LONDRESAISTOR WEEIS
Mi querido amor,
Mientras sostengo esta pluma, siento que mi cuerpo me abandona lentamente, como si cada aliento me costara más esfuerzo del que debería. Es curioso, ¿no? Nunca pensamos en lo frágiles que somos hasta que llega el momento de despedirnos. Nunca imaginé que así terminaría nuestra historia; que en lugar de un “sí, acepto”, estaría aquí escribiéndote esta última carta.
Recuerdo el día que nos conocimos como si hubiera sido ayer. Tus ojos brillaban con esa chispa que me hizo creer que todo sería posible si estábamos juntos. Soñamos con una vida llena de risas, de mañanas compartidas, de discusiones tontas y reconciliaciones aún más dulces. Todo parecía tan sencillo, tan claro, como si el destino mismo nos hubiera preparado un camino que debíamos recorrer de la mano.
Pero ese camino se ha cortado, y es en este abismo donde ahora caigo, incapaz de detenerme. ¿Sabes lo más difícil? No es el dolor que siento cada vez que respiro, no es la herida que lentamente se lleva mis fuerzas. Es la certeza de que no podré estar ahí contigo, a tu lado, cuando el sol de mañana amanezca. No seré yo quien vea cómo tu rostro se ilumina al despertar, ni el que tomará tu mano cuando el mundo se vuelva demasiado pesado.
Quiero decirte que te amo, como jamás pensé que podría amar. Cada parte de mí está impregnada de ti, de tu risa, de tus palabras, de cada gesto que compartimos. Y aunque sé que el tiempo que me queda es corto, cada segundo lo dedico a pensar en ti, en lo que pudo haber sido. No quiero que me recuerdes con tristeza, aunque sé que será inevitable. Quiero que pienses en nosotros como algo hermoso, incluso con esta trágica conclusión.
He querido luchar, de verdad lo he hecho. Pero mis fuerzas se desvanecen, y lo único que me queda es la esperanza de que algún día, más allá de este mundo, tal vez podamos encontrarnos de nuevo, en algún rincón donde el dolor no exista. Te esperaré allí, como siempre te esperé aquí.
Aistor Weeis...
Meto la carta en el sobre mientras busco el sello para ponerle.
"La número 87"
No sabes todo lo que daría por pasar éstas navidades junto a tí...
Sería nuestra primera navidad juntos mi amor...
Observo la cajita roja de terciopelo que contiene las dos alianzas que nos mantendría juntos para toda la vida. Iba a ser mi esposa...
Y me la arrebataron quitándome lo único bueno que me quedaba. El nuevo motivo de mi sonrisa y felicidad:
FLASHBACK...
Termino de preparar el desayuno y literalmente le he quitado el trabajo a mi sirvienta. Se ha quejado dos veces porque su trabajo es cocinar y soy yo prácticamente el que deseo hacerlo porque Stella no dejaba de alagarme cada vez que probaba algún platillo cocinado por mí.
Poniendo mi reloj de muñeca toco tres veces pero nadie responde. Abro la puerta y me la encuentro de espaldas con él cabello hecho un desastre y el pijama de dormir puesto todavía.
— Buen día.— sonrío recostado del marco de la puerta.
Ella voltea con una sonrisa en los labios admirando un vestido rosa que tenía justo en las manos.
— Buen día.— me devuelve la sonrisa.— ¿Y ésto?.
— Para la mujer más hermosa que he visto en mi vida.— se sonroja mientras me acerco a ella dándole un corto beso en los labios.— Lo ví y pensé en ti, seguramente te queda hermoso.
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Luces Cámara Y ACCIÓN
Humor- No me dejes.- suplicó.- Venezuela sin comida, Colombia sin plata, Bolivia sin mar, mi prima sin culo y yo sin ti. ¿Qué es lo que está pasando?. - Qué romántico..- gruñó mi amigo. - Serás...- Gerard comenzó a reír. Le metí una bofetada tan fuerte q...