𝕻𝖊𝖑𝖎𝖌𝖗𝖔 (lunay-Jefnier Osorio )

Cap 52

Me quedo quieta a poca distancia de él y le saludo con un gesto con la cabeza.

—Jessica: "¿Le molesto tal vez?"—

—Mancini: "Si me molestaras, no te habría dejado entrar."—

—Jessica: "¡Menudo honor!"—

—Mancini: "¿A qué se debe que me honres con tu presencia aquí? y además, sola."—

—Jessica: "Jefnier está ocupado, y me dije que no estaría mal que tuviésemos una discusión los dos."—

Mancini intercambia una mirada con sus esbirros. Les pide que nos dejen a solas y luego me mira a mí. Me invita a sentarme.

—Mancini: "Por favor."—

Echo una mirada alrededor. Prácticamente no hay nadie más que nosotros aquí. Se podría decir que eso no me tranquiliza demasiado.

Me siento en frente de Mancini, poniendo cuidado en guardar la máxima distancia entre los dos. Carraspeo y espero el mejor momento para empezar a hablar. A decir verdad, no sé a qué espero. Tengo que lanzarme.

—Mancini: "¿Quieres tomar algo?"—

Noto la mirada lasciva de Mancini cuando me hace esta pregunta.

—Jessica: "Está bien así, gracias. Solo quiero que escuche lo que quiero decirle."—

—Mancini: "No es la especialidad de la casa, pero vamos a intentarlo... Te escucho."—

Eso ya lo supongo. Le veo sacar un smartphone del bolsillo de su chaqueta. La pantalla del móvil es más interesante que yo, según se ve. Poco importa, voy a intentar explicarme lo mejor posible para que entienda bien lo que quiero decirle.

—Jessica: "He venido por mi hermano. Y tengo algo para usted que, espero, le demuestre nuestra buena voluntad para arreglar este asunto lo antes posible."—

Saco el dinero de mi bolso y lo pongo sobre la mesa, entre nosotros. Los ojos de Mancini abandonan la pantalla un segundo para interesarse en el sobre.

—Jessica: "Es un adelanto. Le vamos a devolver el dinero, esté seguro."—

—Mancini: "No son más que bonitas palabras..."—

Noto una pizca de ironía en su voz, se está burlando claramente de mí. Pero eso no le impide echarle mano al paquete. Cruzo su mirada y pongo la mano un momento encima del sobre para que entienda el mensaje.

Maccini se me queda mirando y luego coge el dinero. Me echo para atrás en mi sitio, incómoda. Le observo echarle un vistazo rápido y meter el sobre en el bolsillo con un gesto despreocupado.

—Mancini: "¿Te estás quedando conmigo? ¡Esto no es nada!"—

El tono que utiliza es seco y cortante. Aun así, intento mantener la calma. No es algo fácil teniendo delante a un hombre como él.

—Jessica: "El resto llegará pronto, pero necesitamos más tiempo. Mientras tanto, si retirara la amenaza a mi hermano, yo..."—

—Jefnier: "¿Jessica?"—

Me levanto bruscamente y por poco tiro la mesa. Oh, no, no puede ser. ¡¿Pero qué está haciendo él aquí?!

—Jessica: "¿Ah, estás aquí? Pensaba que estabas ocupado..."—

Le pongo ojitos a Jefnier para hacerle entender que no me destape ante Mancini.

—Jefnier: "¿Qué carajo está pasando aquí, Mancini?"—

(Ok. Está claro, no se me da bien la telepatía visual...)

—Mancini: "¡Eso tienes que preguntárselo a tu amiguita! Es ella quien vino buscándome. Pensé que te gustaría estar al tanto."—