Capitulo 4

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Nick

No sé cómo terminé en esta situación, en una habitación de un hotel barato, con un chico random, con rasgos físicos similares a él, maldito idiota de ojos azules y cabello rizado.

Lo que puedo observar es al cuerpo desnudo debajo de mi, gimiendo y pidiéndome más, pero mi mente está por otro lado, o más bien, con otra persona.

Sigo moviéndome tratando de encontrar una clase de placer en este encuentro pero no puedo lograrlo, quiero terminar con esto e irme de aquí lo mas rápido posible.

― Oh, sí, lo haces muy bien, sigue.

»Si, tan solo fueras tú quien dijera eso.«

Es un sexo sin sentimientos, solo eso, el chico es lindo pero mierda, imagino los escenarios posibles para excitarme cómo debería, pero cuando la imagen de su cara hace presencia en mi mente, ocurre eso.

Esa dureza y placer que hace despertar a mi polla, tiré de sus cabellos imaginado que era él, soltando sus gemidos y mi nombre atravesando sus labios.

Podía sentir el climax apoderandose de mi cuerpo, aumenté el ritmo y parece que a este chico le gusta lo que siente, sus jadeos y gritos suenan en la habitación, era probable que muchos creyeran que lo estaban torturando.

― Joder, Charlie. ― casi pude ahogarme cuando su nombre salió de mi boca como un gemido, quebró mi garganta de un tirón.

Luego de que esté horrible encuentro para mi terminó, me vestí rápidamente y salí corriendo directo hacia el hotel, solo un par de cuadras, me tardo en llegar.

Una vez en la habitación, quiero dormir a gusto y olvidarme del mundo, precisamente de él, pero la vista que mis ojos enfrentan en este momento me hace sentir todo lo contrario.

― Mierda, no me jodas.

Charlie acostado boca abajo, la sábana casi por sus pies, la espalda desnuda, escaneo su cuerpo, un delicioso adonis ante mi, trago varias veces y paso las manos por mi rostro.

Respiro y exhalo las veces que sea necesario, calmar las ansías de tenerlo encima de mi, a un lado, debajo de mi cuerpo, gimiendo y jadeando por mi.

Una vista que le hace gusto a mi polla, el vestía solo un short de pijama que ajusta muy bien a sus redondas nalgas, esa posición perfecta para comerlas.

― Olvídate de esto Nicholas, no es tu tipo y lo odias. ― repetí en voz baja y mirándolo por última vez.

Tomé la almohada y una sábana para dormir en el sofá, no era cómodo, pero no era opción de estar en la misma cama con el, no está noche.

A la mañana siguiente despierto adolorido, frustrado y con cero ganas de hacer el torneo de natación, era la semifinal, competía por el bicampeonato de medalla de oro.

― ¿El niño amaneció de mal humor? Para la próxima, te duermes en el piso.

― ¿Y por qué no mejor te duermes tu? Claramente esa cama es para mi, no para ti.

― No veo tu nombre por aquí, así que es mía, pero puedo dejarte dormir aquí, mira este pequeño espacio en los pies.

― Pudrete Charlie, no tengo tiempo para tus niñerias el día de hoy.

Sin Querer Dejé De Odiarte [NICK & CHARLIE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora