Había una vez en el que Estados Unidos se obsesionó con Perú, su cultura, su historia y su gente.- ¡Estoy tan fascinado con tu cultura! - le decía Estados Unidos a Perú. - ¡Quiero saber todo sobre ti!
Al principio, Perú se sentía halagado por el interés, pero con el tiempo, la obsesión de Estados Unidos se volvió insoportable.
- ¡Basta! - le dijo Perú a Estados Unidos. - ¡No puedo soportar más tu acoso! ¡Déjame en paz!
- ¡ Pero por qué?! - preguntaba Estados Unidos. - ¡No entiendo!
- ¡No entiendes porque no quieres! - respondía Perú. - ¡Solo me ves como un objeto!
Un día, Estados Unidos secuestró a Perú y lo llevó a su territorio, donde lo mantuvo prisionero durante años.
- ¡No puedes escapar de mí! - le gritó Estados Unidos a Perú. - ¡Eres mío!
Perú trató de escapar en varias ocasiones, pero siempre fue capturado de nuevo. Sin embargo, nunca perdió la esperanza de recuperar su libertad.
- ¡Un día seré libre! - se prometía Perú. - ¡Y nunca más seré prisionero!
Un día, después de años de cautiverio, Perú vio su oportunidad y escapó de las garras de Estados Unidos.
- ¡Lo logré! - gritó Perú. - ¡Soy libre!
Estados Unidos, desesperado por recuperar a Perú, lo buscó por todas partes.
- ¡Dónde estás! - le gritaba Estados Unidos a Perú. - ¡Regresa conmigo!
Finalmente, lo encontró y, arrepentido de su comportamiento pasado, le pidió perdón a Perú.
- ¡Perdóname, Perú! - le dijo Estados Unidos. - ¡No sabía lo que hacía! ¡Fui un tonto!
Perú, que había sufrido mucho en manos de Estados Unidos, se sorprendió por el cambio de actitud y, después de reflexionar, decidió perdonar.
- Está bien - le dijo Perú a Estados Unidos. - ¡Te perdono! Pero recuerda que no me volverás a tratar así.
- ¡Lo prometo! - respondió Estados Unidos. - ¡Te juro que nunca más te haré daño!
Con el tiempo, Estados Unidos y Perú comenzaron a reconstruir su relación. Estados Unidos aprendió a respetar la independencia de Perú y a apreciar su cultura y su gente de manera saludable. Perú, por su parte, aprendió a confiar en Estados Unidos y a valorar su amistad.
- ¡Gracias por darme una segunda oportunidad! - le dijo Estados Unidos a Perú.
- ¡De nada! - le respondió Perú. - ¡Estoy feliz de que hayamos superado nuestros problemas!
Años después, Estados Unidos y Perú se dieron cuenta de que su amor mutuo había crecido y decidieron casarse.
- ¡Te quiero, Perú! - le dijo Estados Unidos.
- ¡Te quiero, Estados Unidos! - le respondió Perú.
Desde entonces, han vivido felices, respetándose y apoyándose mutuamente.
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406 palabras.
Bueno gente hasta aquí esta historia.
Si tienen dudas. Me gustaría saber.
Bueno espero que les haya gustado este capítulo, si es hací pueden dejar su voto.
Hasta la próxima mis solesitos ☀️