Tuve un hijo con Dante.
Es su hijo.
Finn es su hijo.
No puedo sacarme esos pensamientos de la cabeza desde que lo supe, pero se añadieron más preguntas a las que ya tenía. Ya ni siquiera sé si puedo sentirme aliviada o no.
Toda la tarde he estado en modo automático. Ni siquiera reaccioné al ver a Finn montando el caballo negro con Dante.
Mi hijo sonreía de oreja a oreja, igual que su... padre.
Nop, no puedo creerlo.
O, en realidad, sí puedo; Finn es una copia suya... Pero esto es mucho.
Es todo lo que siempre quise, sin embargo, no deja de dolerme.
¿Por qué nunca volvió por nosotros? ¿Por qué no peleó?... ¿No nos quería lo suficiente? ¿No lo quería a él?
¿No me quería a mí?
Una parte de mí le cree, la otra me dice que solo se arrepintió de las decisiones que tomó al dejarnos. No sé a cuál parte hacer caso. No sé si creer todo lo que me ha dicho, y me rompe el corazón. Realmente quiero hacerlo. El miedo de revivir la decepción de hace dos años me da escalofríos, pero la emoción de recuperar nuestra relación, nuestro amor y nuestros planes, me hacen querer olvidar todo y volver a él.
Pero ahora está Finn. Cualquier decisión que tome, lo afectará a él de una forma u otra.
Y hablando de Finn, no hay forma de describir lo avergonzada que estoy por haber pensado que no podía embarazarme sin casarme. Tampoco es que tuviera de dónde sacar esa información; mi madre nunca me habló de cómo se hacen los bebés ni de ningún tema relacionado con la reproducción. Si sabía lo que era el sexo, fue por la tortura que sufrí durante el secuestro. Esa fue mi única experiencia antes de conocer a Dante.
Luego de llevar a Finn a la habitación, le doy un baño para que esté aún más cansado y, una vez cierra sus ojitos, vuelvo al primer piso.
No podemos posponer más esta conversación.
Dante está contra la puerta, fumando un cigarrillo. Solo lo hace cuando vuelve del trabajo, así que debe ser un hábito por el estrés.
Por unos segundos, nos quedamos en silencio, Dante mirando a lo lejos y yo mirando el piso.
¿Por dónde empezar cuando tengo tantas preguntas sin respuesta?
—¿Estás mejor?
Levanto la mirada, pero él no se ha movido más que para alejar el cigarrillo de sus labios.
—Eso creo. —Me acerco—. ¿Por qué tardaste casi tres semanas?
Exhala el humo.
—Eran más chicas de las que creíamos. Tuve que prestar mi jet y mis helicópteros. Nos quedamos sin...
—¿Tienes un jet? —chillo—, ¿y un helicóptero?
Sonríe. Sus ojos lucen cansados y apagados, salvo cuando me mira directo a los ojos.
—Tengo muchas cosas, preciosa. —Apaga el cigarrillo y tira la colilla a un cenicero—. Nos quedamos sin transporte y no podía arriesgarme a que interceptaran mi llamado luego de lo que hice. Más que nada para ocultarte a ti. Lo siento mucho.
—Pero... Javier dijo que estabas desaparecido.
—Bajo mis órdenes. De esa forma nadie podía saber dónde estaba trabajando. Me habrían dado por muerto.
Suspiro y me apoyo en el marco de la puerta, frente a él. Su mano roza la mía, algo inseguro. Respondo sus caricias y por fin se decide por tomarla. La acaricia con su pulgar.
—Esta casa era de mi padre —dice, mirando los árboles frente a nosotros—. La construyó cuando vinimos a Londres. Por mí.
»Después de su muerte, no podía vivir aquí. Eran muchos recuerdos... Pero cuando nos comprometimos, empecé a hacer arreglos.
»Mamá me cedió su habitación y volvió a vivir aquí. Reemplacé todos los muebles y coloqué cosas que podrían gustarte o que podrías necesitar... Se sintió como un hogar otra vez, y no como una carga... Hasta que te alejaron de mí y todo se arruinó.
»Cuando volví del hospital, odiaba despertar y saber que la única forma de verte era admirándote desde lejos.
Se me encoge el estómago.
—Quería verte —admito—. Aunque sea para gritarte.
Sonríe sin ganas.
—No podía acercarme. Los habría puesto en peligro.
Ambos nos quedamos en silencio. El sonido de las hojas y los pájaros a lo lejos es tan tranquilo que contrasta perfectamente con el caos que hay en mi interior.
—¿Por qué no fuiste a la iglesia? —se me rompe la voz—. ¿Por qué me dejaste sola? ¿Por qué me abandonaste? Pasé tantos meses esperándote, a pesar de las mentiras... Papá me dijo que solo me habías preparado. Llegué a la conclusión de que trabajaste con él para atraer a alguien más adinerado... ¿Qué fue lo que realmente pasó? No más mentiras, por favor.
Suspira y sus ojos azules buscan los míos antes de empezar...
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Grita Por Mí (+21) [Terminado]
RomanceMe traicionó una vez. ¿Cómo espera que vuelva a confiar en él? Lana: ¿Qué haces cuando el príncipe de tu historia se convierte en el villano? Hace dos años me rescató de una prisión solo para llevarme a otra peor. Dante Cassano me traicionó. Destroz...