—Hyunjin.
Escuchó una voz grave y ronca llamarle, pero justo estaba en esa fase del sueño en la que olvidaba hasta quién era. Sin mencionar que sus parpados pesaban demasiado como para abrirlos.
—Hyunjin.
Repitió la misma voz aunque esta vez con unos tintes de tristeza, que lograron mandar una señal de alerta a su adormilada conciencia.
"Despierta" Le ordenó su lobo.
Acabó de abrir los parpados y con lo primero que se encontró, fue con los ojos vidrioso de su precioso omega.
—Buenos días, bonito— Le saludó con una media sonrisa y volviendo a caer dormido.
Ambos dejaron pasar el apodo cariñoso por alto cuando el rubio le sacudió con rudeza.
—Auch Félix, ¿Qué ocurre?
—Es mi estómago, de nuevo me duele— Mencionó casi echándose a llorar.
—¿Ah? ¿desde cuándo?— Preguntó sintiendo que se acababa de despertaba de golpe.
—Hace poco, me despertó el dolor.
—Ya, entonces ponte una chaqueta iremos al hospital— Por una milésima de segundo, Hyunjin olvidó lo mucho que odiaba ese lugar, la preocupación por el rubio le sobrepasaba.
—¡No!— Casi gritó Félix.
—¿Cómo qué no?— Sonó casi a reproche, él mismo se desconoció, pues estaba casi rogando ir a ese horrible lugar, el mismo que desde que murió su madre, se juró no volver a pisar.
—Aun no controlo mi olfato— Le tuvo que recordar el rubio. Al sentir el silencio sin opciones del pelinegro, volvió a hablar — ¿No puedes simplemente darme de lo que me pusiste anoche?
Hyunjin sintió que se le secaba la boca, más de lo que ya la tenía. Tal parecía que Félix aun no recordaba del todo lo que había pasado, apenas unas horas atrás, para su ala suerte él si lo recordaba y demasiado claro para su gusto.
—Ah... no creo que te guste.
—Pero eso me hizo sentir mejor.
—No, no es una opción— Reiteró con firmeza —Es hora de ir al doctor, ese dolor no me parece que sea normal.
Su corazón se volvió débil ante el mohín que hacía el rubio inconforme con la idea y él solo pensaba en lo mucho que deseaba besarlo. Deseaba... ¿besarlo?
—Te prometo que me quedaré muy cerca de ti y no te dejare en ningún momento.
Félix relajó un poco el rostro, ante la propuesta.
—Y si más tarde te sientes mejor, compraremos lo ingredientes necesarios para que preparemos la comida que tú quieras— Le dijo recordando lo mucho que le gustaba cocinar.
—Okay— Respondió Félix desganado y entornando los ojos por el doloroso espasmo que sacudió su vientre.
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Omega a medias [Hyunlix] (Omegaverse)
Romansa¿Qué era peor que ser un omega? Quizás estar entre la delgada línea de ser un beta y un omega. Félix no sabía nada al respecto, todo era nuevo, como si estuviese despertando en un nuevo cuerpo. Y esta nueva transición que le daba un nuevo enfoque a...