6

20 10 0
                                        

V aspiró esa última bocanada de aire fresco que entraba a sus pulmones. Y abrió los ojos.

El rostro de Hope estaba cerca del suyo. Y los labios de J-Hope, tan deliciosos y calientes como los recordaba, estaban pegados a los suyos.

Cuando Hope notó que V recobraba la conciencia dejó de hacerle respiración de boca a boca y trató de apartarse. Pero los brazos de V no se lo permitieron. Se miraron un momento, con ojos asombrados y brillantes. Y V volvió a buscar su boca.

Hope trató de apartarse, pero solo bastó sentir otra vez los labios de V sobre los suyos para dejarse llevar por una arrebatada emoción que hacía años había pretendido enterrar, y se entregó a aquel beso con alma y vida.

Mientras sus lenguas se entrelazaban con desesperación, sus cuerpos se fundieron en un abrazo fuerte. Cada centímetro de piel que se rozaba desataba toda una serie de explosiones vibrantes que lo único que lograban era que aquel beso se hiciera más profundo y más desesperado.

Recién varios minutos después, los labios pudieron despegarse. Y V y J-Hope volvieron a mirarse. Pero esta vez las miradas fueron diferentes. Los ojos de ambos estaban cargados de emoción, de pasión y de lágrimas.

Hope limpió con extremada dulzura las mejillas húmedas de V y sonrió.

—He tratado de sacarte de mi corazón y de enterrarte cada día de estos últimos cinco años.— la voz de J-Hope temblaba— Pero cada nuevo día, con cada nuevo amanecer, resucitabas, con algo que veía o que escuchaba, que me recordara a ti ... ¡Sí te escribí! Te he escrito infinitas cartas. Nunca recibí respuesta ...

Entonces V lo comprendió. J-Hope le escribía cartas a su antiguo domicilio. Mientras él le escribía al campo de refugiados de Khan Yunis, ubicado al sureste de la franja de gaza.

Solo por un maldito malentendido del destino, habían pasado los últimos cinco años de sus vidas creyendo que el otro se había olvidado, que no lo amaba y sintiendo que se morían un poco cada día.

—Alguien me dijo que habías vuelto ... y quise comprobarlo.

—Te vi ... debajo de mi ventana ...

Volvieron a besarse, esta vez con extremada dulzura, como si besaran algo frágil y delicado.

— No soy tu enemigo ...— sollozó V inconscientemente en hebreo, aún sintiendo los labios de Hope sobre los suyos.

—Lo sé ...— le respondió J-Hope en árabe— Lo sé ...— repitió y volvió a perderse en aquellos labios; labios que había besado en sus sueños cada noche mientras los aviones sobrevolaban sobre su cabeza y las sirenas sonaban y los llantos de los niños lo hacían estremecer hasta las lágrimas...

MAKTUB, estaba escrito (BTS FANFIC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora