Capítulo 5

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Max no pudo dormir realmente bien la noche anterior, principalmente porque cuando regresaron del hospital, Pato aún seguía despierto esperándolos en la sala de la casa, con rastros de lagrimas en su rostro y los ojos rojos.

Corrió a abrazar a Max cuando lo vio, al parecer el niño había estado desesperado por saber que había ocurrido, pensando que su padre podría morir en cualquier momento, Max cree que aun no se termina de acostumbrar al echo de que Pato O'Ward es su hijo en esté universo, pero irónicamente le estaba agarrando cariño.

Checo tuvo que rogarle a Pato para que volviera a su propia habitación (no quería separarse de Max) al final lo logro y se fueron a dormir, afortunadamente Checo lo dejo abrazarlo mientras dormían, aun así, no pudo dormir más de dos horas.

Ahora esta aquí, recostado en la cama con Checo mirándolo, Max cree que podrían ser las 6 de la mañana porque el sol aun no termina de salir y todo suena tan silencioso.

—¿Checo? —Pregunta Max mirando el rostro de Checo fijamente— ¿Podrías contarme sobre mí? Bueno, sobre tu Max.

Checo le sonríe y le acaricia suavemente el rostro, Max no se ha atrevido a intentar besarlo desde anoche, se siente incorrecto y tiene miedo de que Checo lo rechace ahora que sabe la verdad, pero en este momento esta deseando acercarse y besarlo.

—Bueno, al principio vivías con tu padre, pero tu madre lucho por la custodia cuando se separaron, así que al final te criaste con tu madre y tu hermana, siempre te gustaron los autos así que estudiaste una ingeniería automotriz, ahí conociste a Lando, él no termino la universidad por temas económicos, pero siguieron siendo grandes amigos, cuando te graduaste Lando y tú abrieron un taller mecánico con los ahorros de ambos, trabajas en eso desde entonces, adoras tu trabajo.

—Lando es tu mejor amigo, casi como un hermano para ti. Pasan horas juntos, ya sea en el taller o simplemente charlando de cualquier cosa —continuó Checo con una sonrisa nostálgica, su mano todavía acariciando suavemente la mejilla de Max—Nosotros nos conocemos desde que iniciaste la universidad pero no acepte salir contigo hasta que cumpliste 20 años.

Checo parece divertido, como si fuera una historia interesante que contar.

—¿Por qué hasta los 20? —Pregunta confundido.

—Porque no creí que fueras tan enserio conmigo—Checo deja de tocarle el rostro y avanza con lentitud por todo su brazo hasta llegar a tomar la mano de Max, siente un escalofrió recorrerle el cuerpo, mas aun cuando recuerda lo que estuvieron a punto de hacer anoche.

—Claro que iría enserio contigo ¿Quién no iría enserio contigo? —Dice Max indignado.

—Algunas personas no fueron enserio antes de que tu llegaras—responde Checo en una risa—Pero bueno, supe que ibas enserio cuando nos casamos, teníamos un año de relación pero, bueno, quería adoptar a Pato y no podía hacerlo si no estaba casado, así son las cosas en México. Te hablé sobre Pato, mi hermana lo encontró en una mala situación y él chico no tenia a nadie que lo quisiera, cuando lo conocí supe que debía adoptarlo, pero eso ya lo sabes porque es imposible no amar a Pato.

Max escuchaba atentamente, cada palabra resonando en su mente como si se tratara de una historia ajena, pero con una sensación de familiaridad extraña. No era su vida, pero podía visualizarla en su cabeza con facilidad, como si estuviera reconstruyendo piezas de un rompecabezas que no sabía que existía.

—Me pediste matrimonio al día siguiente de que te hable de Pato—Continua Checo casi en un susurro—Nos casamos y lo adoptamos, tenemos una buena vida. Eres muy feliz y yo también lo soy.

Lo Que Nunca Tuve | Chestappen |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora