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— Hiciste un buen trabajo hyung, tus ultimas esculturas fueron sublimes... sabes perfectamente que con Taehyung encontraran la manera de mantener los gastos —. Asentía, mientras su mayor hacia un puchero lastimero, era consiente que el contrario había perdurado mas de lo que se creía en su trabajo, pese a las condiciones en las vivía al pasar de los días.

— Voo siempre encuentra la manera —. Susurraba mientras relamía la poca esencia de café que quedaba en sus labios. 

Jin era consciente de que su estado mental estaba empeorando y al tratarse de una enfermedad huérfana, la cooperación externa no era para nada sencilla. Trataba de engañarse diciendo que "Usar cada año bisiesto sus gafas hacia que olvidará fácilmente el rostro de las personas, al fin y al cabo, nadie era digno de ser detallado por el grandioso worlwide handsome ". Su excusa era tan insensata que en cada situación que se encontraba, esta daba en reversa.

Cuando entro a la tienda de café, no tenia ni un mínimo recuerdo de como lucia su amigo, cada minuto posaba sus ojos en las diferentes personas que se encontraban en el lugar, pero todos eran unos totales desconocidos. Sintió un pequeño golpe en su antebrazo que lo hizo reconocer de inmediato esa pequeña sonrisa en la que se asomaban unas raíces con unos pequeños dientes. 

— Hablando de Taehyung... —. carraspeo haciendo que Jin dejara de lado sus pensamientos. — Como esta el ahora? Ha cambiado bastante? —.

Suga sabia de la enfermedad de Jin, gracias a la nerviosa explicación que la madre de su amigo le había brindado "Jinnie tuvo un gran golpe en su cabeza cuando cayo de la bicicleta al no percatarse de un monstruoso bache que había en la carretera, estaba muy emocionado buscando el nuevo album de Girls Generation". Desde que Jin le preguntaba quien era, cada vez que iban al parque, Suga supo que al parecer si era verdad lo de su enfermedad y mas no era, porque la madre de Jin quería alejarlo por su actitud indiferente hacia la escuela y sus criticas hacia esta "el método de evaluar de esta escuela es una estupidez". 

Si Jin no podía reconocer a su magnifico Sugashi, mucho menos iba a poder reconocer a otros. Nuevos amigos y novios no estaban en los planes de Jin o eso pensaba Suga, pero al parecer la suerte de Jin, por no decir su cara de modelo, sus malos chistes de anciano y sus buenos dotes artísticos, lo hacían relucir frente a los demás y hacer que estos, tomaran un gran cariño hacia el. Incluso, un azabache egocéntrico había denotado una gran admiración hacia su mayor desde la primera vez que lo vio.

— Voo sigue siendo el mismo osito, su voz sigue igual de aguda —. Respondía el mayor moviendo la cuchara con nerviosismo, se notaba en sus expresiones el esfuerzo que hacia para recordar. — Su sonrisa cuadrada sigue siendo única —. Apretaba sus ojos por milisegundos para que el menor no lo notará — Sigue oliendo exquisito, su olor es mas suave pero sigue siendo de avena —. Tocaba su barbilla tratando de buscar pistas en su café del rostro de taehyunnie —y los lunares de su ojito y en su nariz aun existen —. Terminaba inseguro de sus palabras.

[....]

Sus apresurados pasos resonaban por la calle húmeda. Llego hasta la puerta inclinándose un poco y apretando su pecho, tratando de tranquilizar su respiración. Miro su reloj y — Woah, Jin eres lo mas perfecto de este mundo... llegaste media hora tarde a la apertura de exposiciones de artistas donde estaría Tae. Nada mal para el novio del gran invitado de honor —. celebro, tragando en seco. —lo mejor siempre llega al final —. susurro para su persona. —solo espero que Taehyunnie piense lo mismo —. recalcaba, saludando con una reverencia a todo aquel que se le cruzará.

Ponía sus manos en la cadera, seria difícil reconocer a Tae entre toda esa multitud de gente. Podría reconocerlo por su boina pero todos los artistas lo traían. —No seas pesimista.. —. hizo un puchero reconociendo que le costaría de sobremanera encontrarlo. Caminaba entre la gente con pasos lentos, ensimismado en los detalles de cada pintura, iba a darle la cuarta vuelta al sitio hasta que sintió una voz provenir de su espalda

— Disculpa ya te he visto pasar 3 veces por toda el lugar y parece que buscas a alguien, ¿puedo ayudarte? —. Hablo un muchacho mas bajo que el. Consigo diviso una boina en su cabeza y unos ostentosos tatuajes en uno de sus brazos. 

Miro al muchacho de arriba a abajo mientras sonreía, mostrando sus tiernas arrugas alrededor de sus ojos —Espero que no te haya incomodado, estoy buscando a Vante —.

El ajeno sonrió negando y con su pincel señalo a un muchacho que se encontraba a pocos metros de el —Creo que eres un poco despistado —. Sonreía dejándose ver como un conejo.

—Muchas gracias, que pena la molestia —. Jin se inclino agradeciéndole al muchacho mientras se alejaba de este. Se acercaba a la pequeña exposición que parecía ser de su pareja, reconocía algunos cuadros pero seguía sin encontrar aquella pintura que este le había echo años atrás. 

Sintió unas manos aferrándose a su cintura percibiendo el suave olor de su amado, sonrió volteando su cuerpo, tomo la barbilla ajena y prosiguió a dejar muchos besos cortos en los labios contrarios. —Llegaste 52 minutos tarde —. susurraba el azabache sobre los labios de Jin. —Te fue muy difícil reconocerme?... debiste llamarme —. regañaba el azabache besando los parpados ajenos.

—Estaba tan atraído por las obras que incluso se me olvido que estaba buscando al amor de mi vida —. reía Seokjin haciendo sonreír a Tae — Sabes que mi agnosia es mas intensa, ¡obvio me iba a demorar buscándote! Por fortuna, un chico con muchos tatuajes me ayudo —. berrincho Seokjin. 

— Ahhh debió ser... —. Tae intento hablar pero Jin renegó dramáticamente.

— ¿Por que no trajiste el lienzo donde me pintaste? Mi proso —. Aclaro su garganta  —Mi prosopagi.. —. Jin reía, era ridículo que ni el pudiera pronunciar bien su enfermedad —Mi pro so pag no sia no me hace menos bobo —. Alzo su mentón mirando de forma amenazante al azabache.

TaeTae frunció el ceño, tratando de no ponerse melancólico por sus malos pensamientos  —Pero... —. suspiro — ¿De que hablas? —.

Tomo a Jin de la cintura, guiándolo para que se acercaba al retrato central de la exposición enmarcado en oro rosa. Tae direcciono el mentón de Jin hacia ese gran cuadro — Eres el centro de mi exposición Jinnie, ¡ahí estas! —. Afirmo el castaño con una sonrisa triste.

Jin miraba todos los cuadros pero no lograba encontrarse, miro el sonriente chico del centro sintiéndose intimidado por su gran belleza pero no podía entenderlo. No podía saber quien era ese sujeto. 

El castaño carraspeo, obteniendo la lucera mirada de Jin, sabia que podía pasar, pero no esperaba que fuera tan pronto.

Una pequeña lagrima se deslizo por su mejilla, fue tanto el tiempo que estuvo ocupado con su exposición que no había notado el momento en el que, su tierna luciérnaga dejo de reconocerse.

   

le rideau se ferme.

le rideau se ferme

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⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

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R E M E D Y; TaejinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora