Sing: ¿Destino o casualidad?

Prólogo

La vida es una locura. Da vueltas, y cuando menos te lo esperas allí estas, parada en un escenario mostrando a todos tu talento, en lo que eres bueno y amas hacer. Nuestro primer concierto al aire libre fue genial, aunque en realidad abarca más emociones que esta simple palabra. Aun lo recuerdo. Las luces, el gran escenario... Ok, no mentiré, tal vez no era el escenario más cool de la historia, estábamos en propiedad privada y éramos conscientes de cuán grave era hacer el show allí. Pero cuando uno quiere cumplir su sueño, todo sacrificio vale la pena. Y sí que lo valió. Vencimos nuestros temores, afrontamos nuestros problemas y le demostramos al mundo quienes somos y de qué somos capaces.

Rosita Witherspoon y Gunter Kroll: Una madre ama de casa que canta y baila muy bien y su compañero de baile con acento alemán cuyo estilo es muy extravagante.

Johnny Egerton: Un joven, hijo de un famoso y poderoso jefe criminal, que canta y toca el piano como ningún otro.

Ashley Johansson: Una joven rockera que lo da todo en el escenario y no le teme a los desafíos de la vida adolescente.

Mike MacFarlane: Un fanfarrón y codicioso ex alumno de la Academia de Música Lincoln con una voz como la de Sinatra.

Meena Kelly: Una tímida pero talentosa adolescente que afrontó su pánico escénico para hacer lo que más ama, cantar.

Y claro, no puedo dejar de lado a:

Buster Moon: nuestro muy querido productor y jefe favorito, que lo dio todo por nosotros (literalmente todo).

Muchos piensan que dicho evento fue el inicio de todo lo que nos pasó después, pero como una de las protagonistas de esta historia, al igual que mis otros compañeros —a los que puedo llamar amigos o incluso una nueva familia—, pienso que esta historia comenzó desde esa mañana en que un volante amarillo con letras negras cayó en nuestras manos...

Ha pasado casi un año desde la reapertura del Teatro Moon, y gracias a nuestra benefactora Nana Noodleman y a la mente brillante de Buster Moon, estamos por fin cumpliendo el sueño. Desde entonces realizamos shows en el teatro cada semana; aunque claro, también tenemos otras presentaciones como eventos en restaurantes, conciertos en algún parque, fiestas de cumpleaños, matrimonios, aniversarios... sin mencionar la cantidad de fans que teníamos.

Muchas cosas pasaron durante este tiempo:

Después del gran show de apertura del Teatro Moon, Rosita renovó su compromiso con su esposo Norman y se fueron de luna de miel por segunda vez para avivar la llama. Nos alegramos tanto por ella que nos ofrecimos para cuidar a sus hijos... cosa que esperamos que no vuelva a pasar. Ella sigue siendo como la mamá del grupo, aconsejandonos, velando por nuestro bienestar. Aún recuerdo cómo me consoló cuando el idiota de mi ex me engañó. O cuando da palabras de aliento a cualquiera que esté pasando por un problema.

Si bien Rosita cumplia el papel de mamá con sus consejos, Gunter nos animaba con su forma de ser tan extravagante. Su actitud era la misma de siempre, divertido, bailarín y frases que nadie entendía pero nos sacaba unas cuantas risas. A parte de trabajar en el teatro, Gunter consiguió trabajo como profesor en una academia de baile, en ocasiones lleva a Rosita a sus clases para hacer alguna demostración a sus alumnos. Si fuera por ella iría seguido pero sus responsabilidades como madre no le dan ese lujo.

Otra persona que cambió fue Mike, sigue siendo un odioso fanfarrón pero ahora nos toma en cuenta. Todo ello se lo debemos a su prometida. Oh, si. Mike y su novia Nancy se comprometieron y están planeando una gran boda que se llevará a cabo en algunos días, Buster será el padrino y Rosita le está ayudando con algunos detalles para su boda. Le va muy bién en su carrera, incluso volvió a la Academia de Música Lincoln donde le ofrecieron trabajo como profesor de música y canto. Algunos de sus estudiantes suelen asistir al teatro para hacer alguna que otra presentación. Una de sus estudiantes es Meena, su favorita y una de sus damas de honor.

Ella sigue siendo la misma, aunque un poco más osada a la hora de salir al escenario. Después de su primer debut, sus padres la inscribieron en la Academia de Música Lincoln —por recomendación de Mike— donde le otorgaron una beca completa. Está progresando bastante con su pánico escénico y perfeccionando su técnica —Mike es un buen profesor, lo admito—. Lo que aún no ha cambiado en ella es la amabilidad que tiene con cada uno de nosotros, siempre recibiendonos con un delicioso pastel.

Al igual que Meena, Johnny consiguió una beca en la academia, pero la ha reservado para después ya que por el momento está ocupado con las funciones en el teatro y en el taller automotriz de su padre. Trata de juntar dinero para sacarlo a él y a sus tíos de la cárcel, a pesar de que Marcus está en desacuerdo. Todos en el teatro lo hemos apoyado, sobretodo Rosita, como la mamá del grupo, preocupándose por él y enseñándole algunas cosas ahora que vive solo. Y sí que aprende rápido, Johnny cocina de maravilla. Lo sé porque en ocasiones se queda en mi apartamento hasta muy tarde y termina preparando alguna comida para ambos, él hace la comida y yo las botanas o postres que Meena me enseñó a preparar.

En cuanto a mí, también recibí una beca pero, al igual que Johnny, la estoy reservando para después. Estuve en algunos eventos de música, funciones en el teatro, entre otros trabajos que había adquirido para juntar dinero suficiente y alquilar un nuevo departamento, cosa que logré. Estoy en un nuevo lugar, más amplio y con vecinos que no se quejan del volumen alto. Además lo necesitaba, mi ex novio Lance me había estado acosando todos los días; ya sea en la mañana camino al teatro o en la noche en el antiguo apartamento, siempre venía a rogarme que le diera una nueva oportunidad, algo que no pienso hacer.

Todo está genial. Aunque, bueno, como dije en un principio, la vida es una locura, da vueltas cuando menos lo esperas...