hablar.
—Estaba esperando que dejara de llover.
Harry asintió lentamente, como si esa respuesta fuera suficiente.
—¿Y tú? —se atrevió a preguntar Damara—. ¿Por qué estás aquí?
—Porque no tengo dónde más ir —respondió Harry con franqueza, su voz cargada de un cansancio que no podía ocultar.
Esa fue la primera conversación que tuvieron, y aunque fue breve, algo cambió entre ellos desde entonces. A partir de ese día, comenzaron a coincidir más seguido. Ya fuera en la biblioteca, en los pasillos o durante el receso, Damara se encontraba buscando su presencia, y Harry, aunque distante, no la rechazaba.
El tiempo pasó, y la amistad entre ellos creció. Damara se encontraba fascinada por Harry, por esa tristeza tan palpable que él intentaba esconder detrás de una fachada de despreocupación. Sabía que él estaba roto por dentro, que su ex aún ocupaba gran parte de su corazón, pero aun así, no podía evitar enamorarse de él. Cada sonrisa fugaz que Harry le dedicaba, cada momento de vulnerabilidad que compartía con ella, hacía que Damara sintiera que quizás, solo quizás, ella podía ser quien lo ayudara a sanar.
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Lluvia Tras La Sequía
Teen FictionAmar y querer son dos términos muy diferentes. Cuando amas, haces de todo por esa persona aún sabiendo que te decepciono por qué amar es amarlo sobre todo. Querer es cariño es una palabra que determina "voluntad de querer o desear esa persona" no ha...