15 Days of smut | ᴊɪɴɴᴀᴍ

Día siete

Día siete:
Pigofilia
Excitación producida por el contacto con el trasero.

¿Cuál era la razón por la que Seokjin siempre tocaba su trasero?
E

n absolutamente TODOS los lugares tenia alguna de sus manos posadas en su trasero.

En la boda de su hermano, cuando estaban tomándose una foto con la pareja, Seokjin bajo discretamente su mano hacia la nalga derecha y dio un apretón suave, fue por eso que salió tan rojo en la foto.
En el cine, el supermercado, fuera de su casa, cuando duermen, en el estilista, en un restaurante, en el día de su boda frente a sus padres, familiares y amigos.

A decir verdad ¿Donde no lo había hecho? Si lo pensaba bien era extraño que Seokjin no tuviera su mano en su trasero, siempre se encontraba ahí, incluso para no enojarse con el mayor pensaba para si mismo que si Seokjin agonizaba lo último que pediría era poner la mano en su trasero.

Un día como cualquier otro se encontraban sentados en la sala de su hogar viendo una película, descalzos, con playeras grandes y en boxers, con palomitas de caramelo recién hechas y dulces por todos lados, estaban acurrucados, el moreno estaba casi encima del mayor y Seokjin lo abrazó pero Namjoon sabia con que intenciones porque pudo sentir la mano de Seokjin bajar  por su espalda, llegar a su cintura y finalmente a su trasero.
Namjoon algo intrigado y (tenía que aceptarlo) un poco molesto decidió hacerle una pregunta que por alguna razón nunca le habia hecho en todos esos años de noviazgo y matrimonio.

– Seokjin, ¿Puedo hacerte una pregunta? –

-Ya la hiciste. – Namjoon rodó los ojos.

-Hablo en serio. –

-Esta bien, lo siento- dijo apenado aun sin quitar su mano del trasero de Namjoon, lo miró atento a cualquier pregunta que su esposo le hiciera.

-¿Por que tocas tanto mi trasero? No es que me disguste pero a veces lo haces en lugares... inadecuados. –

Seokjin no sabia que decir, el se había casado y no le había dicho nada sobre su filia, no era extraña de hecho era de la mas normales, además no solo le excitaba si no que también le encantaba tener contacto con el trasero de Nam, tal vez ya se había acostumbrado a esos tocamientos pero nunca pensó en Namjoon, nunca le había confesado todas aquellas fantasías que tiene al respecto de su trasero, a veces solo pensaba en lamerlo y morder hasta que todo quede completamente rojo y morado, nalguearlo y luego hundir su cara entre las nalgas de Namjoon mientras lame sus testículos o también prepararlo con su lengua...

–Seokjin, dejaste de prestar atención ¿En que estabas pensando pervertido? –dijo Nam parándose del sofá recogiendo las envolturas de la mesa dando una vista demasiado provocativa a Seokjin, aquel trasero al frente de su rostro moviéndose de un lado a otro no le ayudaba en nada.

Tomó a Nam de la cintura, lo acercó para su rostro y mordió la nalga izquierda sin pensarlo y sin medir su fuerza haciendo a Namjoon gritar y separarlo de su trasero inmediatamente.