TAESAN

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Un día, Taesan sintió curiosidad por sentarse en la cara. Lo que no sabía es que eso era algo que realmente deseabas probar.

El confía mucho en ti, por lo que sabe que puede decirte algo que le dé curiosidad sin ningún tipo de duda.

Él vendría a ti muy emocionado y te diría que le gustaría probar algo nuevo, algo para lo que siempre estabas dispuesto.

Ustedes dos pasarían por su habitual sesión de caricias intentas + besos desordenados mientras él te desvestía con una especie de urgencia.

Te emocionaba aún más por lo que quería probar, no te lo dijo de inmediato porque quería sorprenderte.

Una vez que toda la ropase había quitado, te miraba por un segundo, sin aliento por besarte, y preguntaba. —¿Puedes sentarte en mi cara?
- sería tan directo, tomándote por sorpresa.

Tua mejillas se calentarían por su franqueza, pero también por el hecho de que amas la idea de sentarte en su lindo rostro.

—¿Estás seguro? ¿Y si te aplasto?— Dijiste mientras inclinadas la cabeza hacia abajo con un poco de inseguridad.

—No, sería tan caliente! No me importa si me aplastas, con gusto me asfixiaría.

—iHan TaeSan!— lo regalaste mientras sentías que la presencia de calor en tu rostro se calentaba. Estaba tratando de prestarle importancia a tu inseguridad, algo que apreciabas, pero aún así la vulgaridad del asunto era un poco embarazoso.

—¿Estás seguro?— Preguntaste con voz temblorosa mientras él se ponía rápidamente en posición, cómodo sobre su espalda mientras extendía su mano.

—¡Sí! Por favor, Te deseo tanto!— Decía mientras tomaba su mano, a horcajadas sobre su torso con un poco de precaución.

—Si te aplasto, simplemente empujame, ¿de acuerdo?— dirías con voz severa. El sacudía la cabeza, mirándote con los ojos de cachorrito más lindos, luego te prometía que lo haría.

—¡ahora pon ese lindo culo en mi cara!— decía con una sonrisa tonta mientras veía que tus ojos se agradaban y luego te dabas vuelta ante su audacia.

Vacilante, subiste por su cuerpo y te colocaste en su lugar. La vista de él debajo de ti era más que suficiente para nublar tu mente. Una vez que estuvo a la altura de tus ojos con tu coño, enganchó sus brazos alrededor de tus muslos.

Básicamente, te puso en su lugar, subetandote con fuerza mientras sus uñas se clavaban en la suave piel de tus muslos. ¿Ni siquiera te habías sentado completamente sobre su rostro y él ya estaba tan excitado? Te hizo sonreír para ti misma ver el efecto que esta posición tuvo en el.

—¿L-listo?— dijiste mientras sentías que las mariposas en tu estómago se hacían más intensas. Él asintió con la cabeza mientras tomaba asiento suavemente en el rostro de tu novio. No estaba contento con ligeramente que te sentaban sobre el, estaba decepcionado de que siquiera pensaras en flotar, así que tomó el asunto en sus propias manos.

—iSin flotar!— Dijo mientras te daba una palmada en el muslo y empujaba tus muslos hacia abajo, sofocando su rostro con tu coño ya empapado.

—Espera, espera!— gritaste mientras el comenzaba a lamente todos tus pliegues como un loco. Normalmente, te lamería con movimientos controlados, prestando atención a cada uno de tus reacciones. Era casi como si este acto le causará más placer a él que a ti. Sin embargo, no te quejabas, verlo perder la calma debajo de ti era muy excitante.

Se detuvo un momento para decirte obscenidades absolutas. —Eres tan bonita, sabes tan, tan bien, Dios, podría comer este coño para siempre - dijo completamente sin aliento mientras agarraba aun más fuerte tus muslos, empujándote aún más cerca de el. La sensación de su lengua lamento todo tu clitoris, todos los puntos sensibles de tu coño, eratan buena. La combinación de sus palabras te hizo echar la cabeza hacia atrás.

—Bueno, tan jodidamente bueno — 1o sentiste sonreír en tu cuerpo mientras continuaba usando su lengua contra ti. Era prácticamente como si estuviera besando tu colo en este punto, con la forma en que te estaba besando, lamiéndolo por todas partes.

Sin embargo, el siguiente movimiento te tomó completamente por sorpresa. Su lengua penetró completamente tu coño empapado, bombeando el musculo dentro y fuera de tu cuerpo. —¡Joder, TaeSan! Eso es demasiado!

- gritaste ante la sensación. Te agarraste fe su cabello con desesperación, sintiendo que ta te acercabas por lo interesante caliente que era este momento. Comenzaste a balancearte hacia adelante y hacia atrás, montando su cara mientras tiradas de su cabello. —Sigues así, casi estás ahí— dijiste mientras sentías supe tu euforia estaba aún más cerca ahora.

Te sentiste tan cerca del borde cuando notaste un sonido húmedo que venía de algo más que su boca pegada a tu coño.
—Oh Dios mio, ¿te estás tocando?— preguntaste, completamente sorprendida.

Sentiste que él sonreía de nuevo en tu cuerpo, asintiendo con entusiasmo mientras lo escuchabas continuar bombeándose. En el calor del momento, no pudiste detenerlo, era demasiado. Sentiste que la presión en tu estómago finalmente se alivio. Echaste la cabeza hacia atrás, terminando tan duro por toso lo que estaba sucediendo.

Desde la cara sentada hasta el agarré que tenía en tu cuerpo hasta el jugando descaradamente con su polla, era casi demasiado para soportar. El te ayudó a atravesar tu orgasmo, asegurándose de que disfrutaras cada segundo.

Estabas en las nubes. Sentías un vértigo porque ese había sido uno de los mejores orgasmos que habías tenido en toda tu vida.
—Basta, por favor— le dijiste mientras lo apartadas del pelo, sin darte cuenta de lo que habías hecho porque estaba demasiado abrumada por la sensibilidad. Él gimió ante la sensación. Te bajaste de él y arrojaste tu cuerpo sobre las suaves sábanas junto a él.

Inmediatamente te acurrucaste junto a él, disfrutando del resplandor de tu orgasmo.-Eso fue... Tan jodidamente caliente! - terminó la frase por ti, con los ojos cerrados por el cansancio mientras sentías que te habían quitado toda su energía, pero podías decir que estaba sonriendo mientras lo decía. Te tomaste un segundo para recomponerte, luego abriste los ojos para ver una vista deliciosa frente a ti.

—TaeSan, ¿te corriste?— preguntaste, completamente estupefacta al ver las cuerdas de semen a a lo largo de su estómago.
—¿Eh? Oh, supongo que si.— dijo mientras te sonreía. Tomaste tus dedos, recorriendo suavemente su estómago, recogiendo algo de su esencia en tus dedos. La lamiste de tus dedos mientras lo mirabas directamente.
—Supongo que debería devolverte el favor,
¿eh?— le sonreiste, sintiendo una repentina oleada de energía.
— Tal vez deberías, fui muy bueno para ti— dijo mientras se sonreían el uno al otro. Esta iba a ser una larga noche.

𝑩𝑶𝒀𝑵𝑬𝑿𝑻𝑫𝑶𝑶𝑹 𝑺𝑴𝑼𝑻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora