43. CITA

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SILVIA RIVERA

No puedo creer que yo haya confesado mi más oculto secreto. Se supone que no se lo diría a nadie, exceptuado a Willy, tuve que decirle porque él solito lo descubrió.

—Es increíble —musitó Ruby, procesándolo.

Nos quedamos en silencio. Ella me miraba analizando mi cara.

—¿Desde cuándo? —preguntó al fin.

—En realidad, no sabría decirte, sólo surgió —dije, apenada —ni yo misma sé cómo.

—Yo siempre pensé que te gustaba Arthur.

—Claro que no, ver a Arthur es como tener enfrente a Willy. Hasta se parecen los dos.

Otro silencio.

—¿Que te impulsó a decirlo? —ésta vez preguntó sonriendo.

Me sonrojé, lo sé porque sentí mi cara arder.

—En casa de Noah, cuando Carlos —me aclaré la garganta —anunció lo de su ciudadanía nicaragüense, Celeste se me acercó y me dijo que Carlos —volví a carraspear —quería hablar conmigo y pues, yo, eh, yo me quedé pensando en eso, y se me escapó.

¡Cielos! Ahora no puedo decir Carlos en voz alta.

—Amiga, ¡Has visto tu cara!, Está completamente roja. Que ternurita —dijo, tocando una de mis mejillas.

—No se lo vayas a decir.

—No te preocupes, tu secreto está bien guardado. Esto si que es increíble —se volvió a reír.

Al día siguiente, mis horas en la empresa parecían eternas. Evité con todas mis fuerzas pasar por la oficina de Carlos. La de él es toda de cristal, por lo que si paso me verá y prefiero evitar la vergüenza.

Generalmente no soy así. En realidad no me da tanta pena de Carlos, sino de los demás. Aunque casi nadie lo sabe, siento como si todo mundo lo supiera.

Lastimosamente las vacaciones de los tres grandes de la empresa no duró mucho.

Escucho como la puerta de la oficina de mi jefe se abre.

—Silvia. Vé a dejarle estos documentos a Carlos. Espera a que los firme.

Asentí. Era de esperarse que me pidiera algo así.

Supe lo que sentía por Carlos poco antes de que surgiera el accidente de Ruby, aunque no me acuerdo específicamente cuándo.

Todo iba normal, pero ahora no me siento así. Que mi mejor amigo y la chica que me inspira, que es como mi mentora, por así decirlo, lo sepan, lo hace complicado.

Caminé con seguridad, no pienso demostrar nada.

Una vez entré, le entregué los documentos a Carlos. Estaba nervioso. Los firmó y me los pasó. Me giré sobre mis talones para irme.

—Espera —oh, no —¿puedo saber qué te dijo Celeste el otro día?

—Dijo que tenías que decirme algo importante.

—¿Nada más? —volvió a preguntar.

—Si —suspiró, aliviado.

—¿Qué te parece el domingo? Después de la escuela dominical —se acomodó en su silla, todavía nervioso.

Asentí.

¡Tendré una cita con Carlos!

¿Qué me pondré? Oh, Dios, tengo que comprar ropa.

En casa le conté todo a Ruby. Estaba alegre. Lo pude ver en su cara. No me siento extraña por lo que pasó entre ellos porque sé que Ruby no siente ese tipo de amor por él, y Carlos lo ha superado.

...

Del templo, nos fuimos caminando al lugar donde comeremos. Me siento nerviosa. Ni siquiera sé qué decir.

Llegamos a un bonito restaurante cerca del templo, en una zona verde, en una parte alta desde donde se podía apreciar la ciudad. Pedimos la carta y elegimos nuestro almuerzo.

Empezamos hablando de trabajo. Luego de la iglesia.

Ya habíamos terminado de almorzar cuando se removió en su lugar.

—Disculpa a Celeste —mencionó al fin lo que quería oír —ella me hizo una broma.

Me decepcioné.

—¿Entonces no tenías algo qué decirme? Si era así no te hubieses molestado en traerme —articulé lo más tranquila posible, en realidad, estaba mal.

—¡No! No es eso —se apresuró a decir —si, quería verte, es decir, hablar, pero no de esta forma.

—Creo que es mejor que me vaya.

Me levanté. Él también. Me siguió.

—No hace falta que vengas.

—Venimos juntos, nos vamos juntos —refutó.

El camino de regreso fué incómodo. El clima estaba frío y el vestido que compré era de mangas cortas.

Carlos se sacó el abrigo que traía y me lo colocó en los hombros. Mi corazón dió un vuelco.

¡Oh, Dios, cómo no enamorarme de este hombre!

—Quiero adoptar a Matías —dijo de repente.

—¿Escuché bien? ¿Querés adoptar a Matías? —Asintió.

—Por eso saqué la ciudadanía, para que fuera más sencillo, pero hay dos familias más que están interesados, están casados. Tienen más probabilidades que yo.

—No te preocupés, si es la voluntad de Dios, de alguna manera hará que seas el padre adoptivo de Mati, o hará que encuentres a la indicada.

Sonrió.

...

—¿Se lo dijiste? —Willy me abordó de camino a mi casa.

—No.

—Sós lenta, ¿Lo sabías?

—Que no quiera decir sus sentimientos no tiene nada de malo —salió Ruby, que iba a mi lado, en mi defensa.

—Me molesta que algunas chicas, todavía en este siglo, no se atrevan a decir lo que sienten. Deberían ser valientes —mi amigo la miró desafiante.

—Pues habemos chicas que deseamos que Dios nos prepare y dirija a la persona correcta, porque no queremos relaciones efímeras como la mayoría de personas de este siglo están acostumbrados —esto parece un enfrentamiento entre mis dos amigos.

—¿Crees que una relación o matrimonio dure para siempre? Hoy hay muchos divorcios en el mundo, por si no lo sabías. Hay más cosas malas que buenas. El mundo está dominado por la maldad.

—Si, lo sé, pero hay algo que no has tomado en cuenta, yo no soy de este mundo, Silvia tampoco, por lo tanto, tenemos derecho a querer un esposo que tampoco quiera ser parte de esto. Y los divorcios existen porque no tomaron en cuenta a Dios, y la belleza física jamás va a retener a un hombre o a una mujer. Por eso ves a mujeres y hombres famosos, bellos para muchos, pero infelices. Incapaces de amar y de ser amados.

Willy se calló. Caminamos y cuando el se desvío por la calle, rumbo a su casa, se despidió solo de mí.

Caminamos en silencio.

—¿Qué fué todo eso? —pregunté cuando llegamos a casa.

Ruby se quedó sopesando si responder o no.

—Willy está convencido de que me gusta Noah.

—Pero eso es cierto ¿Verdad? —asintió lentamente —a Willy le interesas por eso quiere que se lo digas directamente. Créeme, yo lo conozco.

—El otro día, en la iglesia, ví en su mirada dolor y decepción. No quiero lastimarle más.

***

Referencias bíblicas

1 Juan 5:19 "Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno".

Juan 17:16 "No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo".





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⏰ Última actualización: Oct 07 ⏰

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¡𝕊𝕠𝕪 𝕖𝕤𝕡𝕠𝕤𝕒 𝕕𝕖 𝕞𝕚 𝕛𝕖𝕗𝕖! © ✵Amores inesperados #2✵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora