Miercoles por la mañana... Su madre preparaba unos deliciosos huevos fritos con tostadas rebozadas de mermelada; Su desayuno favorito. Ella siempre supo como recompensarlo, con sus comidas favoritas, regalos y caricias. Ese día su padre había llegado muy tarde del trabajo, eran las once de la noche. Escuchó el ruidoso sonido de la puerta ser azotada. Podía oir a su padre maldecir a lo bajo... Eran palabras que no solía usar. El siempre respetaba los modales en su familia; "Nada de maldecir e insultar con palabrotas o sus lenguas serán cortadas..." decía su madre cuando escuchaba a Itachi o a su primo, juntos, maldecir. Pasos se acercaban, era el buscando algo o alguien con quién desahogar lo que sea que le haya ocurrido en su misión.
"Tu, maldita escoria, levantate ya mismo..." Exclamó al ver acostado a su hijo menor.
"¿Qué es lo que sucede, padre? Son las cuatr-..."
"¡Al demonio la hora, te dije que te levantes!"
Al oír a su honorable padre gritar de esa manera, se preguntó donde estaba su mamá. Luego recordó que, justamente, esa noche, Mikoto, salio a cenar con sus tias hasta un fino restaurante de muy lejos. ... Eso era algo malo, pues las veces que su padre llegaba a gritarles a sus hijos ella siempre salía a defenderlos... Ahora, si algo pasaba, no estaría ella para protegerlo. Aun así, confiaba en su honorable padre, es decir, el nunca se atrevería a lastimarlo, ¿verdad? Es por eso que, sin quejarse, se levanto. Su padre lo tomo del brazo y lo condujo hacía el sótano... ¿Para qué? No lo sabia exactamente, pero confiaba... Estaba tan dormido que no había notado las manchas de sangre en su uniforme. Su padre era el jefe de policías. El quiso que Itachi, su hermano, comenzara a adaptarse a su nuevo trabajo, ya que Itachi era mayor de edad, bah, a penas tenia 17, pero la gente creía que solo por ser alfas eran diferentes a los betas y omegas. Por supuesto, el no creía en esas falacias, eran ridiculeces que nunca se atrevió a expresar debido a que probablemente su familia no estaba de acuerdo con eso.
En el sotano, el alfa mayor tiro -como si fuese un simple saco de basura- a su hijo. "Ahora sabrás lo que es ser un verdadero alfa, como fue tu gran hermano... ¡Pero tu solo nos traes deshonras! ¿Como puedes ser tan poco empático?" exclamó con fustracion mientras tomaba las cadenas mas sucias y desgastadas pero gruesas. Sasuke inhaló fuertemente con un miedo incontrolable que lo estremecía. El hombre que solía ser su padre azoto fuertemente la cadena como si fuese un látigo de esos que se utilizaban para castigar a los esclavos. Rápidamente logro poner su brazo frente a su cara, logrando protegerse al menos sus ojitos, por que sino fuese por eso, probablemente, hubiese terminado sin uno. Aun que ahora su brazo desprendía sangre, sangre tan roja que podría jurar haberse cortado una artería. Tenía suerte que no haya sido así.
"¿¡Por qué estas haciedome esto?!" Comenzó a llorar sin darse cuenta. Mas por la situación que por el dolor.
Su padre opto por no contestar.
El siguio pegandole con aquel metal grueso hasta que su cuerpo no soporto el dolor y callo en la inconsciencia.
...
Ese era el resumen de toda su semana. Día tras día, golpes e insultos. No entendía el porque, hasta que meses después pregunto donde estaba su hermano, pues hace meses no lo veía y ya lo extrañaba. Resultó que Itachi había caído en coma el día que fue a una misión con su padre... El mismo día que habia dado inicio a todo su sufrimiento.
Creyó que no podría ser peor. Pero se equivoco.
Sabía que su padre no era alcoholico; que todo lo que hacia lo hacia bien conciente. Entonces se preguntaba: "Y que me sucedería a mi si el estuviese en tal estado? Me mataría... Aun que raro es que todavía no lo haya hecho..." Nunca estimó ver a su padre ebrio. Tal que una noche a las 2 de la mañana su padre invito a unos compañeros de trabajo, todos malditos policías. Nunca imagino que sería abusado por cada uno de esos 7 hombres, incluido su padre.
Desde ese día juro nunca mas volver, y se escapo a la casa de sus abuelos donde fue recibido, aun que nunca le conto su verdadera razón por la cual decidio escapar. A sus 16 años, al ser ya mayor como alfa, logró encontrar trabajo. Durante sus años de laburo concretó su atracción por los hombres, especialmente los que mas sumisos eran.
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El hombre de enfrente lo miraba, espectantemente asombrado. Aun que se notaba que solía radicar com temas como el abuso o la pedofilia.
―¿Así que en eso se resume su infancia verdad?
―Si.
―Bien, le haré una pregunta basándome en su relato; ¿Usted, durante meses, recibió abuso tanto psicológico como físico, verdad?
―En realidad fueron años. Cuando me escape de mi casa fue a los 13.
―Es decir, tres años de abuso.
―En efecto.
―Es un gran avance el que te hayas abierto conmigo, Uchiha. Ahora que ya tengo información sobre tu pasado, me gustaría que me relates sobre sus preferencias. ¿Siempre le atrajó jóvenes menores que usted?
―Pues... No recuerdo bien... Pero supongo que si... Desde los veinte de alguna manera, los jovencitos de secundaría coqueteaban conmigo, aun que yo al principio trataba de ignorarlos. Pero era tan mortificante ver como en las relaciones, con gente igual o mayor que yo, no funcionaban. Con ellos siempre había problemas, yo decia que no y ellos si, yo decia que si y ellos NO. ¡Era tan complejo y estresante! Mas aun cuando se negaban a algo que yo les pedía. O sea, yo soy el alfa y deben de obedecerme, aun que no les guste.
―¿Entonces dices que con los menores no te sucedia eso?
―Si, con los menores no tenia esos problemas. Ellos era mas sumisos y vulnerables ante mi. Dependían de un alfa que los guié, y de alguien a quien obedecer. Era mucho mas facil... Hasta que un dia me encontre con cierto omega menor de 17 el cual no quiso obedecerme, y sin darme cuenta me volvi en un abusador, violador, secuestrador y todo lo malo que te puedas imaginar ―finalizó con un exhausto suspiro.
―¿Puedo saber quién fue el joven que puso todo su mundo del revés?
Sasuke comenzó a sentir calor y cosquilleo en su interior, como si fuesen mariposas, pero conociéndose mas bien serian polillas.
Con un leve sonrojo que mezclaba la vergüenza y su deseo, susurro por lo bajo:
―Uzumaki Naruto...
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Les agrado? A mi si, aunq es un poco aburrido, pero al menos ya se sabe la raiz de todo. Ahora falta la recuperación mental, y ya veremos que pasa.
¿Volverá, Sasuke, ser una persona normal sin resentimientos?
