CAPITULO 11

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Seokjin y Byeon habían recibido treinta días en el hoyo por pelear. Debido a que de hecho habían estado rescatando a Taehyung, no se les agregó ningún tiempo adicional a su sentencia. Taehyung había estado solo durante tres días. Cada uno había sido insoportable. No porque estuviera solo y ya no protegido. No porque tuviera pesadillas todas las noches. Ni siquiera porque su cuerpo todavía se estaba curando de los moretones que había recibido cuando Dragon y sus matones lo asaltaron. Simplemente odiaba estar lejos de Seokjin. Odiaba tener que dormir solo. Odiaba que no hubiera nadie que se interpusiera entre él y el mundo entero. Sobre todo, odiaba el hecho de no haber tenido la oportunidad de decirle a Seokjin que lo amaba. Solo le quedaban veintisiete días hasta que pudiera decirlo. Suponiendo que sobreviviera tanto tiempo, y eso estaba en debate.

Taehyung mantuvo la cabeza gacha mientras se abría paso a través de la fila del almuerzo. La mayoría de los otros reclusos se mantenian lejos desde que todos supieron que Seokjin y Byeon habían puesto a Dragon y sus matones en el hospital. Taehyung igual se preocupaba por los guardias. Se habían mantenido alejados y la mayoría de las veces, cuando uno de ellos se acercaba demasiado, Inwoo aparecía y escoltaba a Taehyung a otro lugar. Hasta ahora estaba funcionando, pero Taehyung no pudo evitar preguntarse cuánto tiempo más. Sin Seokjin o Byeon allí, estaba bastante a la deriva. Taehyung tomó su bandeja y un vaso de jugo. En lugar de dirigirse a una de las mesas, volvió a su celda. Al menos allí, podría conseguir quedarse encerrado y tenía más posibilidad de mantenerse a salvo. Había pasado la mayor parte del tiempo en su celda.

—Kim, tienes una visita.

Taehyung tragó con fuerza mientras miraba al guardia. —¿Yo?

—Vamos, tengo que acompañarte al salón de visitas.

—Está bien... um... —Taehyung no sabía qué hacer con su bandeja, así que la sujetó con fuerza mientras seguía al guardia. —¿Sabes quién viene a verme?

—Tu abogado.

Ya era hora. Taehyung fue escoltado a través de dos niveles de puertas de seguridad y luego a un salón largo con mesas separadas por varios metros. No vio a su abogado, pero vio a otra persona. No había duda de que era John Windy. No tenía idea de quién era el hombre que estaba sentado a su lado. Ambos hombres se pusieron de pie cuando Taehyung se acercó.

—¡Dios mío, Taehyung! —espetó John, frunciendo el ceño con tanta fuerza que su rostro se oscureció. —¿Qué diablos te pasó?

Taehyung tragó con fuerza, sus ojos se dirigieron a los guardias. —Me caí.

Considerando el hervidero de chismes que era el lugar, no se sorprendería si todos en la prisión supieran que había sido atacado por Dragon. Pero prefería no recordárselo a nadie en caso de que decidieran atacarlo de nuevo ahora que Seokjin y Byeon no estaban para protegerlo.

—¿Contra qué? ¿Una caja de martillos?

—Me caí —repitió Taehyung mientras se sentaba en uno de los bancos. —Dejémoslo así.

John arqueó una ceja, pero no siguió esa línea de preguntas. Se sentó frente a Taehyung y el otro hombre se sentó junto a John.

—Taehyung, este es Huening Kai. —John hizo un gesto hacia el hombre que estaba sentado a su lado. —No estoy seguro de que hayas tenido la oportunidad de conocerlo cuando estabas en Windy Spring. Está casado con Kang Beomgyu.

No conocía al hombre, pero conocía a la familia. Taehyung le tendió la mano. —Encantado de conocerlo, Sr. Huening.

Kai le estrechó la mano.

—Kai es abogado —explicó John. —Lo contraté para que investigara tu caso.

—¿Qué le pasó a mi último abogado? —preguntó Taehyung.

WINDY SPRING XXIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora