MATRIMONIO A LA FUERZA || STROLLONSO

Capítulo ~ El encuentro ~

El sol de la mañana iluminaba y el bullicio de la ciudad se mezclaba con el sonido de los motores de los coches de lujo que desfilaban por las calles.
En una elegante mancion Lance Stroll observaba por la ventana, sintiendo el peso del mundo sobre sus hombros. A sus 25 años, la vida le había ofrecido un sinfín de oportunidades, pero nada de eso importaba ahora. Su padre, Lawrence Stroll, había decidido que su futuro se escribiría de manera diferente: un matrimonio con Fernando Alonso, uno de los hombres más ricos y poderosos de España.

Mientras contemplaba el horizonte, Lance no podía evitar preguntarse cómo había llegado a esta situación. Desde pequeño había soñado con la libertad de elegir su propio camino , con una vida de amor y aventura, pero el destino le tenía preparado algo muy diferente.

En una elegante sala de estar, su padre le presentó a su futuro esposo, Fernando Alonso, un hombre al que nunca había visto antes. Lance lo observó con desdén. Él era todo lo que despreciaba: serio, arrogante y demasiado centrado en su carrera., pero la presión de su padre era abrumadora. La empresa familiar estaba en riesgo, y el contrato que su padre había negociado con Alonso era su única salvación. Lance se sentía atrapado, como un pájaro en una jaula de oro.

En el fondo, Fernando no podía evitar sentir lástima por Lance. Sabía que el joven no quería esta vida.
Pero la ambición era un fuego que ardía intensamente en el corazón de ambos hombres, y Fernando no podía permitirse el lujo de dejar pasar una oportunidad que podría serle útil en el futuro.
no estaba interesado en el matrimonio, menos aún en un hombre que parecía tan distante. Para él, lance solo era un chico mas . Durante la cena, las conversaciones eran frías y llenas de desdén.
Ambos se lanzaban miradas de desagrado, y las sonrisas eran forzadas. La cena transcurría en un ambiente tenso. La opulencia de la mesa no podía ocultar la incomodidad palpable entre Lance y Fernando. Su padre, Lawrence, intentaba romper el hielo con comentarios sobre el negocio familiar.

-¿Has visto las últimas cifras de ventas, Fernando? -preguntó Lawrence, sirviendo vino.

-Sí, impresionantes -respondió Fernando, manteniendo su mirada fija en su copa-. Pero la verdadera clave es diversificar. Necesitamos expandirnos.

Lance no podía contener su frustración. Se sentó erguido, cruzando los brazos.

-¿Y eso incluye un matrimonio de conveniencia? -interrumpió, la ironía evidente en su voz.

Fernando lo miró con desdén, como si su comentario no mereciera respuesta.

-Es un acuerdo estratégico, Lance -dijo Lawrence-. No te hagas el desentendido. Esto es por el bien de la empresa.

-¿Y mi bienestar? -replicó Lance, sintiendo el ardor en su pecho-. ¿Acaso no importa lo que yo quiera?

Fernando lo observó con una mezcla de desprecio y curiosidad.

-Las decisiones importantes no siempre son personales, Lance -respondió con frialdad-. A veces, son simplemente negocios.

Lance soltó una risa amarga.

-¿Así que eso es lo que soy para ti? Solo un negocio.

-No me malinterpretes -dijo Fernando, ajustando su postura-. No tengo nada en contra de ti personalmente. Pero tengo mis propias ambiciones.

-¿Y qué hay de tus ambiciones? ¿Incluyen a un hombre que no conoce lo que es elegir su propio camino? -Lance replicó, sintiendo el desafío de vibrar en el aire.

Lawrence frunció el ceño, preocupado por la escalada de la conversación.

-Basta, ambos. Este es un momento importante -dijo, intentando recobrar el control-. Deben aprender a trabajar juntos.

Fernando, con una calma calculada, volvió a enfocarse en su plato.

-Siempre hay que hacer sacrificios, Lance. Quizás un poco de flexibilidad no te vendría mal.

-¿Flexibilidad? -preguntó Lance, la ira subiendo-. ¿Y tú, Fernando? ¿Serás flexible también cuando no quieras esto?

-Esa no es la cuestión -replicó Fernando, alzando una ceja-. Lo que importa es lo que podemos construir juntos.

La cena avanzaba entre silencios tensos y palabras mordaces, cada vez más evidente que el verdadero reto no era solo el matrimonio, sino encontrar un terreno común entre dos mundos en colisión.