Pooh golpea su mano contra la vieja tabla de madera que se hace llamar mesa, mientras su hermano menor se atraganta con el pastel de arándanos que se encontraba comiendo debido al sorpresivo estruendo.
— Están muy dementes si creen que aceptaré ir —niega con la cabeza repetidas veces—. Me opongo.
— No creo que se encuentre en posición de negarse ante un mandato directo del rey, joven Krittin...
Pooh enarca una de sus cejas y evalúa al hombre frente a él de pies a cabeza, viste demasiado elegante y sus cabellos se encuentran recogidos en un extravagante peinado que al menor le parece totalmente ridículo.
— Puede decirle al rey que se meta su mandato por el...
— ¡Su señoría! —interrumpe Ping en un grito preocupado mientras se levanta de su asiento y se coloca frente al menor—. Lo que realmente mi hermano Pooh quiere decir, es que...
— Que el rey se meta su mandato por el culo —la voz de Lee suena de manera chillona y llama la atención de todos—.
El niño de ocho años les sonríe en cuanto nota todas las miradas sobre él. El hombre visiblemente adinerado, aclara su garganta mientras intenta evitar el sonrojo en su rostro tras haber escuchado aquellas vulgares palabras provenir de alguien tan pequeño.
En sus cuarenta y cinco años de vida y los treinta años que lleva trabajando para la familia real Vajiralongkorn, jamás había escuchado a un infante ser tan grosero, definitivamente su vocabulario iba de acuerdo a su estatus social.
— Creo que no está entendiendo muy bien lo que sucede joven Krittin —se acerca al alto pelinegro—. El rey desea verlo con suma urgencia.
— Y yo ya dije que no iré —se cruza de brazos—. Mis hermanos y yo hemos realizado todos los pagos a tiempo, no hay deuda alguna que pagar, por lo que no entiendo porque debería ir al palacio...
— El asunto es completamente diferente a lo que piensa —el hombre niega con la cabeza—. El rey y la reina desean hablar con usted cuanto antes.
Ping estira su mano y pellizca la piel del brazo de su hermano menor. Pooh gruñe algo por lo bajo y lo mira de manera desafiante, pero el alto moreno solo frunce el ceño y mueve la boca trazando con sus labios una sola y silenciosa palabra: "Ve".
— Bien —rueda los ojos y observa al hombre mayor—. Iré con usted, solo espero que no sea alguna estafa porque sino no dudaré en contarle a toda la ciudad.
El hombre soltó un suspiro y negó con la cabeza, se despidió de los otros hermano que, en silencio, observaban a Pooh salir de la pequeña cabaña donde vivían y arrastrar sus pies hasta subir a la elegante limosina que fácilmente valía su vida y la de sus hermanos juntas.
El camino al palacio fue rápido, claramente uno de los miles autos de la realeza no podía mostrar impedimento para llegar a tiempo a su destino. Pooh se encontraba contrariado, definitivamente todo esto le estaba causando muy mala espina, sobre todo el hecho de que la misma mano derecha del rey estaba escoltándolo hacia el palacio.
— Llegamos —el hombre le sonrió y abrió la puerta para él—.
Pooh lo miró de mala gana y bajó de la limosina mientras observaba a su alrededor. La única vez que había ido a aquel lugar fue para la celebración de cumpleaños del joven príncipe quien había autorizado se abrieran las puertas para todo habitante de la ciudad. Recuerda haberse sentido mal por no lucir ropa elegante como el resto de personas, así que tomando de las manos a sus hermanos, dió media vuelta y volvió a su humilde hogar.
— Por favor —la estresante voz del hombre que le acompañaba llamó su atención—. Trate de guardar respeto, estará hablando con su majestad...
— Si, lo que sea —movió su mano con indiferencia—.
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Crown ~PoohPavel
FanfictionPooh Krittin es un joven de bajos recursos que sorprendentemente tiene cierta similitud con el príncipe tailandés, Charles Vajiralongkorn. Esto siempre le ha traído problemas, pero ninguno fue tan grande como el que acababa de presentársele ante su...