Me levanté a las ocho y cuarenta y pico, creo, no sé, sólo me acuerdo de que mi viejo ya no estaba en la cama al lado mío.
Seguro se fue a dormir al colchón del piso, pensé.
Abrí los ojos a medias, y sí, estaba ahí con el celu. Le pregunté qué hora era, son las.. Ehh... Ocho, respondió en un balbuceo medio raro, de esos cuando te levantás y no sabés ni dónde estás parado. Yo le dije oka, así no más; me senté en el borde, me tomé mi tiempo de estirarme ahí en mi cama, le dí un beso a la gata de mi hermana, la cuál hace minutos me estaba mordiendo el lóbulo de la oreja y me fui al baño.Me miré al espejo un ratito y pensé ¿desde cuándo se me desvanecieron tanto las ojeras? Si me fui a dormir temprano hoy nada más. Pero igual estoy re linda, dea, antes de tirar mi cabeza para adelante y acomodarme la línea del pelo improvisada, esa línea tan chueca, pero ni ganas de peinarme bien.
No me cepillé los dientes porque no encontré la pasta dental que papá compró el jueves, y apenas me saqué las lagañas.Llené la pava eléctrica y cuando la prendí mi viejo gritó desde la pieza ¿vas a hacer mate?, yo le dije que no, que iba a hacer mate cocido, porque la verdad ni ganas de tomar mate esa mañana, tomábamos todos los días mate. Me dijo que hiciera de todos modos, y yo como buena hija no le dije que no.
Después de eso me senté en la mesa a ver videos en el YouTube Shorts –y por si se lo preguntan, sí, veo YouTube Shorts, no hay nada de malo en eso, es la plataforma menos tóxica que conozco–.
En eso mi papá se levanta y yo dejo el celu y voy a saludarlo dándole un beso en la frente, el caradura me dijo ¿y el mate?, lo miré un segundo, como Walter, ¿vos sos o te hacés Walter?, después le respondí que todavía le faltaba al agua para calentar, me respondió un simple ah, y se fue a sentar en la mesa.Terminé de hacer el mate y le dí la primera cebada, se la tomó en dos segundos y me devolvió el calabazín con un tucán y un “Montecarlo” abajo, soporte de alambre, una bombilla metálica y yerba mate húmeda. Nunca voy a entender cómo hace para tomarse el mate en dos segundos y decirme mate así como si nada, yo me tardo diez minutos.
Cebé otro después de un rato, me lo tomé por la mitad y le puse más agua del termo con algo de zarro que compramos en Capitán Sarmiento para darle el mate. Y así hasta que me mandó a bañarme.
Salí de la ducha, me puse la misma ropa que tenía porque estaba limpia de por sí, y volví al living-comedor para ver que hizo ensalada de lechuga, tomate y cebolla.Me senté nuevamente a su lado y comí con él, le pregunté porqué le sentía sabor dulce a la ensalada y me dijo que era por la cebolla. Seguimos comiendo hasta que se acabó y me preguntó si levantábamos a mi hermana así nos íbamos a caminar. Le dije que sí y terminó levantando a los tres.
Waltercito –el Walter Jr pero más boludo, por así decirlo– se levantó primero, después Jade –la mayor–, y Jere –el más chico de nosotros cuatro–.
En vez de ir a caminar nos pusimos a doblar la ropa y a guardar las medias impares de la cama litera. Terminamos con eso eso y mi viejo dijo si hacíamos el asado que nos regalaron los de El Toro por ayudarlos a mover las heladeras y todo eso.
Terminamos de comer, nos pusimos a boludear ahí en el patio, y después de eso nos tomamos unos buenos tererés de menta peperina.Jade se fue a lo de su tía Nadia y ahora mi hermano está preparando el mate. Yo pienso en cómo estarán mis amigas, en especial Milagros, me contó que estaba re mal, ayer le sangró la nariz y le bajó la presión, y cuando la mamá le hablaba lo único que podía escuchar era un pitido agudo ensordecedor por sobre todos los sonidos. Me pregunto si estará bien.
FIN.
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no jaja salu2
Short StoryEs una historia de mí y otros randoms más (ahre se hacía la Alfonsina Storni mentira Alfo te re amo soy tu mayor fan)