(Capitulo 11)

9 1 0
                                    

No.. No podemos.- dijo Tomas en voz baja.-

No dije nada, solo aparte la mirada.

Él me obligo a mirarlo sujetandome del mentón.

Estas enojada con él y por eso haces esto.- ni siquiera era una pregunta.-

Ya no estoy con él.- aclaré algo irritada al recordar lo que pasó.-

No lo recuerdes entonces.- se acercó.- no lo perdones Male.-

No lo voy hacer.- asegure.-

Si lo vas a hacer.- me aseguro como si me conociera más que a mi misma.- eres demasiado buena, y él te pedira perdón. Y lo perdonarás.-

Tenia razón.

Pero ¿y si no lo hago?.- sugerí.-

Y si no lo haces, por fin me harias caso eh.- sonrió un poco.-

Me puso una mano en la mejilla y me seco las lagrimas.

Odio verte llorar por un idiota.-

Lo se.-

Pienso matarlo cuando lo vea.- aclaró.-

Ya.. Deja el tema.-

Esta bien.-

Silencio.

Era tenso, y no me gustaba admitir que tenia ese silencio con Tomas.

Mira yo..- empezó interrumpiendo el silencio.- me deje llevar.. Por lo.. Bueno..- bajo la mirada a mi ropa y después volvió a mis ojos.- perdón.. No quiero arruinar nuestra amistad...-

No la arruinas.- aseguré.-

Él no dijo nada por unos segundos, pero después embozo una sonrisita divertida. Ah y por cierto estaba muy guapo asi vestido.

¿Vamos a pasarla bien y olvidarnos de todo lo malo? Incluso si lo malo allá sido besarte.- se aclaró la garganta.-

No creó que allá sido algo malo.- asegure pasando por su lado.-

Él me comtemplo unos segundos.

¿N-no?.-

Le sonreí como un angelito.

No.- asegure.-

Esas palabras fueron suficientes para que él me agarrara de la cintura y me diera un suave beso en los labios.

Yo me puse roja de pies a cabeza cuando me di cuenta de que no me soltaba.

Eh..- señale su mano.-

Nop.- me apreto contra él.-

Tomás..- advertí.- no sabía que eras tan pervertido.- enarque una ceja.-

¿Desde cuando soy santo?.- preguntó ofendido.-

Desde que te conozco.- aclare divertida.-

Pero eso es porque nunca viste mi lado pervertido.- sonrió.-

No se si quiera verlo ahora, me sorprendería.-

¿Por qué?.- enarco una ceja divertido.-

Siempre has sido tan... Inocente.-

¿Inocente?.- casi se ríe.- ¿quieres ver cuán inocente soy?.- sonrió perversamente.-

me puse roja de vuelta. Mierda

Jajaja

Primero tengo que hacer algo.- aclaré divertida.-

Oye oye, no lo estaba diciendo enserio.-

The same story repeatedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora