— Estoy en casa — dije desanimado mientras abría la puerta.
Mis párpados hinchados eran demasiado notorios pero probablemente mamá no percataría en ello. Había llorado demasiado en ese parque, como si el lugar fuese mi habitación, enajenado completamente del mundo exterior y sin apenas recordar en donde me encontraba.La casa en estos momentos estaba en total oscuridad, probablemente mi madre no había regresado aún. Estaba muy hambriento pero no estaba de ánimos para preparar la cena. Cualquier bebida sería más que suficiente para mí.
— Estoy de vuelta.— repetí en última instancia, caminado hacia la cocina, para prender la luz de la habitación.
— Mocoso de mierda— escuché antes de colocar mis dedos sobre el interruptor,— «¿Esa era mamá?»
—¿ Dónde diablos andabas metido, ladronzuelo de mierda?
Estaba demasiado oscuro como para notar de donde procedía esa voz pero indiscutiblemente se trataba de mi madre. Hablaba con un tono demasiado ronco y afónico. Un fuerte olor a alcohol barato calo profundo en mis pulmones hasta hacer que instintivamente pellizcara mi nariz, por el asco. Llevé mi mano al interruptor y prendí la luz de la cocina. En efecto era mamá tumbada sobre una de las mesas. Lucía completamente demacrada y obnubilada, tanto así que sus ojos que pretendían verme miraban de un lado a otro incapaces de enfocarme adecuadamente.
— ¿Dónde metiste mi dinero, puto ladrón?
Un pinchazo de dolor se clavó en mi pecho. Mamá se habia dr0gad0, otra vez.
—¿De que hablas, mamá?
— ¡¡DEL DINERO GUARDADO BAJO EL PUTO PLATERO!!— gritó histericamente sacudiendo su cabeza de un lado a otro con rudeza.
Llevé la vista al techo y comprimí mis labios con angustia.
— ¿Hablas del dinero bajo el platero? Te ví tomándolo está mañana, mamá¿ No lo recuerdas?— no se que clase de estupefacientes consumía mi madre pero aquello le hacía perder la cabeza por completo haciéndola cursar por largos periodos de amnesia. Había días que mama tras consumir aquellas sustancias era incapaz de reconocerme.
Mi madre encajó la mandíbula y me observó con odio.
—¿¿ Me estás diciendo que yo lo tomé??— abrió sus ojos a más no poder— ¡¡¿¿Me quieres hacer ver como idiota!!!??
— Que quieres que responda si fue lo que sucedió.— testifique con recelo, en voz baja.— Maldito desgraciado — siseó como una cobra tomando con rapidez una botella vacía sobre la mesa para lanzarla con celeridad sobre mí. Afortunadamente por su estado de incoordinación, el cristal terminó asestando sobre la pared a mi lado. Los pequeños fragmentos que emergieron salpicaron sobre mi rostro cortando finamente mi mejilla derecha en varios sitios. Alcé con incredulidad el dorso de mi mano rozando la piel bajo mi ojo derecho para limpiar una fina hilera de sangre la cual observé estupefacto. Afortunadamente ningún fragmento había caído dentro de mis ojos. Gracias al cielo.
— No te creo— negó haciendo un gesto con su cara que más que una negación parecía un tic.— ¡¡Dónde está el puto dinero, Nathaniel.!!!!
— NO ME OÍSTE, PUTA ALBÓNDIGA CON PATAS???!!! — le grite con furia— ¡¡LO TOMASTE ESTA MAÑANA!!!
— ¡PUTO LADRÓN, NO LE HABLES ASI A TÚ MADRE, VOY A MATARTE!
No quería escucharla más. Me di la vuelta dispuesto a subir las escaleras. Añoraba silencio y la soledad de mi cuarto. Realmente no podía más.
— ¡¡ERES COMO TU PADRE!!— vociferó mamá desde la planta baja, tambaleandose. Apenas y podía seguirme el ritmo dado su condición.— ¡¡¡ERES COMO ÉL, UN MALDITO!!! NATHANIEL, BAJA DE INMEDIATO, VOY A MATARTE, MALDITO!!!! — gritó mi madre temblando desde abajo.
Entré a mi cuarto y azoté la puerta con un fuerte estruendo. Me tiré sobre la cama y enterré mi rostro en la curvatura de mi antebrazo.— Ughh— gemí conteniendo el llanto.
— ¡¡¡Nathaniel!!!— De alguna forma mi madre había conseguido subir las escaleras y ya se hallaba frente a mi habitación golpeando la puerta con toda su fuerza— ABRE LA MALDITA PUERTA!!! CREES QUE PUEDES HACER LO QUE SE TE VENGA EN GANA!!! ¡¡ABRE LA PUERTA, AHORA!
— ¡¡¡Ughh!!!— contuve un fuerte quejido que emanaba de mi garganta.
—¿ EN DONDE CREES QUE VIVES? ¡COMES la COMIDA QUE TRAIGO, MALDITO MALAGRADECIDO!¡¡¡ ERES UN PARÁSITO!!!! ¡¡¡ABRE LA PUTA PUERTA NATHANIEL!!!
Séque mis lágrimas con brusquedad, hasta sentir que lastimaba la piel sobre los pequeños cortes. Me levanté de la cama hipeando y tomé la mochila del suelo. Abrí la ventana y una brisa de aire fresco y húmedo acaricio mi mejilla. Olía a tierra mojada, al parecer, fuera, había comenzado a llover—« Mi vida si que es una mierda».
Mi madre seguía golpeando la puerta y vociferando maldiciones. Conversar con ella era tiempo perdido.
Tomé mi almohada y desabroché su funda, sacando de su interior una cuerda deshilada que desde hacia un tiempo había comenzado a guardar allí. No era la primera vez que escapaba de mamá usando este método y hoy al igual que otras muchas noches pasadas, mamá estaba fuera de control.
Ate la cuerda a la pata de cama y lancé el otro extremo fuera de la ventana.
— ¡¡¡NATHANIEL!!! ¡¡POR QUÉ NACISTE, MALDITO!!! ¡¡¡DEBÍ HABERTE ABORTADO!!! ¡¡¡MALDITOOOO!!!
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Dogma Bully
RomanceSolo una historia de bully que quería escribir. Espero les guste. 🥹😘